“Hay que tener las metas claras y los valores presentes”
Profesión: Ingeniera de Sistemas
Edad: 24 años
Ciudad/ País de origen: Caracas, Venezuela.
Fecha de salida: Octubre de 2002
Ciudad/ País de destino: Barcelona, España.
Testimonial de migración Malú desde Barcelona, España
¿Por qué te fuiste de Venezuela?
Fueron muchas las causas que me obligaron a emigrar:
a) imposibilidad de realizarme como profesional en Venezuela. Las áreas de mi interés cada vez se deterioran más: cero proyectos, cero inversión, en fin, cero posibilidades de crecer.
b) La situación del país es cada vez peor: inseguridad, desempleo, violencia social, ambiente político detestable, etc.
c) Es prácticamente imposible con los sueldos venezolanos emanciparte, comprar una casa, un coche.
d) Me gusta conocer otras culturas, aprender. Sentía que Venezuela constituía una barrera para crecer.
¿Qué fue lo más difícil de la decisión?
Pros: todos los aspectos que expliqué en la pregunta anterior, pero, en resumen, ¡aquí tengo oportunidades! Contras: dejar a mi familia, mis amigos, mi tierra, mi vida… de resto nada más. Se dice rápido ¿verdad?, sin embargo, cuando estás lejos te das cuenta de lo importante que son todos esos elementos.
¿Por qué seleccionaste Barcelona como ciudad de destino?
Los escogí por casualidad, ya que introduje solicitudes para varios lugares a la vez. Realmente, tenía intenciones de ir a Inglaterra o Estados Unidos y terminé en España, porque obtuve una beca a la que opté por internet.
Cuando la gané, tuve que mirar en un mapa donde quedaba Santander. La beca fue una gran ayuda pues me permitió mantenerme de forma independiente mientras duraron mis estudios.
Describe los primeros tiempos
Mi primer año en España fue más fácil que el segundo, pues estaba en un ambiente universitario y en una ciudad estudiantil como Santander y, entre iguales, las cosas resultan más llevaderas.
Me ayudó mucho el hecho de tener un grupo de amigos de diferentes partes de España, que estaban lejos de sus casas, y, por eso, nos entendíamos muy bien. De todas formas, el impacto cultural fue enorme, puesto que en Venezuela somos muy inocentes y, cuando llegamos a este país, el contraste es gigantesco.
Además, echaba mucho de menos a mi familia y me angustiaba pensar que le podía pasar algo. El segundo año vine a Barcelona y me tocó trabajar full time. Aquí la adaptación es muy difícil, tanto que aún no considero que la he logrado 100%.
No obstante, disfruto de gran tranquilidad al tener ahora al resto de mi núcleo familiar conmigo.
Describe tu situación actual
Luego de un año de estudios en Santander, me cambié a Barcelona; pues las oportunidades en mi área están aquí o en Madrid. El ambiente laboral no es ni por sombra parecido al universitario, las envidias de la oficina son terribles y un compañero de trabajo nunca puede ser tu amigo.
A la par, tuve la mala suerte de que, en mi equipo, había varios compañeros neonazis (así que me tocó lidiar con el racismo diariamente).
Aunque trabajaba en algo relacionado con mi carrera, sentía que me estaba “quemando”, ya que me desempeñaba en funciones inferiores a aquellas para las que me preparé tras tantos años de estudio. Algunos días, la desesperanza y la frustración hacen que tengas ganas de echar todo por la borda.
En este momento, es importante recordar las causas por las que te viniste; de lo contrario, darías media vuelta y tirarías la toalla.
Sin embargo, al final, gana el que persevera (esta es la parte buena): me llamaron de una consultora auditora y empiezo pronto en el nuevo trabajo, donde voy a hacer lo que deseaba y por lo que tanto me esforcé.
Mi mensaje es, entonces, que nada es imposible, pero cuesta mucho y hay que tener las metas claras y los valores presentes.
¿Te arrepientes de la decisión? ¿Qué harías distinto si pudieras repetir la experiencia?
No me arrepiento para nada y mucho menos cada vez que veo las noticias en internet o hablo con mis amigos. Y, luego del referendo, sin comentarios…Si pudiera repetir la experiencia, no haría nada importante distinto.
Como anécdota, no hubiera comprado una maleta pequeña con rueditas, sino una mochila gigante como la que usan los alemanes. ¡Ah!, y me hubiera traído una franela de la vinotinto.
¿Piensas volver a Venezuela?
Viendo el panorama de inseguridad de mi país, volvería de vacaciones cuando mucho y dentro de varios años. No tengo ganas de ir para allá y arriesgar mi vida.
Testimonio publicado al 28 de marzo de 2005