Luis Enrique González, ganador de la Lotería de Visas de EE.UU.

Luis Enrique González

«Estar legal te permite ver todo con otros ojos»

Profesión: Cocinero
Edad: 26 años
Ciudad/ País de origen: Valencia, Venezuela.
Fecha de salida: 30 de junio de 2004.
Ciudad/ País de destino: Miami, Florida, Estados Unidos.

Testimonial de Luis Enrique González ganador de la Lotería de Visas

¿Cómo participaste en la Lotería de Visas de Estados Unidos?

Mi hermano y mi cuñada son fanáticos de mequieroir.com y como ellos tenían tantas ganas de participar y ganar, me dijeron que si yo también quería tener la oportunidad.

Siempre había querido irme al exterior a desarrollar mi profesión, pero realmente no sabía cómo comenzar ni cuál era el país más adecuado a mi perfil. Así que cuando mi hermano y mi cuñada me hablaron de la Lotería de Visas de Estados Unidos, no lo pensé dos veces.

Participé con la mayor ilusión y con todas las esperanzas puestas en ese proceso. De hecho, los representantes de American Visa Net me dijeron que mi sobre fue el primero en llegar a las oficinas y el primero en ser procesado.

¿Qué te impulsó a participar a través de los servicios de mequieroir.com / American Visa Net International?

Pensé que si estaba poniendo en manos de la suerte una decisión tan importante para mi vida como la salida a Estados Unidos, tenía que hacerlo con el servicio que me pareciera más serio y profesional.

No quise ponerme a “loquear”, y decidí participar con la gente más seria del mercado para asegurarme de participar sin errores, para que no me descalificaran. Aparte, como no hablo inglés no quería equivocarme al llenar la planilla.

Por eso es que agradezco tanto a la gente de mequieroir.com y American Visa Net por toda la ayuda que me han brindado en este proceso.

¿Qué sentiste al saber que habías ganado la Lotería de Visas?

Yo nunca me he sentido tan feliz en mi vida como el día en que recibí el e-mail de mequieroir.com diciéndome que era uno de los ganadores. Cuando después recibí la llamada telefónica confirmándome la noticia, casi no podía hablar de la emoción.

Toda mi familia estaba a mi lado y gritábamos como locos. Nunca un papel ha tenido tanto valor para mí, como la carta que me llegó de Estados Unidos.

¿Cómo reaccionó tu familia ante la noticia?

Todos estaban felices. La emoción fue tan grande que todos me ayudaron a reunir todos los papeles que necesitaba para emprender la salida. Además me ayudaron a reunir dinero para mi nueva vida en Estados Unidos.

Mis hermanos, que son unos echadores de broma, dicen que todo ese esfuerzo que hicimos como familia se llamaba el proyecto “Salvemos a Luis Enrique”.

¿Cómo es tu vida en Estados Unidos?

Yo estoy seguro de que todo el éxito que puedo tener en Estados Unidos depende únicamente del esfuerzo que yo haga. Tengo varios amigos venezolanos que ya estaban establecidos en Estados Unidos cuando gané la Lotería de Visas, y ellos lo único que me decían era que me viniera pronto, pues había muchas opciones de trabajo en el área gastronómica.

Además, yo había leído en mequieroir.com que la profesión de chef de cocina está en demanda en muchos países. Pues, aunque ustedes no lo crean, tengo el mismo trabajo que encontré a los 8 días de haber llegado, gracias a la recomendación de mi actual «room mate», un amigo valenciano quien, junto con su esposa, también trabajan en el mismo restaurante.

Hemos hecho un grupo de amigos y compañeros de trabajo extraordinarios. Los dueños del local son argentinos, han sido excelentes empleadores conmigo. El restaurante es italiano y hacemos muchos sándwiches.

Además, ya tuve mi primera experiencia tipo 911 y quedé impresionado. Tuve un pequeño incidente en el trabajo cuando nos preparábamos para recibir al segundo huracán de la temporada. Resulta que levantando las láminas para proteger las ventanas del local me dio un terrible dolor de espalda y caí redondo en el piso.

No habían pasado tres minutos y más de seis bomberos empezaron a tratar de averiguar ¡en inglés! qué me dolía…Yo sólo podía contestarles: “¡SPANISH, SPANISH!”. Gracias a Dios, inmediatamente uno de ellos me respondió con inconfundible acento cubano: “¿Oye mi hermano, dónde a ti te duele?”.

Para hacerles el cuento corto, fui trasladado en ambulancia al hospital más cercano, me atendió un médico norteamericano que necesitó un traductor para hablar conmigo, me hicieron radiografías, me dieron mi “prescription” y tres días de reposo.

Ahora me llaman del seguro y del hospital, por lo menos dos veces al mes : ¡PARA VER CÓMO ME SIENTO! En conclusión, ya entendí por qué hay que pagar los impuestos. Debo confesar que a mí me está yendo bien en el Norte. Recibí por correo mi Green Card mucho antes del mes de mi llegada. Mi Social Security Number tardó más, pero por mi culpa, por no saber que los benditos «ZIP CODES» hay que ponerlos completitos.

Ya tengo ID, tengo mi cuenta bancaria en la que deposito religiosamente mi cheque semanal. Trabajo mucho, pero con gusto: por primera vez, si trabajo más cobro más. Hablo por teléfono con bastante regularidad con mi familia en Venezuela. Estoy estudiando para presentar mi prueba de manejo, ya he recibido varios seminarios sobre los efectos del alcohol y las drogas cuando se maneja.

Lo que el tiempo no me deja es comenzar las clases de inglés. La realidad de una ciudad como Miami es que el uso del español está muy generalizado. El otro día me dije que tenía que probar si estaba aprendiendo inglés y me fui a un sitio de comida rápida donde no hubiera latinos. En la cola busqué a la cajera que más afroamericana me pareció, para que el reto del acento fuera doble.

Cuando dije “Uan Coke”, la señora no me dejó ni pensar y me dijo: “Mi amor, ¿la quieres solita o te pongo un jamberger?”. Estoy, como todo el que viene a este país: empezando desde abajo y trabajando muy duro, sé que todo comienzo es difícil. Estoy seguro de que algún día podré decir con absoluta propiedad que el ingrediente secreto de mi éxito fue haber participado en la Lotería de Visas de Estados Unidos.

Porque lo que si es verdad es que estar legal te permite ver todo con otros ojos. Desde el sencillo caso con los bomberos y la ambulancia hasta caminar tranquilo por la calle. Como me ha dicho la gente de American Visa Net, llegué con la ventaja de ser completamente legal, con los mismos derechos de cualquier residente.

¿Qué recomendación le puedes dar a los participantes que este año quieren ganar igual que tú?

Que participen desde temprano, apenas se inicie el proceso. Yo estoy seguro de que ese fue un detalle muy importante en mi participación. Como dice mi mamá, “al que madruga, Dios lo ayuda”.

Además, la recomendación más importante: participen con gente seria, que les garanticen asesoría legal y que les aseguren que su carta va a llegar a tiempo a Estados Unidos. Valga la cuña, pero de verdad que esta gente de mequieroir.com/American Visa Net son muy serios en su trabajo.

La ventaja para mí no fue sólo que recibieron mi carta como seleccionado y me la hicieron llegar a tiempo, sino que me apoyaron en todas las etapas . Me prepararon para evitar cualquier error y no demorar el proceso ni perder esta oportunidad, también cuando me tocó la recolección de los documentos en Venezuela y me asistieron cuando me correspondió realizar la entrevista en la Embajada.

Incluso no hubiera podido superar la entrada en el aeropuerto, porque el hecho de que cargas una visa del tamaño de un sobre manila y de que no sabes si vas por la cola de «RESIDENTS» o de turistas, más los nervios, es bastante presión como para estropearlo todo.

Gracias a Dios, ellos me dijeron hasta qué cola debía hacer en Inmigración en el aeropuerto. Mi proceso de entrada al país desde que la luz roja se prendió hasta cuando me dijeron “WELCOME”, duró 15 minutos.

Más que mis abogados, yo considero a American Visa Net mis amigos. Hasta los contacto por teléfono regularmente cuando tengo dudas sobre cosas legales. Por ejemplo, mi ID lo escribieron mal en la oficina donde los entregan y ellos me dijeron qué hacer.

¿Recomendarías a alguien que participe en el sorteo a través del servicio de mequieroir.com / American Visa Net International?

Pero por supuesto. Yo estoy feliz de haber participado con ellos, como ya dije. Que más puedo decir si soy uno de los ganadores que ya está en los Estados Unidos, gracias a mi buena suerte y al excelente servicio que me dieron.

No puedo dejar de contarles la cara de asombro que ponen todos los venezolanos (turisteando algunos, ilegales otros) que me encuentro frecuentemente en los «malls» y en las calles y que se enteran de mi status legal. Todos dicen: “¿Eso de la Lotería sirve?”

Y yo les digo: “¿Bueno, no me estás viendo?” Y les enseño la fotocopia a color que cargo de la «Green Card». Ojo, la original de la «Green Card», junto con todos los originales de mis documentos los tengo en una caja fuerte en la casa.

Para algo tienen que valer tantos años de entrenamiento en las calles de Valencia. Un amigo me dijo una vez que “era un riesgo pagar tanto por una lotería”.

Yo lo único que le dije fue que si yo hubiera pensado así el año pasado cuando compré mi participación, hoy no estaría aquí. El que no arriesga, ni gana ni pierde. Yo gané.

Testimonio publicado el 30 de agosto de 2005

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