Australia, nación de inmigrantes
La población australiana está conformada por personas que provienen de todos los rincones del mundo. Alrededor del 27% de los residentes australianos ha nacido en otro país y más de la cuarta parte de la población tiene padres que han nacido en el extranjero. Cada año, inmigrantes de más de 180 países deciden convertirse en ciudadanos australianos.

Emigrar a Australia – Australia, nación de inmigrantes

A lo largo de su historia, Australia ha recibido sucesivas oleadas migratorias que la han convertido en una nación verdaderamente multicultural. Sus ciudades son habitadas por gente proveniente de muchos países, principalmente de Reino Unido, Nueva Zelanda, China, Italia, India, Pakistán, Suráfrica, Filipinas, Corea, Vietnam, Grecia, Tailandia e Indonesia.

La migración ha tenido un impacto significativo en las características de la población australiana, aportando una diversa gama de orígenes étnicos, lingüísticos y religiosos y contribuyendo al crecimiento poblacional.

Los primeros australianos

Antes de la llegada de los colonizadores europeos, los aborígenes habitaban la mayoría de las zonas del continente australiano. Adaptables y creativos con una simple pero eficiente tecnología, los indígenas australianos poseían unos complejos sistemas sociales y unas tradiciones artísticas y religiosas muy desarrolladas que reflejaban su profunda conexión con la tierra y el medio ambiente.

En el momento de la llegada de los primeros colonos europeos en el siglo XVIII, se estima que alrededor de 750 mil aborígenes habitaban el territorio australiano.

Los asiáticos y los oceánicos mantuvieron contacto con los indígenas australianos durante miles de años antes de que se produjese la expansión europea en el hemisferio oriental.

En 1606, el español Váez de Torres descubrió el estrecho que hoy lleva su nombre y tres años más tarde Fernández de Quirós fue el primer europeo que reconoció el territorio australiano; posteriormente franceses, ingleses y, sobre todo, holandeses exploraron las costas y el interior.

Los colonos europeos en Australia

La primera oleada migratoria europea importante comenzó en 1788, cuando una flota de la Marina Real Británica, al mando del capitán Arthur Phillip, estableció la primera colonia europea en Australia, conformada por 1.500 personas, incluyendo a 750 prisioneros ingleses.

El 26 de enero se ha declarado el “Día de Australia” en conmemoración de la llegada de los primeros barcos con presidiarios ingleses. Alrededor de 160 mil convictos, entre hombres y mujeres, fueron enviados a la isla-continente desde Inglaterra, durante los 80 años comprendidos entre 1788 y 1868.

En los primeros años del asentamiento europeo se conocía muy poco sobre el interior del continente o de su extensa costa. Sin embargo, la presión por encontrar tierras para el pastoreo y la agricultura promovió sucesivas expediciones al interior del país.

El gran desarrollo de Australia, sin embargo, sucedió durante la segunda mitad del siglo XIX, con el descubrimiento de las minas de oro y el desarrollo de la industria del ganado lanar.

La población total de Australia triplicó su número, pasando de 430 mil en 1851 a 1,7 millones en 1871. La mayoría de estos recién llegados eran británicos, pero también había gente de las Américas, Francia, Italia, Alemania, Polonia y Hungría. Alrededor del 40 mil chinos llegaron también en busca de oro, el mayor grupo étnico después de los británicos para la fecha.

La posguerra en Australia

A principios del siglo XX, Australia se convirtió en una sociedad abierta y democrática. La población europea presente entonces en Australia era de 3,8 millones de habitantes, de los cuales la mitad vivía en las grandes ciudades.

Tres cuartos habían nacido en Australia, en su gran mayoría descendientes de ingleses, escoceses o irlandeses, y, en general, disfrutaban de un nivel de vida más alto que el de sus familiares de Gran Bretaña.

Con el fin de la Segunda Guerra Mundial la nación entró en un período de “boom” económico, con la apertura de minas y con importantes proyectos para la construcción de la nación.

Los años 50 fueron un tiempo de estabilidad política fundamentada en el desarrollo de una próspera sociedad de propietarios urbanos que facilitó la entrada al país de ciudadanos inmigrantes y refugiados de la posguerra. La población aumentó de alrededor de 7,4 millones en 1945 a 10,4 millones en 1960.

Después de las décadas de los 50 y 60, llegó a Australia una ola de inmigrantes no ingleses, fundamentalmente de raza blanca, la mayoría procedente de Europa del Sur y Oriental.

Además, desde entonces, emigraron al país un importante número de asiáticos, coincidiendo con el estrechamiento de las relaciones comerciales entre Australia y Japón, país que sustituyó a Gran Bretaña como el principal socio comercial australiano, durante la década de 1970.

Estas sucesivas oleadas migratorias transformaron por completo a Australia, sobre todo en las grandes ciudades.

En la actualidad, la población australiana, que supera los 22 millones de habitantes, es una sociedad multicultural conformada por indígenas e inmigrantes provenientes de más de 180 países de todo el mundo.

Los pueblos indígenas viven en todos los estados y territorios de Australia, tanto en zonas urbanizadas como en zonas relativamente remotas. Destacan en muchos campos, incluidos el mundo académico, la literatura, el deporte, las artes y el mundo empresarial y profesional.

El gobierno australiano invierte cuantiosos recursos en programas e iniciativas oficiales dirigidos a mejorar las condiciones de los pueblos indígenas australianos.

Política de inmigración no discriminatoria de Australia

Australia tiene en la actualidad una política de inmigración no discriminatoria. El programa de inmigración australiano posee dos componentes.

El primero subraya la importancia de atraer nuevos inmigrantes que tengan estudios o formación profesional que puedan ser de utilidad para el crecimiento económico del país. El segundo enfatiza la ayuda migratoria a refugiados y a otros ciudadanos por motivos humanitarios.

Para el período 2012-2013, el programa de inmigración en su componente económico supone 190.000 lugares para trabajadores. El programa humanitario se ha fijado en 13.750 plazas.

Australia posee un buen historial de reasentamiento de refugiados. Es uno de los 147 países signatarios de la Convención de las Naciones Unidas y el Protocolo sobre el Estatus de los Refugiados.

El Gobierno australiano está comprometido por completo con la política antidiscriminatoria. En 1996, el Primer Ministro de Australia propuso una declaración parlamentaria sobre la tolerancia racial. La Cámara de Representantes aceptó la declaración de forma unánime.

El manifiesto constituía una denuncia contra la intolerancia étnica y una reafirmación de los principios de igualdad de derechos sin consideración de raza, color, credo u origen, y el compromiso para con el proceso de reconciliación con los pueblos aborígenes.

Sin embargo, es importante saber que Australia no ha estado exenta de discriminación contra los extranjeros. De hecho, hasta la segunda guerra mundial Australia promovió únicamente la entrada a su territorio de ciudadanos de raza blanca, durante la etapa conocida como la política de la “White Australia” (Australia Blanca).

En la actualidad Australia practica una mayor apertura, sin embargo, su política oficial está basada en una inmigración selectiva que favorece principalmente a refugiados, familiares y profesionales altamente calificados, en profesiones y oficios que realmente requiere el mercado laboral, y bajo condiciones legales muy estrictas.

Más información sobre la evolución de la política australiana con respecto a la inmigración, en la sección Países clásicos de inmigración.

Existen muchas maneras de emigrar a Australia. En nuestra sección Trabajar en Australia, describimos los diferentes Tipos de visas sus requisitos y características.

En el foro de discusión ¿Cómo es la vida de un inmigrante en Australia? hispanoparlantes de diversos países comparten preguntas, opiniones y experiencias sobre el proceso de emigrar a Australia.