Alberto Balaguer, abogado desde Valencia, España

valencia

«España también tiene cosas negativas»

Profesión: Abogado.
Edad: 32 años
Ciudad/ País de origen: Caracas, Venezuela.
Fecha de salida: 2000.
Ciudad/ País de destino: Valencia, España.

Testimonial de migración Alberto Balaguer desde Valencia, España

¿Por qué te fuiste de Venezuela?

Por la situación, ya eso todos lo sabemos.

¿Qué fue lo más difícil de la decisión?

Separarme de la familia.

¿Por qué seleccionaste Valencia como ciudad de destino?

Bueno, a mí me llamaron de una empresa valenciana para trabajar.

Describe los primeros tiempos

Los primeros tiempos estaban bien, acababa de salir de un país del 5to. mundo (ojo, no se piquen, es la verdad) en donde nada funciona. Sí es verdad, Venezuela es maravillosa en paisajes, pero de eso no se vive.

En cambio, en España funciona todo más o menos en el 80%, por lo menos se ve a dónde van los impuestos y hay mucha seguridad. Eso me envolvió en una atmósfera de relax y me dediqué a trabajar y ser feliz.

Describe tu situación actual

Esto es muy importante porque ahora que tengo tiempo aquí quisiera abrirles los ojos a todos mis compatriotas venezolanos para que no se hagan ilusiones.

Actualmente tengo trabajo y gano el sueldo mínimo, porque sepan que corren con suerte aquellos que consigan un trabajo en donde no los quieran explotar. Aquí la mayoría de los contratos que te hacen en las empresas son “temporales”, entonces están siempre guindando por la incertidumbre de si te despiden o no.

Además, aquí el gobierno les paga a las empresas un sueldo si contratan a un pasante, como me pasó a mí, y luego que lo contrataron, además de que la empresa ganaba un dinero por él, quisieron echarme a la calle, pero me defendí y gané.

Luego hay que tomar en cuenta que aquí hay mucho racismo. Sí, como lo oyen, España es muy racista. Y yo no soy el típico morenito venezolano, yo soy de piel blanca y paso fácilmente por español, pero apenas te oyen hablar con acento latino ya te ponen una pared delante y te discriminan.

Luego la convivencia con los españoles es muy dura, el español es el típico camorrero “arriechi”, que no le gusta perder y le gusta humillar. Siempre de cinco palabras, tres son palabras ofensivas (gilipollas, capullo, etc.) y así te tratan en el día a día.

Para dar la idea, es como si en Venezuela un jefe tuyo te diga: “pero bueno, huevón, no seas pajúo”.

Eso es muy delicado y cae mal. Siempre están a la defensiva, son una pila de amargados, vas por una carretera y le tocas la corneta a alguien que va delante de ti porque a lo mejor estuvo a punto de causar un accidente y les aseguro que esa persona luego hace todo lo posible para ponerse detrás de ti con su carro solamente para tocarte la corneta, porque a esta gente no le gusta que les reclames nada, ellos te pueden pisar, pero tú a ellos ni se te ocurra.

Lo mismo ocurre con las luces, si le prendiste las luces para avisar algo, en la calle, por ejemplo. A toda hora están esperando solamente que alguien les diga algo para lanzarte un golpe.

Sepan que el horario normal de trabajo es de 9:00 a.m. a 2:00 p.m. y luego de 5:00 p.m. a 8:00 p.m.

Si se trabaja para el gobierno el horario es de 8:00 a.m. a 3:00 p.m. corrido, pero aquí hay algo que se llama almuerzo, que es que a las diez de la mañana, la ciudad se paraliza y todo el mundo se va por una hora a desayunar, y es en ese preciso instante en que las ciudades se paralizan, no hay nadie en ningún lado.

A todos los que quieran venir prepárense para aguantar “violín” hasta más no poder. Aquí la gente no se baña. La semana pasada, en el noticiero de la televisión española, revelaron una encuesta que el 40% de los españoles solo se bañan una vez a la semana, el 10% se baña dos veces y el resto… ¿será que no se bañan nunca?

Bueno, es muy desagradable porque vas por la calle esquivando “violines”, siempre hay alguien a tu lado con un “violín”, tanto en invierno como en verano. Son de verdad muy cochinos y eso a nosotros los venezolanos nos desagrada mucho.

Otra cosa es el cigarrillo, prepárense también porque aquí la gente “fuma hasta fumando”, como lo oyen. Déjenme decirles algo, yo fui fumador, pero el tabaco de aquí es muy fuerte, la mayoría huele a ese que venden en Venezuela (Negro Primero) que es puro tabaco.

Aquí las cafeterías son muy pocas, aquí lo único que hay para desayunar son los llamados “bares” y lo que te venden son sándwiches hechos con media canilla o pan campesino y lo típico que es queso manchego con jamón serrano.

Otros le ponen sardinas, o le ponen sepia u otro marisco, y para beber cerveza (¡en la mañana!), mientras se fuman 4 ó 5 cigarrillos fuertes.

La gente va cual fumarolas por la calle esparciendo ese humo podrido por todos lados, como será que desde que estoy aquí (3 años) sólo he comido en estos “antros mañaneros” como 15 veces porque, de paso, en invierno el bar siempre tiene las puertas cerradas para que no salga el calor de la calefacción y, por supuesto, el humo del cigarrillo.

Y en verano siempre tienen las puertas cerradas para que no se salga el aire acondicionado… y el humo del cigarrillo. A eso hay que agregar el humo de la cocina asando los mariscos.

Total que entras perfumado y limpio a desayunar y sales hecho un asco, oliendo a perros y el olor no se te quita sino lavando la ropa, sin olvidar que la comida es regular, nada como unas buenas empanadas de cazón o pastelitos de queso blanco, ni mucho menos arepas. Los desayunos aquí son malísimos.

Otra cosa es la paciencia en las tiendas y en cualquier lugar en donde una venta se de (panaderías, bares, ferreterías, etc.). Casi siempre tienes que esperar a que el dueño se de su postín en atender uno por uno a los clientes (casi siempre el que atiende se queda conversando con el cliente porque, esa es otra, son unos chismosos de primera) porque es muy raro cuando hay más de una persona atendiendo un comercio.

Si llegas y hay 3 personas delante, más vale que te sientes porque la espera desespera. Olvídense de las tiendas venezolanas en donde no has entrado aún y ya te están atendiendo, aquí no, ni siquiera en los bancos que, de paso, sólo trabajan por las mañanas.

Otra cosa es el sexo. En España hay mucho libertinaje. Esta gente viven y mueren obsesionados con el sexo, todos los días ves por la tele hombres besándose y en programas como el de “Giros TV”, de Maite Delgado, ¿se acuerdan?.

Bueno hay como 3 ó 4 programas diarios de chismes de la farándula y como el de Giros, pero casi siempre los temas son de sexo: que si eres homosexual y no saliste del armario, o que eres una persona con problemas de sexo, o que llevas una doble vida.

Es aburridísimo estar viendo todos los días la homosexualidad, que además es promovida en esos programas ¡en horarios infantiles! Los españoles están tan desatados con este tema que hasta parece que si no eres homosexual eres raro.

Luego están los programas de chismes faranduleros, que si fulana se acostó con mengano y se le vio la que te conté, etc. Casi siempre esos son los temas. En las propagandas casi siempre está una tipa en pelotas y en las playas y en todos lados.

Así que si quieren venir, prepárense para contratar televisión por cable y tendrán suerte si encuentran canales con sonido en inglés y subtitulado. Casi siempre está todo traducido al “spanish”. ¡Qué tal!

Para los matrimonios con hijos este país es una pesadilla porque, además, he visto programas en donde se concluye que consumir drogas está bien, porque al final del programa nunca dicen que está mal hacerlo, por lo tanto los muchachos entienden que eso está bien. Igual pasa con la homosexualidad.

Otra cosa son las discotecas, es difícil encontrar una donde pongan música latina. En casi todas tienen esa changa puesta todo la noche y si encuentras una y te pones a bailar merengue, empieza todo el mundo a verte como un bicho raro.

Ojo, aquí las rumbas de los viernes y el fin de semana empiezan a las dos de la mañana, porque el español está acostumbrado a cenar a las nueve, luego se queda por allí “hablando paja” y a eso de la una o dos de la mañana es que se van para la disco.

Así que ni se les ocurra ir a una disco a las 11, porque no estará ni el portero. Luego la rumba es hasta las 7 de la mañana.

El cine es en español, traducido con acento de aquí. Olvídense de escuchar a Bruce Willis con su voz original. De paso, aquí en España se hablan, a parte del español, 4 idiomas más: valenciano, catalán, vasco y gallego. El catalán, que se habla en Barcelona, está casi obligado aprenderlo.

Todo está en catalán y es requisito fundamental en muchas empresas. Igual que con el vasco, el valenciano es mas permisivo, y aún así siempre las televisiones regionales transmiten en ese idioma.

Se da muchísimo el caso de que en un programa el presentador entrevista a una persona que no entiende el valenciano y a esta persona el presentador le pregunta en español, luego se voltea a la cámara y le habla al televidente en valenciano.

Es un arroz con mango y, de verdad, muy desagradable. Lo mismo pasa en Galicia, donde se habla gallego, pero allí es aún más ligero que el valenciano en Valencia.

Sé que después de esto hay mucha gente que me dirá que soy un criticón, pero luego que estás viviendo en un país varios años, no pretenderás que sólo vas a vivir del trabajo a la casa y de la casa al trabajo. Uno tiene que disfrutar el tiempo libre y hay que buscar con qué entretenerse.

Esto es más o menos una idea de lo que encontrarán aquí, no miento, de verdad. Además, les quiero decir algo, soy hijo de españoles, eso les dirá mi imparcialidad, y si no me creen pregunten por allí. Yo cumplí con ustedes en pintarles el cuento como es, no todo es bonito como se cree

¿Te arrepientes de la decisión? ¿Qué harías distinto si pudieras repetir la experiencia?

Me arrepiento y si pudiera retroceder el tiempo no vendría a Valencia, iría a Galicia, que me parece la mejor región para los venezolanos, aunque el clima no ayuda, pero es lo mejorcito de aquí. Y si no se puede en Galicia, Miami es el destino.

¿Piensas volver a Venezuela?

En cuento salga Chávez me regreso, si es posible, y dejo a los españoles con su libertinaje.

Testimonio publicado al 28 de noviembre de 2003

 

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