María Eugenia Capote, técnica en Mercadeo desde Toronto, Canadá

Toronto, Canadá

«A veces pienso que yo no fui la que eligió Canadá, sino que fue Canadá que me eligió a mí».

Profesión: Técnico Superior en Mercadeo
Ciudad/ País de origen: Caracas, Venezuela.
Fecha de salida: Julio de 1992.
Ciudad/ País de destino: Toronto, Canadá.

Testimonial de migración María Eugenia Capote desde Toronto, Canadá

¿Por qué te fuiste de Venezuela?

Diferentes razones me llevaron a tomar la decisión, pero lo concreto, en ese entonces, fue aprender inglés. Para mi, irme a vivir fuera de Venezuela era un sueño que no pensé fuera fácil de realizar.

En ese entonces estaba Carlos Andrés Pérez gobernando y ya habíamos tenido el primer intento de golpe, el famoso 27 de febrero de 1992.

Adicionalmente, yo veía venir el desastre económico y era muy obvio el derrumbe de la calidad de vida del venezolano. En ese tiempo a mi ya me habían asaltado 3 veces, la última fue con la pistola en la sien.

Profesionalmente, a mi siempre me fue muy bien en Venezuela, tuve muy buenos trabajos en compañías trasnacionales, así que la única barrera que yo tenía para seguir subiendo era aprender inglés.

¿Qué fue lo más difícil de la decisión?

Yo llegué a Toronto sólo con la idea de estar aquí 9 meses aprendiendo inglés, luego pensaba regresar y seguir con mi vida. A los 5 meses de estar aquí, conocí a una mexicana que me habló de un trabajo como «nanny», cuidando niños para una familia canadiense.

Yo me aventuré y fui a la entrevista y, para mi total sorpresa, la señora me contrató. Este trabajo representó para mí otros 9 meses de estadía en Canadá. Seguí tomando mis cursos, renové mi visa y me quedé por otros 9 meses. El tiempo pasaba y yo me acostumbraba más a esta ciudad.

Al mismo tiempo, las cosas se empeoraban en Venezuela. En fin, estuve por 2 años y medio con visa de estudiante, tiempo durante el cual trabajé como voluntaria en la compañía Levi’s Canadá (yo había trabajado en Venezuela para esta compañía como Gerente de Producto) y, entusiasmada por mi mejor amiga, hablé con un abogado para ver la posibilidad que tenía de solicitar mi residencia.

La solicité y en 5 meses me la dieron, así que en marzo de 1995 yo ya tenía mi residencia canadiense.

¿Por qué seleccionaste Toronto como ciudad de destino?

La verdad es que yo siento que desde que me bajé del avión en Toronto todo se me fue dando de una manera tan positiva que, a veces, pienso que yo no fui la que eligió Canadá, sino que fue Canadá que me eligió a mí.

La persona que me contrató como «nanny» es una abogada y su esposo ingeniero, ellos fueron fundamentales en mi decisión de quedarme. Ellos, prácticamente, me adoptaron. Su apoyo fue fundamental. Hoy en día ellos están entre la gente que, más que amigos, son como familia.

Describe los primeros tiempos

Desde que yo llegué me gustó muchísimo esta ciudad. La cultura es diferente, sin embargo, a mi me gustó y no me costó adaptarme. El canadiense es muy cuidadoso y un poco cerrado, pero son excelentes seres humanos. Cuando te dan su amistad es para siempre.

Aquí hay mucho respeto por la vida ajena y la cultura es muy individualista. Yo he tenido mucha suerte, tengo amistades increíbles, gente que es como familia. El idioma me costó mucho, yo puse mucho esfuerzo y me tomó años perfeccionarlo.

Describe tu situación actual

Entré en la Universidad de Toronto a hacer las equivalencias para mi título universitario. Me aprobaron algunos créditos por mis estudios en Venezuela como Técnico Superior, así que estuve 2 años para sacar mi título canadiense.

Después de esto hice un postgrado de un año en Gerencia de Mercadeo. Al terminar, empecé a trabajar con la compañía de telefonía «Sprint Canada», como gerente en el área de Promociones. Durante ese tiempo me casé con un inglés maravilloso.

De allí, me fui a trabajar en lo que siempre quise hacer, «retail», en la compañía más grande de «retail» en Canadá. Estuve allí hasta el año 2000, cuando nació mi primer bebé. Entonces, decidí estar en mi casa con mi niño.

Me hace muy feliz poder darme el lujo de estar en la casa criando a mi bebé. En sólo 3 semanas más tendré mi segundo bebé, así que pienso estar en la casa, por lo menos, 4 años más.

¿Te arrepientes de la decisión? ¿Qué harías distinto si pudieras repetir la experiencia?

Nunca me arrepentiré de mi decisión de quedarme. Tengo una vida estupenda, una familia muy linda y un hogar muy bien constituido. Tenemos un nivel de vida muy bueno: mi esposo es ingeniero de computación y nos va muy bien.

Lo que haría distinto, yo creo, sería aprender más inglés en Venezuela, no haberme venido a un curso tan caro, pues, cuando no sabes nada y empiezas de cero, es muy costoso pagar $ 1.300 mensuales sólo por aprender los pronombres, algunos verbos y palabritas.

Pero, de resto, todo lo dejaría igual. A pesar de que muchas veces pienso que me debí de haber venido mucho antes.

¿Piensas volver a Venezuela?

Desde que me vine voy casi todos los años. Tengo mi familia allá, muchos seres queridos. A mi esposo le encanta ir a las playas y sobre todo estar en el interior del país. A mi me gusta mi Caracas, pues soy caraqueña y crecí allí.

También quiero que mis hijos conozcan la tierra de su madre, así que disfruto cuando voy a Venezuela, pero me siento muy feliz cuando tomo el avión de regreso a mi casa, al país que yo elegí para vivir, el país que me dio las oportunidades que mi país de origen no me dio. Canadá es mi casa y Toronto mi hogar.

Testimonio publicado al 16 de octubre de 2001

 

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