Ramses Roca, contador desde Trinidad y Tobago

Trinidad y Tobago

«Prefiero estar aquí preparándome que deprimiéndome cada mañana al leer las solicitudes de empleo en la prensa».

Profesión: Contador Público
Edad: 26 años
Ciudad/ País de origen: Valencia, Venezuela.
Fecha de salida: 6 de enero de 2001
Ciudad/ País de destino: St. Augustine, Trinidad y Tobago-West Indies.

Testimonial de migración Ramses Roca, contador desde Trinidad y Tobago

¿Por qué te fuiste de Venezuela?

El 70% de la decisión no la tomé yo, sino la patética situación económica que sufre lamentablemente Venezuela, así como también la poca oportunidad en el ambiente laboral que se le da al profesional joven que egresa de las universidades.

¿Qué fue lo más difícil de la decisión?

Bueno, principalmente lo de alejarse de la familia y los amigos por un tiempo, pero, gracias a Dios, cuento siempre con el apoyo de ellos.

Cuando te encuentras en esa encrucijada no hay mucho que elegir y uno piensa: «me voy y me arriesgo o me quedo aquí, aspirando a que las pocas entrevistas que me concedan (o tenga la suerte de conseguir) me ofrezcan un sueldo de Auxiliar Contable y hasta salario mínimo (¡Aunque usted no lo crea!).

Es algo también, yo diría, de dignidad y respeto con uno mismo y su profesión. Aunque a veces, y más que todo cuando eres extranjero, tienes que tragarte ese ego inicialmente.

¿Por qué seleccionaste Trinidad y Tobago como país de destino?

Principalmente, porque no tiene tantas restricciones ni políticas de migración discriminatorias «tan rígidas» como los norteamericanos.

También, porque mi principal objetivo es estudiar el inglés, por lo cual tenía dos ventajas: es cerca de Venezuela y el costo de la vida es más económico que otros países como Estados Unidos, entre otros.

Claro, uno siempre está consciente de que no hay las mismas oportunidades aquí que puede haber en Estados Unidos, pero valía la pena intentarlo y más que todo por lo del inglés, como para dar un paso inicial.

Describe los primeros tiempos

Yo había estado aquí (en Trinidad y Tobago) desde septiembre hasta noviembre del año 2000, en un curso intensivo de inglés y me gustó mucho su gente y, más que todo, la seguridad que hay aquí.

Además, hay como un «15%» de discriminación, más bien, a uno lo interrogan cada vez que lo identifican en la calle o en cualquier pub, y no falta quien te llame «Hey, RedMan».

A ellos les gusta saber más de nuestra cultura y costumbres y, además, no sé qué pasa ahora que está de moda el «spanish», por lo cual muchos «Trinis» (como les denominamos aquí) están interesados en estudiar español y también en bailar nuestra música.

Pienso que eso es positivo. Además, cabe destacar que la población de venezolanos aquí es considerable, cosa que no es tan positiva, por lo del idioma, pero ya eso queda de tu esfuerzo. Es duro al comienzo, pero si tanta gente lo ha hecho, ¿por qué tú no puedes? Esa es la mente que tienes que «empotrarte» aquí.

Describe tu situación actual

Estoy estudiando el «interminable» inglés en un instituto privado y lo complemento con profesores particulares, así va uno «desmoronando» esa pequeña piedra que se tiene en el zapato.

Además, estoy esperando para septiembre comenzar estudios de portugués brasilero, en la University of the West Indies, y buscando una oportunidad de algún empleo, que no es nada fácil, cabe destacar. Por lo demás, tengo muy buenas amistades aquí con trinitarios y caribeños, entre otros.

En fin, no me puedo quejar y más bien me siento con suerte de no haber pasado malas experiencias como las de algunos compañeros que les fue difícil en su estadía aquí. A pesar de estar tan cercanos a Venezuela, esta gente tiene un cultura muy diferente a la de nosotros.

Su cultura, su gente, al comienzo, crean un pequeño «shock» , pero hay que tener muy en cuenta que esas son sus raíces y hay que respetarlas, cosa muy importante para ganar amistades aquí. Por lo cual opino que eso pasa en todas las partes del mundo y hay que llevarlo como una conducta normal, común y corriente.

¿Te arrepientes de la decisión? ¿Qué harías distinto si pudieras repetir la experiencia?

No del todo, ya que no tenía nada que perder y para la finalidad a la que vine aquí, la estoy cumpliendo por los momentos. Ahora, si me hubiese quedado allá no creo que estuviera muy bien anímicamente que digamos.

Yo lo veo de esta manera, prefiero estar aquí preparándome, que deprimiéndome cada mañana al leer las solicitudes de empleo en la prensa nacional. Eso, tristemente, pasa en mi país y eso nadie lo tapa con un dedo.

¿Piensas volver a Venezuela?

Claro que sí. Entre mis planes estará buscar empleo por un tiempo al retornar y, de no conseguir alguna respuesta favorable, me vengo para acá nuevamente o no me quedará otra que ir a los «States».

Testimonio publicado al 4 de agosto de 2001

 

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