La historia de Melania Trump es la de millones de inmigrantes de todo el mundo: llegan a Norteamérica buscando libertad económica y política para prosperar y alcanzar diversas metas personales. Sin embargo, no todos los casos tienen desenlaces exitosos.
Melania Trump la segunda primera dama de USA nacida en el extranjero
- La gran paradoja de Donald Trump es que su esposa es una inmigrante con un origen similar al de quienes el nuevo mandarario amenaza con expulsar.
Nacida como Melanija Knavs, en la antigua Yugoslavia, hoy Eslovenia, Melania Trump, la nueva primera dama de Estados Unidos, conoció la pobreza y los rigores de la vida gris en las sociedades comunistas.
Inspirada por su pasión por la moda y el diseño, a los 17 años se introduce en el mundo del modelaje de la mano del fotógrafo Stane Jerko, quien descubre su talento para posar para el lente. A partir de entonces, Melanija decide perseguir sus sueños y hacerlos realidad.
Su búsqueda de superación la lleva a iniciar una carrera en el mundo de la moda en Milán y París, para luego, en 1995, mudarse a Estados Unidos, donde se establece y empieza a trabajar como modelo, presuntamente sin aún tener la documentación necesaria para residenciarse legalmente en el país, tal como se ha revelado en diversas biografías de la ex-modelo, publicadas en periódicos y revistas internacionales.
Aunque debe resaltarse que Melania Trump ha siempre asegurado que ella respetó la leyes de inmigración del país.
Tres años más tarde, en 1998, en una fiesta en la ciudad de Nueva York, conoció a Donald Trump, un encuentro que sellaría definitivamente su destino como inmigrante que logra realizar sus anhelos.
En el año 2005, Melania celebró su boda con el magnate y en el 2017, se convirtió en la primera dama de Estados Unidos, la segunda nacida en el extranjero, desde la británica Louisa Catherine Johnson, la esposa del sexto presidente, John Quincy Adams (1825-1829).
El sueño americano
La exitosa historia de Melania Trump es una narrativa mil veces contada, con diferentes rostros, nacionalidades de origen y acentos.
Los protagonistas son hombres, mujeres, jóvenes, viejos, profesionales, técnicos, gente instruida, analfabetos, estudiantes, desplazados de la guerra, agricultores del campo, trabajadores de la clase media, inmigrantes portadores de visas y también gente sin papeles.
Lo que persiguen y buscan tiene un nombre, se llama “el gran sueño americano”, y el elemento común entre todos estos protagonistas es el convencimiento de que con su talento y trabajo pueden tener en Estados Unidos una vida mejor que la que llevaban en sus países.
Estados Unidos nación de inmigrantes
Gracias a todas esas historias Estados Unidos es considerada la nación de inmigrantes por excelencia. Fundada bajo el principio del reconocimiento de la migración como un derecho de la humanidad.
Por más de dos siglos, Estados Unidos ha gozado de las bondades económicas y sociales de los continuos flujos migratorios que históricamente han ayudado a constituir la nación norteamericana.
Ver mapa interactivo de la llegada de más de 80 millones a Estados Unidos entre 1820 y 2013 aquí >>
Sin embargo, no todas las historias de inmigrantes en Estados Unidos tienen un desenlace tan grandioso como el de Melania Trump, muchos casos ni siquiera llegan a ser felices.
Millones de inmigrante -se calcula que 11.1 millones- viven actualmente en las sombras. Se estima que el 90% de ellos son de origen hispano o latino. Han emigrado a Estados Unidos sin papeles o con visas temporales, como se presume que hizo la actual primera dama hace más de veinte años, y no han conseguido tener un estatus legal.
Son extranjeros sin papeles, gente con una vida decente, que trabajan, estudian y cumplen las reglas de la sociedad americana, pero al no tener un estatus legal en el país se convierten en ciudadanos vulnerables, susceptibles de deportación.
La paradoja de Donald Trump
El presidente Trump se ganó la confianza del país para ocupar la Casa Blanca manejando un discurso antiinmigración. Prometió expulsar a los once millones de indocumentados, empezando por quienes tuvieran record criminal, construir un amplio -y “enorme”, dijo- muro en la frontera con México, controlar la entrada de extranjeros de ciertas etnias y religiones y hasta eliminar el derecho a la ciudadanía de los niños nacidos en Estados Unidos de padres sin papeles.
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La gran paradoja del presidente Trump es que la fulgurante historia de vida de su esposa podría calzar completa o casi completa en el molde de cualquiera de esos inmigrantes sin papeles, que hoy ven amenazada su estabilidad en Estados Unidos.
Muchos de ellos, como Melania Trump, llegaron al país persiguiendo sus sueños o la esperanza de un futuro promisorio. Aún pueden tener un final feliz. Dependerá en gran medida de lo que la administración Trump realmente establezca en materia de inmigración y ciudadanía.
Mientras tanto, de manera paradójica, Melania Trump pasa a la historia de Estados Unidos como la segunda primera dama nacida en el extranjero, desde 1829, y la primera en más de un siglo.
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Publicado el 20 de enero de 2017