Los sistemas de seguridad social están sujetos al principio de territorialidad. Los sistemas nacionales de cobertura social, en la práctica, reducen la eficacia protectora de su campo de aplicación con la migración.
Es necesario un instrumento internacional que mantenga la eficacia de mecanismos de cobertura social en relación con los emigrantes, evitando conflictos sobre a qué sistema nacional de Seguridad Social se debe abonar y, por otra, la inseguridad y desprotección de los trabajadores al regresar a sus países de origen, donde no tienen validez las cotizaciones realizadas en otros sistemas.