Desgaste: Con el paso del tiempo y el uso constante, los componentes internos del alternador pueden desgastarse y fallar.
Sobrecalentamiento: Si el alternador no recibe suficiente aire para mantenerse fresco, puede sobrecalentarse y dañarse.
Falla en la correa de transmisión: Una correa de transmisión desgastada o mal ajustada puede causar que el alternador no funcione correctamente.
Problemas eléctricos: Cortocircuitos, cables sueltos o problemas en el sistema eléctrico del auto pueden afectar la funcionalidad del alternador.
Uso excesivo: Si se utilizan muchos dispositivos eléctricos en el auto al mismo tiempo, como luces, aire acondicionado y radio, el alternador puede verse sobrecargado y dañarse.
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