Ana María Di Pasquale, de regreso a Venezuela después de inmigrar a Italia

Italia

«A mi esposo le costó mucho conseguir trabajo. Para irse del país, piénselo tres veces».

Profesión: licenciada en administración
Edad: 38 años
Ciudad/ País de origen: Maracaibo, Venezuela
Fecha de salida: 9 de diciembre de 2009
Ciudad/ País de destino: Italia

Testimonial de Ana María Di Pasquale, de regreso después de inmigrar a Italia

¿Por qué te fuiste de Venezuela?

En primer lugar, debí dejar mi país porque la empresa de mi esposo fue expropiada. Si a eso sumamos la inseguridad, teníamos dos razones muy poderosas para salir.

¿Qué fue lo más difícil de la decisión?

Lo más doloroso fue desprenderme de mi casa, mi trabajo, mi estabilidad. En fin, de toda mi vida.

¿Por qué seleccionaste Italia como país de destino?

Porque tengo familia en Italia y pasaporte italiano. Además, para mí estaba claro que no iba a ser ilegal en ninguna parte. En efecto, la legalidad del estatus ayuda mucho.

Describe los primeros tiempos

Realmente fueron muy fuertes. Hay que recordar que Italia es una nación que lo perdió todo en la guerra y sufrió hambre y miseria. Por eso sus nacionales son personas que cuidan mucho lo que poseen.

Para ellos, lo mejor está en Italia y lo demás no sirve. Muchas veces te miran con desprecio y aparentan ser humildes, pero en verdad no lo son.

Describe tu situación actual

A mi esposo le costó mucho conseguir trabajo. En Italia se vive la peor crisis económica de todos los tiempos. En consecuencia, los empleos son temporales y no hay estabilidad laboral.

¿Te arrepientes de la decisión? ¿Qué harías distinto si pudieras repetir la experiencia?

Definitivamente sí me arrepiento. Cuando uno toma una decisión, va con muchas esperanzas y cree que lo peor está en su país de origen y no es así. En el extranjero existen otros tipos de problemas más graves.

Por ejemplo: la falta de trabajo. Y si no lo consigue, ¿cómo hace para vivir? Sencillamente no puede. Aparte hay que considerar todos los impuestos y tasas que se deben pagar con empleo o sin él. Bajo estas circunstancias, una se da cuenta de que su patria no está tan mal.

¿Piensas volver a Venezuela?

De hecho nos regresamos, a pesar de que es muy duro enfrentar lo que dejamos y lo que teníamos para comenzar de cero. Sin embargo, cuando hay compromiso de pareja y familia, todo lo demás viene por sí solo y la carga es más liviana.

A partir de mi experiencia, aconsejo lo siguiente: «Para irse del país, piénselo tres veces».

Testimonio publicado al 22 de octubre de 2012

 

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