Marta Sánchez, ingeniera desde Edmonton, Canadá

Edmonton

«Nuestro país no me ofrece lo que busco»

Profesión: Ingeniero de Sistemas.
Edad: 27 años.
Ciudad/ País de origen: Caracas, Venezuela.
Fecha de salida: 23 de marzo de 2001
Ciudad/ País de destino: Edmonton, Canadá.

Testimonial de migración Marta Sánchez desde Edmonton, Canadá

¿Por qué te fuiste de Venezuela?

Principalmente, buscando una mejor oportunidad de trabajo que mi país no me estaba ofreciendo. Yo llegué de Canadá a finales de octubre de 2000, adonde había ido a jugar rugby, y en noviembre comencé mi búsqueda de trabajo en Venezuela.

¿Qué fue lo más difícil de la decisión?

Yo creo que, como cualquier decisión importante en la vida, lo más difícil es afrontar nuestros propios miedos. El miedo a fracasar siempre nos detiene a pensar si estamos seguros de nuestra decisión.

En este caso, mis miedos eran el hecho de venir y no conseguir trabajo tampoco, y de que las cosas no salgan como yo las esperaba.

Otro inconveniente que tenía, y todavía tengo, era conseguir alguna fuente de dinero para pagar mis gastos, como comida y cosas personales, ya que yo no contaba con mucho dinero para venir y sostenerme aquí.

¿Por qué seleccionaste Edmonton como ciudad de destino?

El año pasado tuve la oportunidad de venir a Canadá y jugar rugby para un equipo en Edmonton. En el año 1999, vine con la selección nacional de rugby de Venezuela en un tour de 21 días, que nos llevó a cinco ciudades.

Después de ahí, tomé un curso de inglés por 5 meses en Austin, Texas, EE.UU. Mi inglés siempre fue para mí una desventaja y una frustración. Cuando regresé a Venezuela en diciembre de 1999, mi entrenador de entonces me comentó que si me interesaba ir a Canadá a jugar rugby con un equipo.

Tomé la decisión de venirme para mejorar mi inglés. Viví en Edmonton, entre abril y octubre de 2000. Mi experiencia fue magnífica, sin embargo, ya para entonces tenía más de 1 año sin trabajar y ya era hora de empezar otra vez.

Pero, como ya mencioné anteriormente, conseguir trabajo en Venezuela fue algo imposible para mí.

Describe los primeros tiempos

El año pasado, cuando vine por primera vez, creo que mi adaptación fue bastante fácil. Además, el hecho de estar jugando me permitió conocer bastante gente y darme cuenta de las diferencias. Creo que lo que más me pegó fue el clima. A pesar de que nunca he estado durante invierno, pasé bastante frío.

En invierno la temperatura media es de -10 grados centígrados, pero para mí estar a 10 grados es frío, sin embargo, para la mayoría de la gente esa es la temperatura normal. Este año, desde que llegué nuevamente a Canadá, creo que lo que más he extrañado es la gente, mis amigos y familia.

A pesar de que conozco personas, podría decir que sólo dos son amigos. Creo que los venezolanos somos, a pesar de todo lo malo que podamos ser, mejores amigos y más preocupados por los demás, de lo que son aquí. Es difícil explicar, si no se ha vivido afuera y no se ha pasado por esa experiencia.

Aquí cada quien vive en su mundo, son muy cerrados. Si alguien tiene un problema, lo resuelve. Nunca preguntan o piden ayuda, nadie ofrece ayuda tampoco. En cambio, nosotros los venezolanos siempre tenemos alguien que nos ayude, porque lo buscamos o simplemente porque nos ofrecen ayuda.

Somos más calurosos, saludamos con besos y abrazos, y creo que eso nos ayuda a sentir que siempre contamos con alguien. Otra de las cosas que me ha costado adaptarme es la comida.

Yo estaba acostumbrada a mis fuertes desayunos y almuerzos, pero aquí la comida fuerte es la cena, entonces he hecho un híbrido, desayuno muy bien, en el almuerzo como ligero y en la cena ligera también.

Describe tu situación actual

Actualmente, después de 3 meses, sigo buscando trabajo. También estoy pensando tomar un curso de «web developer» en la universidad. Buscar trabajo aquí en Canadá no ha sido nada fácil tampoco, principalmente porque no estoy autorizada para trabajar.

Primero necesito conseguir el trabajo y la empresa que me patrocine la visa, y eso es complicado. Por esa razón pienso que si tomo el curso, que dura 6 meses, el hecho de tener un diploma de aquí podrá abrirme puertas. Es difícil cuando no conoces y no tienes contactos en el área en la que estoy buscando trabajo.

Hasta ahora he tenido una sola entrevista personal, posiblemente otra en los próximos días. Insisto, no ha sido fácil para mí porque todavía no he logrado mi objetivo por el cual vine. Les confieso: ha sido difícil y, a veces, se torna frustrante.

¿Te arrepientes de la decisión? ¿Qué harías distinto si pudieras repetir la experiencia?

No me arrepiento, como mencioné anteriormente, soy de las personas que me gusta arriesgarme. ¿Cómo saber si te irá bien o mal, si no lo intentas? Después de todo, si no sale como yo espero, simplemente regreso a Venezuela donde está mi casa, mi familia y mis amigos.

Es bueno contar con eso y saber que siempre tienes un sitio donde puedes ir incondicionalmente. A esos que están pensando irse, no sé qué decirles, depende sólo de ustedes. Me da mucho dolor ver como jóvenes como yo y como muchos de mis amigos de la universidad se han ido.

Muchos de nosotros queremos a nuestro país, a pesar de lo que diga la gente. ¿Es pecado acaso buscar nuevas oportunidades? Somos seres humanos y jóvenes y, lamentablemente, nuestro país, al que tanto quiero, no me ofrece lo que busco.

¿Piensas volver a Venezuela?

Bueno, como les dije, estoy probando. Sí pienso regresar, por supuesto, pero todo depende. No tengo una respuesta definitiva aún de cuándo y por cuánto tiempo. Allá, en Venezuela, está mi casa y mi familia.

Testimonio publicado al 18 de julio de 2001

 

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