José Luis Sosa, publicista desde Miami, Estados Unidos

José Luis Sosa

«Es un error comparar las culturas, es recomendable asumir que se está en una diferente y buscar la manera de adaptarse a ella»

Profesión: Estudiante de Publicidad
Edad: 23 años
Ciudad/ País de origen: Valencia, Venezuela
Fecha de salida: 5 de junio de 2003
Ciudad/ País de destino: Miami, Florida, Estados Unidos

Testimonial de migración José Luis Sosa desde Miami, Estados Unidos

¿Por qué te fuiste de Venezuela?

La verdad nunca imaginé vivir en otro país, pero fue algo que, sin confiar ni desearlo mucho, llegó y una vez allí, en mi cara, no pude desaprovechar la oportunidad.

Sin embargo, pienso que la situación del país (ver que no había futuro prometedor en Venezuela, la inseguridad y el panorama político) ayudaron a que tomara la decisión de abandonarlo para experimentar fuera de él, para intentar dejar todo por nada, a ver qué pasaba.

Gracias a Dios todo me salió como si fuera para mí y la salida se me hizo relativamente sencilla.

¿Qué fue lo más difícil de la decisión?

¡Uhf!, paradójicamente, el momento en que todo era posible para dejar el país, era uno de mis mejores momentos en Venezuela, es decir, en otras oportunidades había estado mal y quería escapar a algún sitio, pero cuando pude hacerlo no lo deseaba ni lo necesitaba.

Tenía trabajo, estaba estudiando una carrera que adoro y, de paso, tenía una beca para estudiar. Por todo eso no me podía quejar e irme representaba dejar todo eso a cambio de nada, pues no tenía nada seguro por hacer en Miami.

Sabía que si lo hacía tendría que empezar de cero y pagar cualquier precio para salir adelante. Al mismo tiempo, nadie me garantizaba que esa oportunidad de salir del país volvería a aparecer.

Por otro lado, dejar mi casa, mis cosas, mi familia y mis amigos, tampoco era fácil, sobre todo cuando el viaje fue planificado para realizarlo tan solo 15 días después de la aprobación de la visa.

Prácticamente no me despedí de nadie y debo confesar que más de una vez pensé en quedarme y abandonar la idea, pero al final… me vine.

¿Por qué seleccionaste Miami como ciudad de destino?

La verdad, por motivos económicos. Siempre pensaba en que si salía de Venezuela era mejor hacia EE.UU., por la mayor oportunidad de empleo y buena paga que puedes encontrar en poco tiempo.

Aunque mi destino soñado era Europa, pero tal vez allí empezar de cero cuesta un poco más en todos los sentidos. Allá, tal vez es más difícil. Vine a Miami porque era el único sitio en el país donde tenía un amigo, quien vive con su familia aquí.

Tener a alguien que te reciba y te oriente un poco, ayuda mucho, sobre todo si se llega solo.

Describe los primeros tiempos

Para experimentar qué se siente estar en otro país, hay que estar en otro país. Al llegar todo parecía extraño y nuevo, me maravillaba de cualquier cosa que ahora es normal para mí. Poco a poco fui conociendo la ciudad y mis primeros días fueron de turismo. Salí a conocer lugares, ver sitios, etc.

Eso es muy importante para conocer la nueva ciudad en la que se va a vivir, por lo menos así pensé yo. Esta ciudad es visitada por personas del mundo entero, por lo que no es extraño toparse con gente de Asia, Oceanía o cualquier continente.

Eso hace que la cultura de Miami sea una mezcla de todo, donde la latinoamericana tiene una gran importancia. Además, quienes viven aquí provienen desde Argentina hasta México, claro, sin dejar atrás a quienes han hecho de esta ciudad su tierra libre: los cubanos.

Pero como Miami está en Estados Unidos, es notoria la grandeza de esta potencia mundial en cualquier cosa, por ejemplo, aquí he entendido cosas que veía en películas y no entendía, pues hay que vivir aquí para entender cómo es el estilo de vida en Norte América.

Es algo distinto. La cortesía, el respeto a las normas y el cumplimiento de las leyes fue lo primero en impresionarme cuando llegué. Aquí se habla mucho español, pero el inglés no deja de estar.

La riqueza de vivir aquí es que ves tantas culturas juntas, conviviendo bajo un sistema tan recto y coordinado como el que impone Estados Unidos.

Cada día aprendo cosas nuevas, ajenas a mi cultura venezolana, pero que son importante conocer si se quiere ser uno más de aquí, sin dejar de lado mis raíces y mi identidad como venezolano. Al principio, trabajé de ayudante de mesero y luego cambié para vendedor de celulares por teléfono.

El primer trabajo lo encontré con apenas 20 días en el país.

Describe tu situación actual

He aprendido a ser más independiente. Ya me mudé de la casa donde llegué y ahora vivo con roommates. Trabajo en un café, por ahora, y el dinero que gano lo invierto en mi situación legal, la renta, el mercado y gastos personales.

Aunque no es un sueldo ideal, para mí es suficiente, al menos más de lo que pudiera ganar en Venezuela. Además, la seguridad, la estabilidad económica y la paz política que aquí se vive no tienen precio. Aún estoy en una etapa de adaptación, pero tengo muchas metas en este país.

Quiero aprovechar al máximo las oportunidades que EE.UU. ofrece para triunfar en cualquier rama que se desee. Hay planes de estudiar y prepararme aquí, pero hasta ahora todo es proyecto. Mi inglés ha estado mejorando cada día, sobre todo por el contacto con clientes, amigos y compañeros de trabajo.

Ya me ubico fácilmente en la ciudad y entiendo cada vez más las normas y el estilo de vida de aquí, tengo mi cuenta bancaria, mi ID (identificación) y licencia de conducir y, hasta ahora, no hay nada de lo que me pueda quejar. Sin duda, el riesgo que tomé ha valido la pena.

¿Te arrepientes de la decisión? ¿Qué harías distinto si pudieras repetir la experiencia?

Para nada, es tremenda experiencia todo lo que estoy viviendo, tanto las cosas muy gratas como las nuevas y quizás no tan fáciles. Todo me enriquece como persona, de todo he tomado lo mejor y he aprendido cada vez algo nuevo. Esto es algo que le recomiendo a quienes lo quieran hacer.

Una vez más, aseguro que para saber cómo son las cosas, hay que hacerlas. Arriesgando se puede perder, pero muchas otras veces ¡se gana! En la maleta, cuando se empaca, debe meterse mucha paciencia, esperanza, resistencia y ganas de echar para adelante.

Saber que todo lo que se va a encontrar es nuevo y que se necesita una mente amplia para las cosas nuevas y la disposición de trabajar duro, pero con entusiasmo en esa nueva vida que se ha decidido comenzar, consientes de que no todo será fácil al comienzo.

Es un error comparar las culturas, es recomendable asumir que se está en una diferente y buscar la manera de adaptarse a ella, eso facilita las cosas. No cambiaría nada, todo me salió tan sincronizado que era como si estaba hecho para mí. Todo me salió súper.

¿Piensas volver a Venezuela?

Claro, pero pienso que desarrollaré mi vida en Estados Unidos. Quiero hacerla aquí, y de volver a Venezuela, sería de visita, a menos que la situación allá ofrezca oportunidades dignas y buenas. De seguro estaré allá para reunirme con mi familia y amigos, pero no por ahora.

Testimonio publicado al 14 de abril de 2004

 

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