Carlina Maldonado, estudiante desde Boston, Estados Unidos

Boston, Massachusetts

«El que no trabaja es porque no busca, aquí el que quiere trabajar puede»

Profesión: Estudiante.
Edad: 22 años
Ciudad/ País de origen: Caracas, Venezuela.
Fecha de salida: Septiembre 1999.
Ciudad/ País de destino: Boston, MA., Estados Unidos.

Testimonial de migración Carlina Maldonado desde Boston, Estados Unidos

¿Por qué te fuiste de Venezuela?

Venir a Boston fue algo más del destino que de planes propios.

A mi papá se le ofreció la oportunidad de trabajar aquí y, bueno, tomamos la decisión de venirnos, primero, por la situación de allá; después, en la lista, vienen razones como: las oportunidades de estudio y trabajo aquí, el inglés necesario en todos lados y el cambio que se iba a experimentar.

¿Qué fue lo más difícil de la decisión?

Dejar lo conocido. La familia, los amigos y la ciudad donde uno creció que, aunque sea un desastre, todavía es de uno.

Fue difícil pensar en enfrentarse a este frío y a la nueva cultura. Fue difícil decidir que se hacía con las cosas de allá, porque no sabíamos por cuanto tiempo nos íbamos a quedar aquí. ¡Todavía es difícil no extrañar a la gente que uno quiere!

¿Por qué seleccionaste Boston como ciudad de destino?

La ciudad nos seleccionó a nosotros al azar. En cosa de un mes tuvimos que decidir si venirnos o no. Era aquí o no era en ningún lado.

Describe los primeros tiempos

Mi papá se había venido primero, por lo que le tocó pasarse un tiempo solo y hacer todas la diligencias de los bancos, los papeles y ubicando la futura vivienda. Para mí, las primeras semanas fueron buenas. Era todo un paisaje nuevo y se veía bellísimo en medio del otoño.

Uno hace «amigos» rápido, debido a que esta es prácticamente una ciudad estudiantil (y completamente internacional). Los estudiantes, en general, son bien abiertos. Suerte de uno si consigue buenos amigos. Después llegó el invierno y, bueno, uno acostumbrado al clima de allá, esto no era normal.

Uno se deprime un poco y le cuesta salir cada vez más (claro que es mejor quedarse invernando aquí en casa). Pero al tiempo, uno se acostumbra y hasta de repente le gusta la nieve.

El aspecto económico estuvo más difícil. Había que comprar cosas para la casa y ropa de invierno, y había que pagar alquiler de la casa y del carro y la universidad, y aquí todo es anormalmente caro. Papá era el único trabajando y a mí me tomó tres meses conseguir trabajo (de niñera para empezar).

Describe tu situación actual

Ya nos sabemos mover más en la ciudad. Mi hermano y yo vamos por el segundo y casi tercer año de la carrera, y ambos trabajamos. El que no trabaja es porque no busca, aquí el que quiere trabajar puede. Los riesgos y los beneficios van 50-50, pero el que no arriesga no gana (¿no es así la teoría del venezolano?).

Mi hermano y yo tenemos tiempo trabajando ya, él se paga su universidad y la mayoría de sus gastos y yo -menos responsable en esa época – con lo que hice en los tres primeros meses de trabajo me fui cuatro meses de viaje (claro que me regresé sin dinero, pero esas son ya irresponsabilidades mías).

Pero, ¿cuando trabajando en Caracas iba a hacer eso? Ahora estamos ahorrando para el viaje a Caracas y para seguir pagando la universidad de ambos. Pero no todo es tan malo ni tan bueno. La independencia se la gana uno, no te la dan.

¿Te arrepientes de la decisión? ¿Qué harías distinto si pudieras repetir la experiencia?

A veces provoca arrepentirse porque uno se cansa de tanto cambio, pero no lo hemos hecho, todavía seguimos aquí. De repetir la experiencia definitivamente hubiese estudiado más inglés y así me hubiese ahorrado los tres meses del curso aquí.

El tiempo es importantísimo cuando te quieres graduar pronto para empezar a producir.

¿Piensas volver a Venezuela?

Siempre me hace falta Venezuela, sobre todo en invierno y en diciembre. Quiero ir a hacer turismo. Me parece ridículo que los americanos hayan ido más a la Gran Sabana de lo que yo he ido. Siempre volveré, pero nada fijo, por los momentos. Hay demasiadas cosas afuera por conocer y no tengo apuro.

Testimonio publicado al 17 de diciembre de 2001

 

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