Mariana Mur, administradora, desde Barcelona, España

Barcelona

«El camino implica sacrificios, depresiones y tristezas, pero también muchísimo orgullo y felicidad».

Profesión: Administradora
Edad: 27 años
Ciudad/ País de origen: Caracas, Venezuela.
Fecha de salida: 3 de febrero de 2004
Ciudad/ País de destino: Barcelona, España.

Testimonial de migración Mariana Mur desde Barcelona, España

¿Por qué te fuiste de Venezuela?

Emigré de mi país, como la mayoría de mis compatriotas en el exterior, por razones económicas y de seguridad. En pocas palabras, porque quiero tener un futuro digno.

¿Qué fue lo más difícil de la decisión?

Lo más difícil para mí fue dejar a mi familia, a pesar de que aquí en España tengo familiares, pero siempre estos habían sido bastante lejanos. Fue una decisión muy fuerte y contundente; vamos, al menos, para mí lo fue. No es nada fácil salir y encontrarte con una realidad que no esperabas.

Es superduro adaptarte a otras costumbres, maneras de pensar, etc. Sin embargo, lo más penoso es la soledad que muchas veces te abruma y la nostalgia por la familia. Creo que, por más frases que escriba aquí, las palabras se quedan cortas frente a la realidad de vivirlo.

Sin embargo, pese a todos los contras que se presenten, te sientes en el fondo satisfecha, porque, por fin, tienes propósitos, metas. Sobre todo metas, que son lo único que te obligan a seguir adelante y a luchar por lo que quieres realmente para ti.

Personalmente, tengo una aptitud para afrontar las situaciones, que consiste en pensar y mirar siempre mi situación de hace tres años atrás y observarme ahora y todo lo que humildemente he logrado

¿Por qué seleccionaste Barcelona como ciudad de destino?

Porque tengo nacionalidad española por mi padre, aunque él reside en Venezuela desde hace muchos años y, como lo expliqué antes, cuento con familiares aquí. Actualmente, vivo con mi hermana ya que nos vinimos las dos al mismo tiempo.

Describe los primeros tiempos

Los primeros tiempos fueron muy duros, a pesar de que es un país donde se habla el mismo idioma y donde, gracias a Dios, disfruto de muchísimas ventajas por tener la nacionalidad. No obstante, no fue nada fácil, porque es comenzar de cero, luchar y estar dispuesta a afrontar lo imprevisto.

Quizás, al llegar, uno de los peores miedos que me embargaban era ese: el no saber con qué me iba a conseguir.

Describe tu situación actual

En el presente, después de pasar por tres trabajos temporales, me encuentro en el área donde siempre aspiré a trabajar desde un principio: la administrativa.

Cumplí un año en el mismo lugar de empleo con un contrato fijo, que aquí vale muchísimo, puesto que es superdifícil lograrlo en tan poco tiempo. Sé que tuve suerte. Estoy en el sector comercial y repito que era realmente lo que quería, porque la carrera que estudié en mi país fue la administración.

¿Te arrepientes de la decisión? ¿Qué harías distinto si pudieras repetir la experiencia?

Aunque parece increíble mi decisión de venir y permanecer en esta tierra y reconocer cuánto cambió mi vida esta experiencia, al principio, dentro de mí, siempre planeaba regresar, porque la situación era demasiado fuerte para mí.

Sin embargo, – como siempre lo digo y lo mantengo – solo hay que pensar en las metas y en lo que quieres para ti. En verdad, el camino implica innumerables sacrificios, depresiones y tristezas, pero también orgullo, muchísimo orgullo y felicidad.

Basta tan solo meditar, detenerte un momento, mirar hacia atrás y ver todo lo que has recorrido y lo que aún te falta………. Bueno, pa’ lante, así es la vida.

¿Piensas volver a Venezuela?

Regresar siempre ha sido más que un querer, un anhelo, porque lógicamente se extraña demasiado la patria. Ante este sentimiento, te das cuenta de lo que realmente vale tu país, sin importar las condiciones en las que se halle.

Al fin y al cabo, es tu tierra, la que te vio nacer, donde creciste, donde permanece tu familia, la gente que te quiere.

Sin embargo, la realidad es otra y, con el corazón en la mano y aunque me duela decirlo, el hecho de retornar es una ilusión, con la que todos los venezolanos que estamos fuera y lejos de nuestra tierra siempre soñamos: poder regresar algún día y que la situación allá se acomode.

Lamentablemente, la gran verdad es que por los momentos no regresaré, más bien terminaré de establecerme aquí y traeré a mi familia, ya que acabo de comprarme un apartamento. En fin, eso es lo que pienso en el día de hoy.

Testimonio publicado al 08 de enero de 2007

 

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