Romina Sandoval, estudiante desde Nueva York, Estados Unidos

Romina Sandoval

«Si puedes lograrlo en la ciudad de Nueva York, puedes lograrlo en cualquier lugar».

Profesión: Estudiante (Fisioterapia)
Edad: 26 años
Ciudad/ País de origen: Caracas, Venezuela
Fecha de salida: 18 de mayo de 2000
Ciudad/ País de destino: Nueva York, Estados Unidos

Testimonial de migración Romina Sandoval desde Nueva York, Estados Unidos

¿Por qué te fuiste de Venezuela?

Yo estudiaba fisioterapia en un Colegio Universitario, donde había un profesor dedicado a hacerme la vida a cuadritos. En verdad, no solo a mí, sino a muchos otros de mis compañeros, ya que nos robaba las notas, nos amenazaba, etc.

Después de haber llegado a este lugar, me enteré de que a ese docente algunos de mis compañeros lo denunciaron en el Ministerio de Educación, pero sin ningún éxito, lo que demuestra una vez más la corrupción que existe en mi país.

Bueno, en fin, a mí se me presentó la oportunidad de venir a la ciudad de Nueva York (donde ya había vivido anteriormente cuando vine a estudiar inglés) y decidí salir de Venezuela.

¿Qué fue lo más difícil de la decisión?

Lo más difícil fue dejar a mi familia y a mis amigas, mi casa, mi gente, todo…, saber que iba a empezar de nuevo desde cero. Además, venir solamente con una visa de turista no me iba a hacer las cosas fáciles.

¿Por qué seleccionaste Nueva York como ciudad de destino?

Bueno, yo seleccioné Nueva York porque, como ya dije, unos años atrás había vivido por tres años acá, mientras estudiaba inglés, y pensé que se me iba a hacer más fácil, puesto que conocía la ciudad y el idioma.

Describe los primeros tiempos

Llegué únicamente con $35 en el bolsillo. Así que me tocó empezar totalmente desde cero en todos los aspectos. En los estudios, que era lo primero que venía a hacer, tuve que presentar de nuevo un examen (GED) para conseguir nuevamente un diploma de Bachillerato (High School).

Como trabajo, empecé en un restaurante como mesera (a los dos días de haber llegado), donde realmente el dinero no era muy bueno, aparte de que no tenía experiencia en esas labores y debía viajar por casi dos horas para ir y dos horas para volver, todos los días.

Para completar, vivía arrimada a una vieja amiga, dormía en la sala de su casa, con una sabana como pared. Y, realmente, con muy pocos amigos.

Describe tu situación actual

Bueno, ahora estoy estudiando, me va bien, conseguí un empleo en el que recibo buen dinero, aunque no es lo que me gusta (sigo de mesera). Estoy en un mejor lugar, cerca de mi casa, apenas a 45 minutos, y con más experiencia en el trabajo que hago.

Tengo mi apartamento, bien amoblado y decorado, y varios nuevos amigos.

¿Te arrepientes de la decisión? ¿Qué harías distinto si pudieras repetir la experiencia?

No me arrepiento del todo… la verdad es que me han pasado muchas cosas buenas aquí. Creo que he madurado mucho y aprendido a ver la vida de otra manera. Lo que sí haría y le aconsejaría a alguien que estuviese en la situación que yo viví en mi país es que no se vaya, que luche y no se dé por vencido.

Yo no debí haber huido, debí haber enfrentado al profesor, luchar y unirme a otra gente para que lo sacaran de la universidad; así como él se empeñaba en fastidiarla a una, debí haber hecho lo mismo con él.

Al contrario, al irme, lo deje ahí, para que siguiera haciendo lo mismo con otros estudiantes que venían detrás de mí en otros semestres, o que estaban por ingresar en la universidad.

Si yo me hubiera quedado, probablemente (si el profesor hubiera salido) estuviera ya graduada; mientras aquí en Nueva York apenas comienzo la carrera.

¿Piensas volver a tu Venezuela?

Sí, me gustaría volver. Me encanta Venezuela. Es un país hermoso que adoro, a pesar de la crisis que está atravesando ahora. Si uno se prepara bien en la vida, puede llegar muy lejos, no importa donde esté.

Además, como dice el dicho en inglés: “If you can make it in NYC, you can make it anywhere “(Si puedes lograrlo en la ciudad de Nueva York, puedes lograrlo en cualquier lugar). Y yo lo estoy logrando en Nueva York.

Testimonio publicado al 28 de septiembre de 2004

 

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