Aitor Eizmendi, estudiante desde Bilbao, España

Aitor Eizmendi

«El hogar no es un lugar, es un estado mental».

Profesión: Estudiante/Trabajador
Edad: 23 años
Ciudad/ País de origen: Valencia, Venezuela.
Fecha de salida: 10 octubre 2002
Ciudad/ País de destino: Bilbao, España.

Testimonial de migración Aitor Eizmendi desde Bilbao, España

¿Por qué te fuiste de Venezuela?

La inseguridad es una buena causa, pero si sabes como moverte (por ejemplo no pararte en un semáforo después de las 9 p.m. o no sacar dinero después de las 9 p.m.) es un problema con el que yo podía vivir.

La falta de cultura colectiva de la que muchos hablan, a mí, de verdad, no me quitaba el sueño y reconozco que podría ser el principal problema del país. La razón económica no era mi motivo para irme gracias a que mi padre es dueño de una pequeña compañía y daba para vivir y pagar mis estudios.

El problema grave llegó con aquella devaluación de Bs. 700 por $1 a Bs. 1.400 por $1, la cual se dio en febrero del 2002.

Estaba estudiando aviación en el aeropuerto de Charallave (Oscar Machado Zuloaga), iba pagando a medida que sacaba el curso y cada día se hacía más caro por la devaluación constante, pero ese febrero fue fatal.

Me faltaba el 30% del curso y con aquella devaluación se me puso al mismo costo que tenía cuando comencé a volar, como si no hubiera pagado nada aún. Desde febrero a octubre, cuando salí del país, mi vida era una sola amargura, viendo como mi gran sueño se esfumaba. No me pude graduar.

¿Qué fue lo más difícil de la decisión?

Soy joven con el gusanillo de la aventura, así que sí sentía algo de emoción. Me dolió bastante dejar familia y amigos aunque sabía que los vería más temprano que tarde, además estaba emocionado con la idea de conocer un país nuevo. Lo que sí me dolía mucho era dejar atrás la aviación.

Me llena de frustración, cuando me vine no me traje nada que tuviera que ver con aviones, dejé hasta el reloj con el que volaba. Sí lloré a mi familia y amigos, lloré las 8 horas de vuelo porque mi única oportunidad de ser piloto está en Venezuela, ya que al ser un país petrolero el precio del combustible de avión es muy económico comparado con otros países.

Aquí en España la carrera completa sale en 50.000€ y en Venezuela sale la carrera completa en 15.000€. Hablo de cifras no muy exactas, lo cierto es que aquí tienes que tener mucho dinero para iniciarte en el mundo de la aviación.

Aquí la gente pudiente tiene que pedir préstamos bancarios para pagar el curso. Aquí es imposible para mí. Lo único que puedo hacer es graduarme en Venezuela y revalidar mi licencia aquí, lo cual ya me sale en 6.000€, aproximadamente.

Pros: Una gran aventura, vivir en el extranjero. Contras: Un precio muy caro por la aventura, dejar la aviación (espero que sea momentáneamente)

¿Por qué seleccionaste Bilbao como ciudad de destino?

Mi padre es vasco y por eso me dieron la nacionalidad. Estoy más que legal en este país. Además tengo familiares aquí que me han dado todo el apoyo.

Cuando ya tenía decidido que me venía, mi hermana me llamó un miércoles diciendo: «acabo de hablar con tu tío, que te vas a España la semana que viene. Ya te compré el pasaje y tu tío ya te inscribió en un instituto para que apenas llegues tengas que estudiar».

¿Qué estudiaría? Electricidad Automotriz… Técnico Medio en Electricidad Automotriz. Luego me di cuenta que con el título de bachiller podía elegir una carrera en Técnico Superior. Y claro, me cambié, a Delineación.

No tenía ni la más mínima idea de lo que eso significaba, me sonaba a muchas líneas y fue verdad. Resultó que se trataba de hacer planos de edificios y casas, además salgo capacitado para poder hacer un presupuesto de una obra. Se imaginan que eso no tiene nada que ver con los avioncitos.

Describe los primeros tiempos

Los primeros 3 ó 4 meses fueron un sueño. Una ciudad ordenada donde todo funciona, no tenía más responsabilidad que estudiar de 6 p.m. a 10 p.m. y tener contenta a mi abuela (llegué a casa de mi abuela, que vivía sola, y se alegró mucho cuando me vine con ella).

Conocí gente de aquí, pasé 9 meses sin hablar con venezolanos. Pero todo era chévere. El invierno era algo nuevo para mi, así que no me molestaba ni el frió ni la constante lluvia que caracteriza a Bilbao. Pero luego comencé a caer en cuenta de que no volvería a casa, que eso no eran unas vacaciones.

Comencé a despertarme pensando que estaba en Valencia y que todo había sido un sueño muy largo. Comencé a extrañar a mis padres, hermanos, novia, amigos…. y a mi perro. Me di cuenta que el hogar no es un lugar, es un estado mental.

Al principio no me gustaba mucho decir que era venezolano porque sentía una reacción extraña en la gente. Una vez me levanté a una chica en un bar, besos iban y venían. Al final de la velada me dijo que no la llamara porque no quería que su madre le reclamara que salía con un latino (jajaja ahora sí me da risa, ese día no dio risa). Tenía familia y conocidos pero me comencé a sentir muy solo. Me deprimí mucho.

En carnaval tuve la oportunidad de visitar a un “pana” en Tenerife que ya tenía 1 año allí. Una semana en la isla colonizada por los venezolanos fue suficiente para cargar las pilas, aunque no del todo. Todavía estaba medio “depre”. Nunca escuché en Venezuela música llanera, salsa o merengue; sí los bailaba, pero nada de eso entre semana. Pues aquí escuché una vez el Alma Llanera en una emisora de radio y se me movió el sentimiento patriota.

Actualmente entre mis Cds de ACDC, Aerosmith y Rush tengo cosas como Simón Díaz, Ilan Chester, Sentimiento Muerto, Aditus, Desorden Público. ¡Como me pega mi tierra! Luego de 9 meses llegó mi hermano (también se vino a vivir) y conoció a un venezolano aquí.

El me presentó a otros y comencé a agarrar fuerzas de nuevo. De madre colombiana y padre vasco no tengo nada de venezolano en la sangre, pero soy más criollo que la arepa. Aquí ocurre un fenómeno bastante raro y desagradable para el venezolano anti-chavista, y es que a la juventud aquí les gusta mucho la imagen del Che Guevara. La llevan en camisetas y en gorras.

Yo respeto que ellos admiren los ideales del Che sólo en teoría, pero me molesta sobremanera que al asociarlo con Chávez me pregunten por qué me vine de un país donde se respira tanta libertad y que quiere llegar a ser como Cuba y que ve a Cuba como un modelo de gobierno a seguir.

Han leído mucho y en libros esa historia cubana es linda, pero vivirla en Cuba o actualmente en Venezuela es una completa locura. He discutido mucho eso con amistades de aquí, pero al final me tildan de “yanki imperialista” solo por el hecho de estar en contra de Fidel Castro.

Aquí creen que los gringos nos roban el petróleo y que manipulan de manera radical nuestros gobiernos. No nos conocen, así que no siento apoyo a nuestra lucha por parte de la comunidad española.

Pero con todo y eso camino por la calle con mi gran gorra de Venezuela y el pecho bien lleno de aire porque vengo del país más bello del mundo.

Describe tu situación actual

Estoy estudiando Desarrollo y aplicación de proyectos de construcción (delineación) de 6 p.m. a 9:45 p.m. Por la mañana de 8 a.m. a 3 p.m. estoy haciendo un curso del gobierno vasco para trabajar en la construcción como obrero especializado y los sábados trabajo 8 horas como mecánico de bicicletas en un hipermercado.

No tengo mucho tiempo libre, pero estoy sacando provecho a todo esto y creo que estoy dejando un buen sello como venezolano a donde voy. Tengo un grupo de amigos de Venezuela y tengo amistades de aquí de Bilbao que me han conocido bien y creo que ellos en particular tienen un nuevo concepto del venezolano.

Siempre que salen noticias de Venezuela aquí ellos están pendientes. Hasta arepas han comido y una buena amiga mía ya sabe donde se compra la «Harina P.A.N.» y sabe hacer las arepas, me da mucha gracia. Estoy contento de estar aprendiendo tanto.

¿Te arrepientes de la decisión? ¿Qué harías distinto si pudieras repetir la experiencia?

No me arrepiento porque esto me ha hecho madurar muchísimo y querer a mi país; uno no lo quiere hasta que vives una cultura diferente. Esta experiencia me ha hecho sentir orgulloso de la educación que me han dado mis padres. Aquí también hay muchas cosas malas que no me gustan para nada.

Como ya han comentado antes en otros testimonios, aquí la gente es muy grosera y grita mucho, pero aprendes a llevarlo ya que ellos son así, incluso estando alegres.

Pienso que la “depre” de los primeros meses se debe a que cuando salimos de nuestro país pensamos que al ir a un país que está mejor política y económicamente vamos a resolver de manera radical nuestras vidas y cuando pasan los meses aquí y nos damos cuenta de que aquí hay otros problemas a los que no estamos preparados, sientes como si no existiera un lugar como el que te ideaste antes de venir y te das cuenta de que esa solución en realidad nunca existió.

Lo que haría distinto antes de venir sería tratar de enterarme bien de los defectos y de las cosas malas que aquí también ocurren, para no llevarme el golpe tan fuerte estando ya aquí. Con esto no estoy diciendo que esté decepcionado, por el contrario estoy contento de vivir en una ciudad que me da mucha libertad en muchos aspectos.

Aquí el transporte público es algo casi exagerado. Por ejemplo, para ir a casa de un amigo puedo ir en metro, autobús o tranvía, tienes de dónde elegir cuando tienes que ir a algún lugar. Además, súmenle que nunca voy caminando pendiente de quien me sigue.

¿Piensas volver a Venezuela?

De visita espero poder ir una vez al año. De momento no pienso en regresar porque siento que puedo sacar todavía mucho provecho de esto. Quiero aprender mucho y tener mucha experiencia laboral para poder regresar algún día a Venezuela y poder salir adelante allí.

Me aburro cuando salgo con la gente de aquí, me acostumbré y me encanta la personalidad tan alegre del venezolano la cual espero que no se vea afectada por la situación que se está viviendo en el país.

Me da mucha rabia ver que este país no tiene los recursos naturales que tenemos nosotros y en este país se vive muy bien. Me encantaría que esto sea el fondo que tiene que tocar Venezuela para salir adelante y poder ser un país mucho mejor que cualquiera de la comunidad europea.

Testimonio publicado al 06 de febrero de 2006

 

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