Anualmente, el 17 de septiembre Australia celebra el Día de la Ciudadanía, una fecha para reflexionar sobre los deberes y derechos de ser australiano y, fundamentalmente, para festejar el privilegio de ser un nacional de ese gran país.
Obtener la ciudadanía australiana es un privilegio para un inmigrante
Este año, además, la fecha reviste un carácter muy especial pues se cumplen 65 años de la entrada en vigencia de la Ley de Nacionalidad y Ciudadanía de 1948, promulgada el 26 de enero de 1949, la cual permitió a los nacionales de Australia dejar de ser considerados como “sujetos británicos” para pasar a ser reconocidos como “australianos”.
La primera ceremonia de ciudadanía australiana
La primera ceremonia de ciudadanía australiana tuvo lugar en el Albert Hall, en Canberra, el 3 de febrero de 1949. Siete hombres, cada uno representando un estado de Australia y el Territorio de la Capital Australiana, se convirtieron en ciudadanos en acto solemne.
Estos primeros siete australianos eran inmigrantes provenientes de Grecia, Dinamarca, Yugoslavia, España, Checoslovaquia, Francia y Noruega. Histórico día que reafirmó la condición de Australia como nación de inmigrantes.
De acuerdo con estadísticas del gobierno de Australia, desde la primera ceremonia de ciudadanía hace 65 años hasta la fecha, más de 4,6 millones de extranjeros han elegido convertirse en ciudadanos australianos.
En 2013, se efectuaron 3.200 ceremonias de ciudadanía en todo el país, acogiendo como australianos a unos 123.000 inmigrantes. Los cinco principales países de origen de los nuevos ciudadanos australianos fueron el Reino Unido, India, Filipinas, China y Sudáfrica.
El privilegio de ser australiano
Obtener la ciudadanía australiana es un acto voluntario y, más que un estatus legal, constituye un privilegio que otorga todas las ventajas y exige los mismos deberes que poseen quienes nacieron en Australia.
Los extranjeros que optan por la ciudadanía australiana expresan la voluntad de afiliación definitiva a la comunidad australiana, aceptando y compartiendo los valores cívicos de esa nación.
Todos los ciudadanos permanentes tienen el derecho de nacionalizarse si cumplen con ciertos requisitos como poseer más de 4 años de residencia legal en el país, poseer buena conducta y eximir un examen de conocimiento de historia, geografía y cultura australiana, entre otras exigencias.
Por otra parte, todos los niños que nazcan en territorio australiano de padres que poseen la residencia permanente son automáticamente de nacionalidad australiana.
Más información en la sección Ciudadanía australiana.
Celebrar la ciudadanía australiana
En el Día de la Ciudadanía australiana el gobierno de ese país exhorta a sus nacionales a festejar el privilegio de ser australianos.
Para los inmigrantes es una ocasión perfecta para recordar el día en que se hicieron australianos, compartir fotos con los amigos y familiares e, incluso, organizar una ceremonia de reafirmación de la ciudadanía australiana.
Este tipo de ceremonias no tiene ningún valor legal, es sencillamente un acto que permite al extranjero nacionalizado reafirmar públicamente su lealtad y compromiso con Australia y sus leyes. Este tipo de celebraciones casi siempre son promovidas por organizaciones comunitarias o escuelas.
Cualquier australiano puede participar en una ceremonia de reafirmación. También pueden asistir los inmigrantes que aún no se han nacionalizado, como una manera de aproximarse a las emociones que vivirán en su futuro acto de ciudadanía.
Para conocer historias inspiradoras sobre inmigrantes que han elegido Australia como nación de acogida, conviene leer la sección Testimoniales.
Todo sobre ser australiano en la sección Ciudadanía australiana.
La historia de Australia y sus inmigrantes en la sección Nación de inmigrantes.
Publicado el 16 de septiembre de 2014