Respuestas de foro creadas

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  • en respuesta a: Venezolanos en Francia #316898
    maviestbelle
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    [FONT=Optima]

    Hola,

    Yo tengo ya 13 años en Francia. Tengo la doble nacionalidad, pero sigo siendo para ellos una extranjera.

    Donde vivo no tanto, que es un pueblo en la ciudad (el viejo Niza, una ciudad medieval en medio de una ciudad moderna, cuna de mi familia). Aquí me siento bien, pero para todo lo demás, soy y seguiré siendo una extrajera.

    Los diplomas venezolanos, aquí no valen nada, toda la experiencia profesional que uno pueda tener, tampoco.

    Para los franceses solamente cuenta lo que haz hecho aquí, como si el resto del mundo no existiese!

    Así que ni hablar de tener un buen trabajo, los franceses piensan que los extranjeros vienen para ser servicios y recoger la basura, así que les ofrecen los peores trabajos.

    Crear una empresa es prácticamente imposible, pues como extranjero, ningún banco apoyara ningun proyecto, y del otro, el simple hecho de crear una empresa, te hace deudor del estado antes de haber producido el primer €. Entre impuestos, iva y cargas sociales, 55 % de lo que produces va a estado!!!!

    Tengo amigas venezolanas acá, que porque no hablan bien el idioma, son discriminadas y apartadas de la mayoría de las actividades, bien sea vecinales, o de la escuela de los hijos.

    Los franceses no son gente acogedora. Viven amargados y estresados.

    La galantería no existe, la gente se grita y se insulta en las calles y son racistas, aunque se ofende si se los dices.

    Es muy difícil hacerse amigos, y cuando saben que eres venezolano, les interesas mas como una atracción exótica y tropical que como persona.

    Olvídate de simpatizar con los vecinos y cosas así. Cuando suenan a tu puerta es para quejarse que haces ruido, que les molesta tu música o que los chamos hacen demasiada bulla.

    No quiero desanimarte, pero para venir a instalarse en Francia, hay que llegar con algo de dinero (mas bien mucho), dispuesta a trabajar mucho por el sueldo minimo, y tener un fuerte temperamento y una personalidad a prueba de todo para enfrentar la ola de indiferencia y desaprobación que provocara tu llegada.

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