Alberto Herbert, dibujante desde La Coruña, España

Coruña, España

«Nunca renuncien a sus sueños de una vida mucho mejor»

Profesión: Dibujante / Estudiante de Ingeniería Industrial.
Edad: 25 años
Ciudad/ País de origen: Barquisimeto, Venezuela.
Fecha de salida: 1 octubre de 2001.
Ciudad/ País de destino: La Coruña, España.

Testimonial de migración Alberto Herbert desde La Coruña, España

¿Por qué te fuiste de Venezuela?

Principalmente por la inseguridad personal que reina en nuestro país. Mi esposa y yo teníamos una agencia de loterías en el centro de Barquisimeto y allí viví una experiencia realmente inolvidable cuando me atracaron y me robaron el carro.

En el momento en que me llevaban en el asiento trasero de mi propio carro, bajo amenaza de muerte, me dije a mi mismo: si salgo vivo de aquí, es definitivo que le diré adiós a mi país.

Afortunadamente salí vivo y estoy escribiendo estas líneas bien lejos de Venezuela, aunque no quiera aceptarlo. Que ironías de la vida, yo era quien decía hace algún tiempo atrás «de Venezuela no me voy nunca», ahora estoy seguro de que fue lo mejor que pude hacer por mi familia.

¿Qué fue lo más difícil de la decisión?

Bueno, debo aclarar, en primer lugar, que yo no soy ni lejanamente descendiente de ningún ciudadano europeo y, por tanto, tuve que recurrir a la vía más ordinaria, a través de la ley de extranjería española, la que limita la situación de residencia a los extranjeros que posean una oferta de empleo en España.

Así que, gracias a amistades de mi familia, obtuve la tan ansiada oferta de empleo para cualquier extranjero aquí en España, y así pude venirme con todas las de la ley. Tomar la decisión no me costó nada, con un susto como el que pasé no necesitaba más nada que me impulsase a querer irme de Venezuela.

¿Por qué seleccionaste La Coruña como ciudad de destino?

En principio estuve analizando Canadá y Australia como posibles destinos, pero ya que se nos presentó la oportunidad de venirnos a España, era mucho más sencillo y, además, teniendo acá gente conocida y una cultura más o menos similar a la nuestra no había más nada que pensar.

Describe los primeros tiempos

Afortunadamente (y a Dios agradezco cada momento) el único factor que nos ha incomodado un poco en nuestro proceso de adaptación ha sido el clima.

Por lo demás, gracias a Dios, no puedo quejarme de nada, tanto así que para mí y para mi familia es como un sueño estar en un lugar donde todo funciona tan bien, donde el carro puede quedarse toda la noche en la calle y sabes que no le pasará nada, donde sabes que por el hecho de disfrutar de una seguridad social que funciona a la perfección puedes sentirte tranquilo, puedes caminar toda la noche sin temor a que te asalten.

Eso, para uno que ha vivido en Venezuela con el miedo de parar en un semáforo en rojo mirando para todos los lados a ver si viene alguien a encañonarte, esa tranquilidad, vale demasiado.

Nuestro segundo hijo nació aquí en España y la atención en el parto de mi esposa puedo decir que ha sido mejor que en cualquier clínica privada en Venezuela.

Definitivamente, Europa es otro mundo. Cuando nosotros llegamos a España, veníamos invadidos por el temor al rechazo de los españoles, ya que bien sabemos que los latinoamericanos no somos del todo bien vistos en el mundo, pero, no es por nada, aquí me he dado cuenta de que entre los sudamericanos no es igual decir que eres venezolano a decir que eres de algún otro país sudamericano (por ejemplo, en las Islas Canarias el venezolano es muy bien recibido).

A los españoles les encanta como hablamos los venezolanos, dicen que hablamos como con mucho cariño, pero todo es cuestión de nivel cultural, por eso nos hemos adaptado tan bien.

La gente aquí ha sido muy, muy receptiva, hemos hecho amistades y todo, repito, todo es cuestión del nivel cultural de cada quien.

España, específicamente Madrid, está minada de delincuencia procedente en su mayoría de Ecuador y Colombia, y eso ha contribuido a ese rechazo hacia los latinoamericanos en general, pero ya una vez que te conocen los españoles son muy atentas personas.

Describe tu situación actual

Actualmente yo estoy trabajando en una constructora como auxiliar de arquitecto (yo estudiaba arquitectura en Venezuela) y estudiando Ingeniería Industrial por la noche. Mi esposa aún no trabaja pues tiene que cuidar a la bebé, y nuestro hijo mayor asiste a la guardería, los niños son quienes más rápido se adaptan.

Mientras tanto, vivimos en un apartamento alquilado. Nos la llevamos muy bien con los vecinos del edificio. Pensamos comprar vivienda tan pronto se pueda, ya que aquí eso es relativamente fácil.

¿Te arrepientes de la decisión? ¿Qué harías distinto si pudieras repetir la experiencia?

¿Arrepentirme? ¡Nunca! Si algo pudiera haber hecho diferente, me hubiera venido antes, no hubiera invertido ni un centavo en Venezuela, quizás me hubiera evitado aquel susto del atraco, pero eso fue lo que me impulsó a tomar la que considero la mejor decisión de mi vida.

El destino es así, a veces nos pasa algo muy malo para luego recibir algo muy bueno, y eso ha sido la acogida que hemos recibido en España.

A todos mis compatriotas les digo que no es fácil, pero les animo a que si consideran que en Venezuela no ven esperanzas para recibir lo que esperan de la vida, no lo piensen más, utilicen la vía que puedan para salir de allí (como lo he hecho yo).

Nunca renuncien a sus sueños de una vida mucho mejor que, lamentablemente, nuestro país no es capaz de ofrecer, de seguro que no se arrepentirán. La aventura vale mil veces la pena. España es un país precioso desde todo punto de vista, pienso que para un venezolano no hay otro destino como España.

Lo que sí les recomiendo es que eviten las grandes ciudades como Barcelona o Madrid, allí la inmigración latinoamericana (la mala) ya está saturada y es difícil ser bien recibido, pero inténtenlo, no se dejen influenciar por los comentarios negativos de quienes quieran desanimarlos.

Yo bastante que me tuve que enfrentar a ese tipo de comentarios y ha valido la pena.

¿Piensas volver a Venezuela?

Soy consciente de que nunca se debe decir «de esta agua no beberé», pero por mí solo volvería a Venezuela a visitar a mi familia y eso pensándolo mucho.

De hecho, ya he tenido que ir a Venezuela para terminar de arreglar algunos asuntos que habían quedado pendientes, y bueno, uno se acostumbra tan rápido a lo bueno que respiré tranquilo cuando estuve de vuelta en España.

Es duro decirlo, pero mientras estuve allí contaba los días que me faltaban para volver, tanto así que estuve a punto de pagar la penalidad a Iberia para cambiar el pasaje de vuelta unos días antes.

Es triste que te sientas tan a gusto en un país extraño y que te sientas tan mal en tu propio país, pero definitivamente hay que pensar primero en el bienestar de la familia, lo demás no importa. Uno no tiene porque estar en desagrado en un país donde nada funciona bien, solo por patriotismo. Hay que ser realistas.

Testimonio publicado al 10 de enero de 2003

 

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