Igor Camacho, administrador, desde Mississauga, Canadá

Igor Camacho

«Canadá se encuentra a seis horas en vuelo directo desde Caracas y hay garantía de trabajo y educación».

Profesión: Lic. en Administración y TSU en Mercadeo
Edad: 37 años
Ciudad/ País de origen: Caracas, Venezuela
Fecha de salida: 15 de agosto
Ciudad/ País de destino: Mississauga, Canadá

Testimonial de migración Igor Camacho desde Mississauga, Canadá

¿Por qué te fuiste de Venezuela?

Para nadie es un secreto que la inseguridad en nuestra patria está a la orden del día. Por esa razón, en el año 2008, decidimos mi esposa y yo algo mejor para nuestra familia.

¿Qué fue lo más difícil de la decisión?

Difícil era mi situación laboral de ese momento, ya que, como gerente de Ventas de una transnacional, enfrentaba la coyuntura de irme a otro país y comenzar de cero o mantenerme en Venezuela bajo las condiciones actuales.

¿Por qué seleccionaste Mississauga como ciudad de destino?

Recuerdo que un domingo, leyendo el periódico, me topé con un aviso que decía:”Viva en Canadá”. Entonces le dije a mi esposa: “Es hora de irnos”. ¿Para dónde?- preguntó ella.

Así que evaluamos Australia y Canadá y escogimos esta última por dos razones claves: se encuentra a tan solo seis horas en vuelo directo desde Caracas y hay garantía de trabajo y educación. Una vez elegido el país, nos quedaba seleccionar la ciudad.

Para eso, planeamos unas vacaciones en Toronto para agosto del 2008. Como teníamos amigos en Canadá, le pregunté a uno de ellos cuál era la mejor ciudad.

Recuerdo que me contestó:”Todas son especiales. Por ejemplo, en Vancouver no hay tanto frío (de 1 grado a 2 grados); en Edmonton residen muchos venezolanos de la industria petrolera; y Toronto es una urbe donde operan la mayoría de las compañías.

Además, durante mis viajes por el mundo con la empresa donde laboraba, en cada oportunidad que se presentaba me reunía con la gente de Canadá, para preguntar y preguntar sobre esta nación. Igualmente, le debo mucho a la Internet en la toma de mi decisión.

Describe los primeros tiempos

En esas vacaciones notamos que el canadiense es muy amistoso y dispuesto a ayudarte. Sin embargo, no creo que haya un nativo puro, ya que, al pisar Toronto, descubres muchas culturas, hasta el extremo de ir en un autobús y escuchar cinco idiomas distintos: portugués, inglés, chino, hindi, francés y español.

Los primeros días cumplí una agenda rigurosa: saqué el SIN (seguro social) y la tarjeta del seguro médico (que se tarda tres meses en llegar y, por lo tanto, les recomiendo que vengan asegurados desde Venezuela, como yo lo hice).

También obtuve la licencia de conducir y esto sí significó una odisea de verdad. De modo que traigan la licencia gris y la nueva, porque aquí lo primero que piden es su traducción por el consulado (lo cual es rápido y gratis). Luego, te hacen tu respectivo examen de la vista y el escrito.

Este es difícil y lo puedes tomar en español; pero cuídate de las conchitas de mango, como: «Si tiene un tráiler o casa rodante, ¿qué elementos de los siguientes no puede llevar en la parte trasera?: 1.Gasolina, 2.Perros, 3.Personas».

Por añadidura, te interrogan sobre las señales para la nieve, la cual en Venezuela uno no ve. Yo me vine con la licencia de 5ta, pensando que aquí manejaría un camión. Para nada: luego del examen, sales con un examinador a la autopista y, al aprobar, te envían la licencia a tu casa.

Para arrendar el apartamento, los empleados de SEDAV (que me asesoraron en todo) me dieron un manual muy bueno con los detalles. Uno de ellos era el alquiler. De manera que buscamos un sitio y llegamos al edificio donde se encontraba.

Allí exigieron referencias y ¿cómo iba a tenerlas si no trabajaba? Bueno, ahí entró SEDAV, que se constituyó en mi referencia con los datos completos.

Describe tu situación actual

Ya con el apartamento alquilado, visitamos los colegios cercanos. En ellos nos entrevistaron y le hicieron un examen a mi hija. No se trataba de su aceptación o rechazo, sino de saber cómo venia desde Venezuela.

A la tercera semana de escuela, mientras cocinaba, escuché a mi hija cantando «Oh Canadá», el himno nacional. También la oí hablando inglés con sus amiguitos, a quienes decía: «Valió la pena todo’.De manera que cambié ego por la educación de mi hija. También fuimos a la oficina de ayuda.

En este lugar, evalúan tu nivel de inglés y nos dan, a mi esposa y a mí, clases gratuitas para mejorarlo. Te muestran cómo optimar tu currículo, diferente del que utilizamos en Venezuela, puesto que usan otro modelo y te orientan para las entrevistas.

Aquí cuentas con computadoras, copias y asesoría gratis. Cuando introduces el currículum vitae, las entrevistas se realizan por teléfono o a través de una cámara web. En mi caso, luego de la entrevista, me remitieron información de la compañía interesada para que elaborara un plan de negocio y se lo entregara.

Cumplí con lo solicitado y estoy a la espera. Mi esposa, con menos experiencia, ya está trabajando. En efecto, rompió todas las estadísticas, pues al mes la llamaron y comenzó sus funciones.

¿Cómo ha sido su experiencia con la firma SEDAV? ¿Recomendaría sus servicios?

Como lo expliqué antes, SEDAV formó parte de nuestra decisión un domingo. Al siguiente día, fui a preguntarles sobre sus servicios; el martes firmé y dos años después sigo recibiendo asesoría de ellos.

Muchas personas me dicen que puedo resolver ciertos asuntos por mi cuenta y es verdad; pero el servicio de SEDAV abarca el antes, el durante y el después.

Recuerdo – como si fuera ayer- que, la semana previa a la entrevista en la Embajada de Canadá, recibí la llamada del mismo presidente de SEDAV para saber cómo estaba y formularme posibles preguntas, es decir, simuló «una entrevista de práctica».

¿Te arrepientes de la decisión? ¿Qué harías distinto si pudieras repetir la experiencia?

Me siento contento con mi residencia en este país. Solamente tengo algunas sugerencias: preparen bien el idioma, bien sea francés o inglés. En verdad, esto es importante. También traigan sus documentos traducidos: licencia, títulos, tarjeta de vacunas, partida de nacimiento…

Por último, aunque aseguran que «todo está en ti», necesitas el apoyo de alguien que te diga cómo, dónde y qué hacer. Despreocúpate de la Harina Pan y la Maltin Polar, porque se consiguen por todos lados. Más bien, esfuérzate por prepararte para cuando pises tierra canadiense, multicultural y amiga.

Testimonio publicado al 18 de octubre de 2010

 

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