Gabriela Cardozo, publicista desde Miami, Estados Unidos

Miami

«Cuando piensas en la seguridad, la tranquilidad y las opciones de trabajo que hay en este país, no dudas de que tomaste la mejor decisión».

Profesión: Técnico Superior Universitario en Mercadotecnia, menciones Publicidad y Comercialización.
Edad: 37 años
Ciudad/ País de origen: Venezuela.
Fecha de salida: 7 de enero de 2005
Ciudad/ País de destino: Miami, Estados Unidos.

Testimonial de migración Gabriela Cardozo desde Miami, Estados Unidos

¿Por qué te fuiste de Venezuela?

La madrugada del 16 de agosto del 2004, al ver la apatía generalizada por los que, hasta ese momento, se habían autodenominado líderes opositores, y luego de una serie de sucesos acaecidos durante mi participación política, entre los que hubo agresiones, incluso con arma de fuego hacia mí, mi carro y el negocio familiar (un cyber café), tomé la decisión de irme de mi país.

En verdad, siempre había considerado esa posibilidad; pero para ese momento ya era inminente el camino hacia la cubanización que llevaba a cabo el gobierno, y estaba segura de que eso no era lo que quería ni para mí ni para mi hijo, que justamente ese día cumplía 16 años.

Comencé a trabajar en función de eso, con la certeza de que, por mis circunstancias, era candidata casi segura para un asilo político, puesto que tenía todos los documentos y pruebas de que, para mí, la vida no era segura en Venezuela.

Sin embargo, como “Dios escribe derecho sobre líneas torcidas”, mientras trabajaba como encargada en el cyber, un amigo me convenció de que me registrara en una página de amigos por internet…

Cuál no sería mi sorpresa cuando a los 15 días recibí un correo hermoso, de un chico humilde, sencillo y muy trabajador que vivía en Miami desde hace 15 años. De modo que, para hacerles el cuento corto, me escribió por primera vez a finales de septiembre, a mediados de octubre me pidió matrimonio, el 31 de diciembre se apareció en Venezuela, en enero me vine a Miami, el 26 de marzo nos casamos… y somos superfelices.

Además, por su condición de ciudadano norteamericano, él me pudo reclamar a mí y a mi hijo. Aquí he tenido excelentes empleos (primero en el Departamento de Mercadeo de una compañía de seguros y, actualmente, como gerente en un Pizza Hut).

Mi hijo estudia en una excelente escuela, donde tiene todas las oportunidades de alcanzar sus objetivos. Mi hermano también se vino, obtuvo su asilo político y trabaja para el gobierno americano. Por mi parte, espero hacerme ciudadana para traerme a mi mamá legalmente.

¿Qué fue lo más difícil de la decisión?

Dejar de estar cerca de mi hijo por dos años, tiempo que tardó en salirle la residencia, ya que a él le negaron la visa para venir de turista. Y lo más triste para mí fue irme del país, a sabiendas de que no volvería a ver a mi abuela, quien falleció estando yo aquí. Por supuesto, todo cambio acarrea cierta dosis de sacrificio.

¿Por qué seleccionaste Miami como ciudad de destino?

Siguiendo la voluntad de Dios; por mi hijo, quien comprendió nuestra separación aun con el dolor de estar lejos de su madre; por Julio César, el maravilloso hombre que hoy es mi esposo; por mi madre, quien me apoyó e impulsó haciéndose cargo de la delicada tarea de cuidar a mi hijo adolescente mientras nosotros movíamos cielo y tierra para agilizar el proceso de hacer la espera más corta y, por supuesto, gracias a la página Amigos.com.

Describe los primeros tiempos

Fueron difíciles, pero muy llevaderos con el apoyo de mi esposo. Ya había estado antes en Miami. En una ocasión, me quedé seis meses, pero todo es muy distinto cuando estás legal, ya que son muchas las puertas que se abren, aunque una no deja de extrañar a su familia, amigos y costumbres.

Sin embargo, cuando piensas en la seguridad, la tranquilidad y las opciones de trabajo que hay en este país, no dudas de que tomaste la mejor decisión.

Describe tu situación actual

Actualmente estoy en el College, estudiando el 5to. nivel del curso FCAT (Florida´s Comprehensive Assessment Test), trabajo en Pizza Hut como gerente y mi actual jefa me trasladó a una zona donde mayoritariamente se habla inglés, pues dice que allí “aprendo o aprendo”.

Sé que, al final, se lo agradeceré. ¡Huy, pero cómo me ha costado!

¿Te arrepientes de la decisión? ¿Qué harías distinto si pudieras repetir la experiencia?

No hay arrepentimiento. ¡Lo haría todo exactamente igual!

¿Piensas volver a Venezuela?

Adoro mi país y, aun cuando me haga ciudadana, siempre seré venezolano-americana. Espero volver, pero solo de visita y cuando se haya derrocado la tiranía. Ahora mis afectos están aquí y mi familia es cubano-venezolano-americana.

Testimonio publicado al 06 de enero de 2008.

 

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