Liliana Saldaña, programadora, educadora y artesana, desde Chile

Liliana Saldaña

«Recomiendo ser respetuosos donde vayan, preguntar mucho hasta lograr una visión clara de sus opciones».

Profesión: programadora en computación, educadora y artesana
Edad: 46 años
Ciudad/ País de origen: Perú
Fecha de salida: 5 de febrero de 1990
Ciudad/ País de destino: Santiago, Chile

Testimonial de migración Liliana Saldaña desde Chile

¿Por qué te fuiste de Perú?

Porque no estaba llevando mi vida, sino haciéndome responsable de las vidas de mi madre y hermanos. Además, quería estudiar y tener un futuro profesional que me permitiera respaldar a mi familia económicamente; pero en el cual todos participáramos y tuviéramos el control de nuestras vidas.

En fin, la idea era ser independientes y esforzados por igual.

¿Qué fue lo más difícil de la decisión?

Lo difícil fue dejar a mi familia, a mi madre y a mis hermanos, así como desligarme de ese afecto que une de manera especial por el hecho de vivir juntos. El pro era que tomaría mis propias decisiones y haría lo que pudiera para salir adelante sin arriesgar a los míos.

Los contras: la salud de mi madre divorciada (sola) que sufría de epilepsia; y una hermana chica, de catorce años, que necesitaba apoyo y dirección.

¿Por qué seleccionaste Chile como país de destino?

Trabajaba para una empresa que se había instalado dos años antes en Santiago y me ofreció la oportunidad de venir a este país con un empleo. Lamentablemente, cuatro meses después de mi llegada, la compañía decidió cerrar y yo me quedé por mi cuenta.

No tuve becas ni información alguna confiable. En efecto, por falta de esta, perdí mi primera residencia en Chile y debí repetir todo el proceso (fueron dos años desperdiciados).

Describe los primeros tiempos

¡Dificilísimos los primeros tiempos! Las costumbres y la forma de expresarse en Santiago son totalmente distintas de las peruanas, a pesar de que hablamos el mismo idioma. En cuanto al lugar físico, lo considero bastante similar a Lima, aunque dado hacia lo europeo y algo frío.

Me impresionó que la gente use mucho el color negro en su ropa, de modo que todos lucen uniformados. Las comidas no me gustaban, con excepción de unas pocas. Así que yo introduje mis propias variaciones para hacerlas más apetitosas.

Asimismo, siento que a los chilenos les falta ambición para luchar y salir adelante por sus propios medios. Observo que tienen temor y esperan vivir de la asistencia social y buena voluntad de otros o del Estado.

Esa actitud no me parece correcta, debido a que, si bien podemos aprovechar algunas instancias, uno mismo puede hacer mucho para cambiar su realidad.

Describe tu situación actual

Actualmente, me desempeño como educadora en una casa de acogida para mujeres violentadas. Trabajé largos años como artesana- productora de tejidos y bordados para exportar a Estados Unidos y Europa, y continúo con este tema en el ámbito local y de país.

La verdad es que me gusta demasiado y me asegura ingresos adicionales. Me he adaptado muy bien al medio y a las costumbres y hago proyectos para obtener fondos a fin de contar con «un negocio propio».

Lo anterior es un decir, puesto que pertenezco a una red de artesanos que desea un espacio para vender nuestros productos a un precio justo, con la esperanza de que esto nos garantice un sueldo para sostener nuestros hogares sin tantos aprietos.

Por lo pronto (diez años ya), vamos a ferias artesanales comunales, instituciones y otras exposiciones, siempre laborando en comunidad.

¿Te arrepientes de la decisión? ¿Qué harías distinto si pudieras repetir la experiencia?

Ha sido una buena experiencia. En realidad, nunca pensé salir de mi país a vivir a otro, a no ser por viaje de placer o turismo. No me arrepiento de la decisión de quedarme. En lo referente a hacer algo distinto si hubiese la ocasión, creo que perdí algunas oportunidades.

Por eso, debí ser menos distraída y orgullosa y pedir ayuda cuando había alguien que tal vez podía habérmela dado.

Mis recomendaciones son las siguientes: ante todo, ser respetuosos donde vayan, preguntar mucho (informarse) hasta lograr una visión clara de sus opciones y, después de eso, tomar decisiones; en segundo lugar, retribuir la confianza que ponen en ustedes, porque las personas observan, valoran y ayudan, siempre y cuando piensen que somos dignos de recibir lo que hemos sembrado; y, por último, mucha paciencia y no perder nunca el horizonte.

¿Piensas volver a Perú?

Ahora sucede que, por asuntos personales (un matrimonio a punto de romperse porque los cónyuges miran la vida de forma diferente: uno, demasiado ambicioso y el otro, demasiado nacionalista), siento que no soy de aquí (Chile) y no soy de allá (Perú), a pesar del considerable tiempo vivido en ambos países.

De modo que quisiera empezar algo diferente en otro lugar. Estados Unidos, México y Suecia, donde residen amigas muy cercanas, son los países factibles para iniciar o seguir mi vida.

Por esa razón, estoy en esta página para conocer mis posibilidades, ya que iniciar algo a esta edad da un poquitín de susto….pero adelante, probablemente la vida comienza de nuevo.

Testimonio publicado al 22 de octubre de 2012

 

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