Katiuska Rivas, corredora de Bienes Raíces, desde Toronto, Canadá

Katiuska Rivas

«La mayor satisfacción es ver la cara de los nuevos inmigrantes cuando reciben las llaves de su hogar en Canadá»

Profesión: administradora de empresas, asesora inmobiliaria y bróker de seguros
Ciudad/ País de origen: Caracas, Venezuela
Fecha de salida: 25 de septiembre de 2004
Ciudad/ País de destino: Toronto, Ontario, Canadá

Testimonial de migración Katiuska Rivas desde Toronto, Canadá

¿Por qué te fuiste de Venezuela?

Siempre pensé que no dejaría mi país por ningún motivo. Sin embargo, el paro petrolero de Venezuela en el 2002 y la descomposición del sistema me obligaron a revisar lo que quería para el resto de mi vida y, en especial, para mi hijo Gabriel.

Principalmente, la inseguridad personal me hizo temer por el bienestar de mi familia. Por eso, siguiendo los consejos de mi esposo, tramitamos la residencia permanente en Canadá, por medio del programa de profesionales calificados.

En verdad, no hubo razones profesionales o personales para emigrar, ya que en mi patria tenía una vida exitosa y próspera, como numerosos profesionales venezolanos.

En efecto, terminé mi carrera en Administración de Empresas, así como una especialización en Finanzas y el programa “Líderes en Ventas”, en el Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA).

Asimismo, me desempeñé en distintas empresas, tales como: Banco de Venezuela Grupo Santander, Banesco y Corporación Digitel, en las áreas de Operaciones y Ventas.

¿Qué fue lo más difícil de la decisión?

Fue difícil alejarme de mis familiares, amigos y colegas, aparte de mi aprensión ante las nuevas culturas, en particular por el desconocimiento del idioma, puesto que– al salir – mi inglés era limitado y apenas comenzaba a “parler français”.

No obstante, en medio de las dificultades, sobresalía lo duro que resultaba controlar esos sentimientos encontrados al salir de la zona de confort.

A lo anterior se agregaba la constante reflexión – otra vez como madre – sobre la adaptación de mi hijo y el modo de seguir adelante sin el apoyo incondicional que, en general, recibimos los hispanos de las familias.

Pese a ello, llena de ilusiones y con una actitud positiva frente a la vida, me convencí de que, actuando de buena fe y manteniendo los valores que deslindan el bien del mal, sería bienvenida y aceptada como ciudadana del mundo.

¿Por qué seleccionaste Toronto como ciudad de destino?

Comienzo explicando que salí de mi país de origen en febrero del 2002 y viví en la isla antillana de San Martín por dos años.

Desde allí, al evaluar las opciones, estudiamos Nueva Zelanda, Australia y Canadá, naciones con programas de inmigración establecidos, pues para nosotros nunca fue una posibilidad mudarnos sin una residencia permanente aprobada.

De hecho, era ciento por ciento necesario asentarnos y desarrollarnos dentro del marco legal en el destino elegido.

De igual forma, la cercanía a Venezuela era importante. También analizamos varios indicadores sociales y económicos, porque buscábamos un lugar donde nos sintiéramos bienvenidos, con gran diversidad y sin racismo.

En fin, Canadá cumplía los estándares y, con los brazos abiertos, nos invitaba a venir.

Desafortunadamente, cuando emigramos, no conocíamos a nadie en Canadá. El apoyo del arranque lo recibimos de un ciudadano canadiense, casado con una curazoleña.

Gracias a su ayuda, dimos los pasos iniciales y nos integramos a nuestra comunidad natural. Eso sí, sin perder de vista que vivíamos en una nación multicultural.

Por eso, mi esposo y yo nos sentimos sumamente comprometidos a darle la mano a cualquier paisano que se encuentre en este proceso migratorio, aunque es preferible tener conocidos antes de llegar.

Describe los primeros tiempos

Como inmigrante hispana, experimenté el proceso y los estados anímicos que esa condición conlleva.

Por fortuna, comprendí que solo se necesitaba creer en el sistema y seguirlo. De manera que me dediqué a estudiar y a aprender las ventajas que este país nos ofrecía.

Mi primera experiencia profesional en Canadá se relacionó con el área de relocalizaciones internacionales para profesionales y ejecutivos de empresas multinacionales.

Durante mis tres años en esa posición, trabajé con organizaciones importantes y reconocidas globalmente y completé más de ochocientas relocalizaciones a lo largo del mundo.

Participé en programas de integración y aprendizaje de la cultura del nuevo país, así como en servicios de instalación (settling-in) y, agradecida, consideré este empleo como una bendición de Dios.

En suma, me dio las herramientas indispensables para transferir mis cualidades y comprender que, culturalmente hablando, no hay acciones buenas o malas, pues son tan solo nuestras propias raíces las que se reflejan en nuestras conductas.

De allí la necesidad de ser tolerantes, abiertos y respetuosos de las costumbres y opiniones de otras personas.

¿Cuándo comienzas a trabajar por tu cuenta en el área de Bienes Raíces?

Durante mi labor como asesora financiera nació la necesidad de ofrecer a mis clientes más servicios personales, puesto que siempre los recomendaba o los refería a otros para que compraran o alquilaran su primera vivienda en Canadá.

Algunos de ellos decían que sería bueno que también me encargara del asunto  de la casa, porque lo resolverían conmigo. Incluso varios colegas venezolanos del sector inmobiliario me aconsejaron que incursionara en este campo.

Sin duda, ese sector fue un gran descubrimiento. Tal vez, por el dicho que reza que “lo que se hereda no se hurta” y mi querido padre fue un agente inmobiliario innato y súper exitoso.

De modo que afirmo, con orgullo, que esta reinvención en mi carrera profesional ha estado acompañada de cinco hermosos años de aprendizaje, crecimiento y éxitos.

En realidad, es un negocio bastante delicado, porque se lidia con una emoción muy fuerte y significa, si se quiere, la compra más grande e importante de toda la vida.

A veces, me siento más psicólogo que «realtor», pues es comprensible que las familias que compran su primera vivienda en Canadá sientan, con frecuencia, miedo de equivocarse y se pregunten si la decisión tomada es la correcta.

Aquí es donde la calidad humana y la empatía con el cliente son cruciales en esta relación fiduciaria. Además de la importancia de la actualización constante y la preparación del asesor en los temas de inmuebles en este país.

Con sinceridad afirmo que ha sido una jornada intensa y por primera vez deseo quedarme en esta profesión de por vida. La razón es que me encanta y apasiona lo que hago hoy en día.

Les aseguro que no hay mayor satisfacción que ver la cara de los clientes cuando les entregan las llaves de su hogar, en especial cuando han pasado por el crudo proceso de inmigración y se dan cuenta de que sí se puede comenzar de nuevo.

¿Por qué es importante contar con servicios expertos de ayuda y asesoría a la hora de buscar vivienda en Canadá?

El proceso de inmigración implica renuncias y preocupaciones a mayor escala, entre ellas una de las principales es dónde voy a llegar, dónde voy a vivir.

Por ese motivo, recomiendo que se usen los recursos y los profesionales expertos en esta área.

Por ejemplo, un buen agente puede fungir como un asesor de relocalización, basándonos en que este posee los conocimientos de las ciudades, comunidades y óptimos caminos para garantizar una llegada sin traumas y con el pie correcto.

¿Qué servicios específicos ofreces para los nuevos residentes canadienses que necesitan una primera vivienda?

Nuestra variada oferta abarca lo siguiente:

  • Entrevistas previas a su viaje a Canadá, para determinar las necesidades de vivienda de su grupo familiar y orientar al respecto.
  • Preparación del estudio de costo-beneficio para conocer su mejor opción: alquiler o compra.
  • Alquiler de la primera vivienda: ubicación del sector acorde con su estilo de vida y requerimientos. Incluye información relacionada con colegios, hospitales, parques y recreación, centros comunitarios, transporte público, etc.; proceso de negociación y cierre del contrato de alquiler del inmueble.
  • Compra y venta de casas y apartamentos, lo cual comprende elaboración del plan de venta, evaluación del precio de la propiedad en el mercado, preparación de la propiedad para la venta (decoración o «staging»), reparación y mejoras en general, promoción y mercadeo, proceso de negociación y cierre.
  • Inversiones: asesoramiento en el proceso de compra y/o venta de propiedades de inversión y calificación de los préstamos hipotecarios para los no residentes en Canadá; evaluación costo-beneficio, retorno de la inversión, evaluación de riesgo y costos de oportunidad.

Adicionalmente, ofertamos una amplia red de profesionales e instituciones que contribuirán en el proceso de asentamiento del recién llegado y de su familia.

Entre los primeros, contamos con consultores de inmigración, abogados de familia, inspectores de casas, corredores de seguros, estilistas, odontólogos, traductores y constructores.

Asimismo, listamos a continuación las instituciones que ponemos a su alcance: bancos, hipotecas, bienes y servicios, empresas de envíos, compañías de mudanzas, organizaciones para la ayuda en la búsqueda de empleo y muchas otras.

¡No duden en contactarme! Estoy a disposición de toda la comunidad latina en Canadá.

Testimonio actualizado el 9 de noviembre de 2016

 

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