«Tengo un sueldo por encima de la media española que me permite vivir decentemente, ahorrar y darme un gusto de vez en cuando».
Profesión: Administrador y Publicista
Edad: 40 años
Ciudad/ País de origen: Caracas, Venezuela.
Ciudad/ País de destino: La Coruña, España.
Testimonial de migración Marcos Bello desde La Coruña, España
¿Por qué te fuiste de Venezuela?
Básicamente, por la falta de oportunidades laborales acordes con mi experiencia y preparación académica.
A eso hay que sumarle la inseguridad, el caos en las instituciones públicas y, lo más importante, la sensación de que por más que lo intentas y luchas por ti y el país, sientes que tanto tu porvenir personal como el nacional van en franco retroceso y sin vislumbrarse cambios favorables ni en el corto ni en el mediano plazo.
¿Qué fue lo más difícil de la decisión?
Dejar a la familia, amigos y seres queridos en general es, indiscutiblemente, lo más duro y difícil; al menos en mi caso.
¿Por qué seleccionaste La Coruña como ciudad de destino?
Principalmente, por la posibilidad de estar legal y ser un ciudadano más ante la ley, con las mismas oportunidades que los demás. Al comienzo había escogido Barcelona y viví en esa ciudad alrededor de ocho meses; pero no resultó de acuerdo con mis expectativas.
El no dominar la lengua catalana es una gran desventaja en un sitio donde el castellano está en un segundo plano a la hora de buscar trabajo, lo cual era lo prioritario en ese momento. Por otra parte, tampoco me sentía a gusto socialmente y, por supuesto, económicamente.
Por cosas de la vida, fui a Galicia (La Coruña, específicamente) en la época de verano (cuando todo el mundo se va de vacaciones y un gran número de empresas cierra temporalmente, por lo que buscar trabajo es particularmente complicado, salvo en el área de hostelería) y decidí que era hora de realizar un cambio, ya que Barcelona es una ciudad muy cara y, si no tienes una entrada de dinero, tus ahorros disminuyen considerablemente (claro, depende del colchón económico que se tenga). De modo que a los pocos meses me mudé.
Describe los primeros tiempos
La adaptación es un proceso. Existe la falsa creencia de que por el hecho de compartir el mismo idioma (lo cual es discutible en ciertas partes de España) y raíces «antropológicas», la integración es prácticamente automática.
En efecto, tenemos más diferencias culturales de las apreciables a simple vista y eso se nota y demuestra en la medida que pasa el tiempo.
Hay que ser abierto y tolerante, sin que esto signifique aceptar hechos y aseveraciones, entre otras cosas, de carácter prejuicioso y carente de fundamento; estamos en un país que no es el nuestro y, a veces, encontrar el equilibrio entre diferentes posturas puede no ser fácil.
La adaptación pasa por diferentes fases y se podría decir que los dos o tres primeros años («luto del emigrante» según algunos) son los más difíciles. También pasa por ser parte del engranaje socioeconómico (integración social, lograr una actividad que produzca dinero, en fin, ser una persona normal, común y corriente) y sentir que las cosas avanzan y se van dando. Esto depende mucho de la persona, de su actitud y aptitud, y de su forma de ser.
El clima es un factor por considerar. La única zona de España con un clima similar al de la mayoría de las regiones de Venezuela es la de las Islas Canarias. Por lo demás, existen las cuatro estaciones con ciertas variaciones de temperatura y duración en función del lugar de la península en el que te encuentres.
A mí, en particular, el frío no me gusta, pero no hay como un buen abrigo para solucionar ese problema. La idiosincrasia varía de acuerdo con el lugar. Me he encontrado de todo y, definitivamente, la conclusión es que en todas partes del mundo hay todo tipo de gente.
Yo, ahora en La Coruña, te puedo decir que, en términos generales (nunca absolutos), la gente es bastante cerrada, con un gran desconocimiento de Venezuela y de los venezolanos, a pesar de que en nuestra nación viven miles de gallegos con la costumbre de responder las preguntas con preguntas.
Ahora bien, también he conocido gente buena, maravillosa, que trabaja mucho, que no juzga a priori y sin prejuicios, y que responde a una pregunta con una respuesta. Lo antes dicho: en todas partes hay de todo.
Acá se habla gallego, sin embargo, no es tan predeterminante como el catalán en Barcelona. Además, se aprende rápido.
Describe tu situación actual
Después de buscar empleo y haciendo trabajos no acordes con lo que deseaba, por un poco más de un año (Galicia es la zona de España donde es más difícil conseguir trabajo, ya que el mercado no es para nada dinámico, como lo puede ser en Barcelona o Madrid), una agencia de publicidad me ofreció un puesto como jefe de Eventos y ya llevo casi cuatro años desempeñándome en ese cargo.
Me va bien, tengo contrato indefinido (indispensable para ser tomado en cuenta al realizar trámites tan corrientes como solicitar un préstamo, una hipoteca, una tarjeta de crédito) y un sueldo por encima de la media española que me permite vivir decentemente, ahorrar y darme un gusto de vez en cuando.
¿Te arrepientes de la decisión? ¿Qué harías distinto si pudieras repetir la experiencia?
No me arrepiento para nada de la experiencia. Ha sido dura pero edificante. Además, después de haber estado toda la vida en Venezuela estudiando y trabajando, en cinco años en España siento que he logrado cosas muy difíciles de conseguir en mi país, que voy en franco avance, que el futuro luce prometedor.
Si pudiera repetir la experiencia, probaría primero en Madrid antes que en Barcelona.
¿Piensas volver a Venezuela?
No me lo planteo en la actualidad. De hecho, he echado raíces en aspectos muy importantes (en lo laboral, social y familiar). Sin embargo, el volver es algo que creo está siempre en la mente de todo aquel que emigra. También el mundo da muchas vueltas y las cosas pueden cambiar, pero de momento mi vida está en España.
Testimonio publicado al 22 de mayo de 2008
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