Un programa ejemplar: el patrocinio de refugiados en Canadá

¿Sabías que grupos de ciudadanos canadienses pueden patrocinar refugiados de manera particular?

El Programa de Patrocinio de Refugiados en Canadá (PSR, por sus siglas en inglés de Private Sponsorship of Refugees) es uno de los más exitosos del mundo. Se estima que dos tercios de los refugiados que son reubicados en este país, lo hacen por esta vía.

Programa canadiense de patrocinio de refugiados, un ejemplo para el mundo

Según la Organización de las Naciones Unidas, Canadá fue el país que más refugiados reubicó durante 2018, con un total de 28.100.

Canadá es una de las naciones más abiertas a recibir a personas que están en situación de riesgo o persecución y reubicarlas de manera exitosa.

Gracias al PSR, muchas de las personas que llegan como refugiados logran integrarse de manera más efectiva a la sociedad de acogida.

¿La clave? El apoyo que reciben, de parte de organizaciones comunitarias o personas particulares, que les permite llegar con mucha más claridad, recibir ayuda y orientación más directa durante los primeros meses y hacerse partícipes de la comunidad que los recibe.

Una historia para recordar

Hace poco más de cuarenta años, un estimado de tres millones de personas provenientes de Cambodia, Laos, Hmong, China, y Vietnam tuvo que huir de sus hogares, como consecuencia de la guerra de Indochina.

Lo hicieron como pudieron, en barcos atestados, con lo que tenían encima. Cientos de miles quedaron atrás y murieron víctimas de la represión.

Entre los años 70 y 80, 200.000 refugiados del sudeste asiático llegaron a Canadá. Cerca de la mitad de ellos logró reubicarse en ese país, gracias a que el gobierno implementara, por primera vez, en 1979, su programa de patrocinio de refugiados.

La propuesta del gobierno entonces era que, por cada refugiado patrocinado por el gobierno, otro fuera asumido por el patrocinio privado.

Este programa permitió que por primera vez grupos, iglesias, organizaciones e individuos pudieran patrocinar refugiados Fue un programa pionero en el mundo, que ha servido de modelo a otros países.

La escala de la inmigración en Canadá cambió en ese momento, y su sociedad también. A partir de entonces, los canadienses asumieron un rol más protagónico en la recepción de los refugiados.

El valor de la comunidad

Uno de los puntos más interesantes de este programa es el valor que da a las comunidades. Al no estar basado en fondos públicos. Es iniciativa de un grupo (de particulares, de organizaciones o asociaciones comunitarias) apadrinar a una persona o grupo familiar que haya sido previamente aceptado como refugiado por Canadá.

Estas personas recaudan fondos para mantener al refugiado o la familia durante su primer año en Canadá. Son además responsables de recibirlo, ayudarle en todo su proceso de instalación y posterior adaptación a la sociedad.

Evidentemente, este apoyo colectivo es clave para el sostenimiento financiero, emocional y social de los inmigrantes.

Las historias de muchos de esos refugiados hablan por un lado del dolor de haber sido arrancados de su realidad, pero sobre todo hacen énfasis en la diferencia que ha hecho en sus vidas haber recibido ese sustento, y el agradecimiento que experimentan, que muchas veces se traduce en su propia integración y su posterior involucramiento en la comunidad que los acoge.

Las críticas al programa

Contrariamente a lo que podría pensarse, para muchos de estos patrocinantes la tarea más difícil a la que se enfrentan no es la de recabar fondos para atender a los refugiados.

Según una investigación de Policy Options, publicada en enero de 2020, muchos patrocinantes enfrentan una gran frustración ante la dificultad de encontrar hogar, clases de idiomas, doctores multilingües o intérpretes, así como para comunicarse con las instancias gubernamentales involucradas en el proceso.

El otro gran reto que han encontrado los patrocinantes afecta también a muchos inmigrantes en Canadá: la dificultad de integrarse rápidamente al mercado laboral.

Barreras idiomáticas, pocas opciones para ganar competencias lingüísticas y lentitud o incapacidad de transferir los conocimientos y experiencia laboral a sus equivalentes canadienses son las primeras causas que señalan.

Dos programas, dos idiomas, un objetivo

Canadá cuenta con dos programas de recepción de refugiados patrocinados: el Federal y el de Quebec.

Ambos programas son bastante similares, pero la clave que los diferencia es sobre todo el tema del idioma: en la provincia de Quebec, la lengua oficial es el francés, por lo que ese será el idioma en que los refugiados que lleguen iniciarán su proceso de reubicación y adaptación.

Por esta razón, muchos refugiados que provienen de países francófonos se reubican en Quebec con mayor éxito que en el resto de Canadá, donde la lengua dominante es el inglés.

Para conocer los detalles de cómo funcionan ambos programas, puede ingresar en nuestras secciones dedicadas al tema, aquí:

Ver también:
Refugiados y asilados en Canadá >>
Emigrar a Canadá >>

Publicado el 14 de marzo de 2020.