Lo que se trae y lo que se deja atrás (cuando emigras)

El inmigrante puede optar por alguna de estas condiciones:

1- «Traerse» su país original en la maleta

2- Olvidarse totalmente de su país de origen y adoptar todo lo del país nuevo

3- «Traerse» lo bueno de su país original y adoptar lo bueno del nuevo

1- Inmigrar e intentar «traerse su país» no solo es inútil. Es frustrante. Es una demostración de no comprender el mundo moderno. No se puede replicar (o duplicar) el país original en la nueva sociedad.
Quienes lo intentan son generalmente vistos por los locales como los PEORES inmigrantes. Porque muchas de sus «costumbres» son incompatibles con la nueva sociedad. Se traen sus «buenas y malas costumbres». Tienen problemas con las autoridades o con los ciudadanos locales. Nadie los entiende y se quejan, como si fuese una obligación entenderlos.
No aprenden el idioma local. No se adaptan. No adoptan las nuevas costumbres. Se mantienen aislados en comunidades cerradas. En síntesis, NO SE INTEGRAN.
En general, son «llorones» que viven quejándose porque supuestamente son «discriminados», cuando realmente los que se AUTO EXCLUYEN y discriminan son ellos mismos.
Esta posición es frecuente en indocumentados mexicanos y centroamericanos (no todos), y en refugiados africanos y asiáticos, provenientes de culturas muy disimiles de la cultura occidental. Es un estereotipo en EEUU el ilegal hispano conduciendo borracho.

2- «Olvidarse» del país de origen es casi IMPOSIBLE. La historia personal no puede borrarse a voluntad. Sin embargo, algunos inmigrantes intentan por todos los medios deslastrarse totalmente de sus pasados y su idiosincrasia, y comenzar sus nuevas vidas lo MAS INTEGRADOS POSIBLE a la nueva sociedad. Aprenden bien el idioma. Adoptan al máximo los usos y costumbres nuevas. Se olvidan por completo de su origen, del lugar donde provienen.
Estos inmigrantes en general tienen éxito. Pero a menudo son criticados por sus compatriotas de origen por ser tan «locales», por «echárselas». No frecuentan compatriotas. No son recibidos con simpatía en las comunidades o agrupaciones de inmigrantes de su país.

3- En mi experiencia de 11 a#os en Canada, la posición que adopta la mayoría de los inmigrantes legales es la de mantener sus buenas costumbres originales y adoptar las buenas costumbres locales.
Eso implica el ligero y sencillo esfuerzo de DEJAR ATRAS LAS MALAS COSTUMBRES: conducir a lo bravo, la bulla, música a todo volumen, el machismo, la falta de respeto, la intromisión en asuntos de otro (ser habla paja, chismoso, metiche), la intolerancia a ideas contrarias, el abuso, las tracalas, la viveza criolla.

De ese modo la integración es completa sin dejar atrás la idiosincrasia ni historia. Es una estrategia exitosa.

Les aseguro que los locales les encantan nuestras buenas maneras (comidas, fiestas, ser «latino» moderado), si nosotros nos mostramos integrados, cuando aprendemos bien el idioma, adoptamos sus usos y costumbres, respetamos sus leyes, celebramos sus días patrios. Cuando atendemos las reuniones en las escuelas de los hijos o en las asociaciones de vecinos. Cuando comentamos la política local y nacional. Cuando visitamos los parques y eventos, y nos portamos cívicamente.
Uno ESTA OBLIGADO a entender a los locales. Ellos NO están obligados a entendernos, pero si uno se adapta y comparte, ellos entienden mejor.