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Iris:
Quiero agradecerte esas hermosas palabras de aliento. Estoy de acuerdo contigo cuando dices que cada país tiene maravillas que ofrecer. Mi país, Venezuela, me ha ofrecido tantas cosas buenas por las cuales estoy muy agradecida, pero ahora siento que es muy importante intentar abrirme paso en otros lugares.
Seleccioné Italia porque es la patria de mis abuelos y creo que de alguna manera ese factor será importante para mi integracióna en ese país. No me cabe la menor duda de que es un gran país, se nota la emoción con que lo describes. He tenido la oportunidad de visitar Italia y sé que está repleto de arte y de historia, lo cual es muy bueno para mi por la profesión que he elegido.
A ti te deseo mucha suerte en Italia. Se nota que tienes una gran fortaleza y esa seguramente es la clave de tu éxito.
Muchísima suerte.Lisabetta
Pienso que cualquier ser humano en el mundo tiene derecho a elegir el lugar donde quiere vivir y donde puede ser feliz. Soy nieta de inmigrantes italianos que llegaron a este país hace más de 60 años. Vinieron a Venezuela motivados por razones muy poderosas que sólo ellos podrían explicar. Conozco la historia de mi familia y me atrevo a decir que yo hubiera tomado la misma decisión que tomaron mis abuelos en 1941, cuando tomaron un barco para América huyendo de la guerra.
Mis abuelos, por cierto, son más venezolanos que yo, pues yo apenas tengo 20 años de vida, los cuales he pasado íntegramente aquí en mi país. En este momento de mi vida siento los mismos deseos de emigrar que experimentaron mis abuelos hace tantos años. Desde luego, hay notables diferencias entre las razones que a ellos los motivaron y las mías. Yo vivo muy bien, pues mis padres trabajaron muy duro para darme una buena educación. De hecho, muy pronto culminaré mis estudios de Comunicación Social y cuando eso ocurra, quiero irme a Italia a realizar un postgrado en Arte.
Me quiero ir de Venezuela por varias razones. Primero, quiero seguir estudiando, y la especialización que elegí no la hay en este país. Luego, me da mucho miedo la inseguridad que se vive actualmente en Caracas. Mis padres casi no me dejan salir sola a ningún lado. Hemos sido víctimas de varios asaltos y siempre andamos con miedo. Luego están los bajos sueldos. Mi hermano mayor es ingeniero, graduado hace un año de la Universidad Metropolitana, trabaja en una buena empresa (realmente buena) pero su sueldo no llega ni a mil dólares. ¡Eso es insólito! Cuando pienso en eso me dan ganas de salir corriendo, pues encima yo elegí el ¡Arte! como mi profesión. Aquí me voy a morir de hambre. Yo no quiero que mis padres me mantengan toda la vida.
Por todas esas razones me-quiero-ir a Italia a estudiar. No sé si me quedaré allá, no sé si me gustará estar lejos de mi familia, pues ellos no se van. Mis abuelos dicen que quieren morir en Venezuela. No tengo muy claro mi futuro, pero sólo sé que me voy, porque es una necesidad para mi. Y creo que tengo el derecho de tomar esa decisión y de no ser juzgada por eso. Nunca voy a dejar de ser venezolana, así como mis abuelos nunca han dejado de ser italianos, aunque tengan aquí más de 60 años y no quieran salir de Venezuela nunca más.
Amo a mi país, pero me voy a ir. Tal vez regrese, y si lo hago, será para trabajar muy duro y mejorar las cosas en Venezuela.
Lisabetta