Danitza Suárez, técnica universitaria, desde Estados Unidos

Danitza Suárez

«Háganlo bien, organícense, planifiquen, porque lo peor es la improvisación en una tierra desconocida».

Profesión: Técnico Superior Universitario
Edad: 37 años
Ciudad/ País de origen: Caracas, Venezuela.
Fecha de salida: 22 de febrero de 2003
Ciudad/ País de destino: Estados Unidos.

Testimonial de migración Danitza Suárez desde Estados Unidos

¿Por qué te fuiste de Venezuela?

A raíz del paro petrolero, me quedé sin trabajo. Por razones económicas, debí salir del país para cancelar la deuda de mi casa, cuyo pago debía realizar en dólares debido a un préstamo recibido del exterior.

¿Qué fue lo más difícil de la decisión?

Dejar a mi hijo de ocho años, mientras yo me ubicaba en el nuevo país. Pasaron tres meses hasta que pude recibirlo en Estados Unidos. Además, fue duro abandonar la vida de todos los días, mi casa, mis padres, mis amigos, mi perro.

No puedo explicarles el dolor que sentí cuando embalaba cada una de nuestras cositas personales ni el que experimenté aquel día cuando debí tomar el avión, porque esos sentimientos son sencillamente indescriptibles.

¿Por qué seleccionaste el país o ciudad de destino?

Me vine a Estados Unidos porque mi hermano vive allá desde hace más de 14 años y el apoyo de un familiar siempre resulta muy importante. Muchos de los que se han ido antes y han hecho camino poseen toda la información de importancia que necesitas cuando eres nuevo en un país y pueden darte la mano.

Describe los primeros tiempos

Ya hablaba el idioma inglés y conocía el lugar escogido por visitas anteriores. Sin embargo, trabajaba hasta 12 horas diarias, me limitaba en los gastos para ahorrar y no tenía vida social.

Al menos, contaba con mi hermano para apagar las tristezas y, como trabajaba tanto, el hecho de estar ocupada no me dejaba mucho espacio para pensar.

Describe tu situación actual

Planifiqué estar en Estados Unidos por tres años. Al cumplirse este lapso, regresé a mi país, donde me encuentro económicamente estable. Incluso, cancelé mi deuda desde el exterior. Adicionalmente, mi hijo y yo tuvimos la dicha de hacer una vida juntos durante tres años y medio en la gran nación del Norte.

Por eso, él habla un nuevo idioma y tiene otra visión del mundo. Por mi parte, cuento con nuevos amigos y mejoré mi nivel profesional. En fin, vivimos experiencias maravillosas.

¿Te arrepientes de la decisión? ¿Qué harías distinto si pudieras repetir la experiencia?

No me arrepiento en lo absoluto. Fue una vivencia enriquecedora desde cualquier punto de vista. Asimismo, una muy buena decisión en una época de profunda crisis. Creo que no haría nada diferente de como lo hice.

¿Piensas volver a Venezuela?

¡Ya estoy aquí! Regresamos hace varios meses, después del tiempo planificado; pero ni Venezuela ni nosotros somos los mismos. De hecho, una vez que vives en el exterior, ya tu vida no vuelve a ser la misma.

Estamos cómodos en nuestro país, contentos de vivir lo nuestro, de tener una casa propia pagada con la suerte de un trabajo en otra nación. Algo que aquí nos hubiese tomado por lo menos 20 años. Sin embargo, siento que mi hijo pertenece a dos mundos y no entendemos muchas de las cosas que suceden aquí.

Me afectan los sueldos tan bajos, el costo de la vida y los servicios, la inseguridad, la falta de civismo y educación de mis compatriotas, la involución de la sociedad venezolana…De cualquier modo, vivimos y disfrutamos de lo bueno que tenemos de la mejor manera a nuestro alcance.

Mi hijo se reencontró con su Venezuela y yo formo parte de ese pequeño grupo que se atreve a regresar, a vivir nuestro país de cerca, a crearse una matriz propia de opinión.

Con respecto a la mejor sugerencia que le puedo dar al que planea irse es que lo haga bien, que se organice, que planifique, porque no hay nada peor que la improvisación en una tierra desconocida; que asuma el partir como una experiencia de vida, de crecimiento personal; que dé infinitas gracias por la posibilidad que se le presenta de conocer otras formas de vivir que muchos no tendrán y que, a pesar de la tristeza, adopte una actitud positiva ante los cambios…

Testimonio publicado al 01 de julio de 2007

 

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