Héctor Carbonell, comunicador desde Castilla, España

La Castilla

«Hay seguridad en todos los sentidos: personal, jurídica y sanitaria»

Profesión: Licenciado en Comunicación Social.
Edad: 24 años
Ciudad/ País de origen: Caracas, Venezuela.
Fecha de salida: Enero de 2002.
Ciudad/ País de destino: Socuéllamos, Castilla-La Mancha, España.

Testimonial de migración Héctor Carbonell desde Castilla, España

¿Por qué te fuiste de Venezuela?

Me enamoré de una española y decidimos que la mejor opción era irnos a vivir a su país, así es que eso hicimos, a sabiendas de lo difícil y complicado que era el tema de la inmigración.

¿Qué fue lo más difícil de la decisión?

Sin duda lo que más me costó aceptar era que mi carrera universitaria no serviría de nada por un tiempo. Hoy todavía estoy esperando la regularización y sigo a la espera de una oferta laboral decente porque, sinceramente, no te ofrecen puestos muy interesantes que se diga.

Si algún empresario español quiere ponerse en contacto conmigo puede hacerlo a través del correo electrónico [email protected] De momento seguiré buscando empleo.

¿Por qué seleccionaste Socuéllamos como ciudad de destino?

Obviamente, lo más importante para seleccionar España era mi relación con una ciudadana de ese país, pero, al margen de eso, siempre me pareció muy interesante vivir en Madrid o Barcelona, y no pierdo la esperanza de conseguirlo.

Describe los primeros tiempos

Los primeros tiempos, que son estos que vivo, son muy duros. Saber que en tu país eras una persona que conocía a muchas personas y que tenía dónde buscar un empleo siempre es difícil de aceptar, pero sé que en poco tiempo podré salir adelante junto a mi esposa, y eso es lo importante.

No tengo complejos y al final eso te ayuda mucho. Las discriminaciones van y vienen, están a la orden del día, pero no importa, hay que seguir adelante.

Describe tu situación actual

Mi situación actual es la de miles de inmigrantes que viven en España: en el paro y esperando que la Policía Nacional me entregue la residencia comunitaria. No se crean que por estar casado con una española todo es más rápido, la burocracia sigue su ritmo y todos vamos en un mismo lote.

Por suerte soy muy insistente y normalmente consigo a un funcionario eficiente que me trata con dignidad y que me diga lo que quiero saber.

Recuerdo particularmente a una funcionaria de la Policía Nacional de Ciudad Real que me atendió muy bien, a otra de la Subdelegación de Gobierno de Tarragona y a la organización que probablemente más ayuda me ha prestado, la Unión General de Trabajadores (UGT).

Recomiendo a cualquier persona que venga a España que se acerque a ellos, siempre cuentan con personal muy capacitado y dispuestos a ayudar sin ningún tipo de complejo.

¿Te arrepientes de la decisión? ¿Qué harías distinto si pudieras repetir la experiencia?

No haría nada distinto. Creo que no se debe uno arrepentir de lo que hace, en todo caso uno debe aprender de los errores y no volver a cometerlos.

¿Piensas volver a Venezuela?

De momento no pienso volver, creo que el nivel de vida en España es muy superior y la seguridad que te proporciona este país es increíble.

Hay seguridad en todos los sentidos: personal, jurídica y sanitaria. No consigues mayores problemas de delincuencia, sabes que hay justicia, aunque sea lenta, y si tienes una enfermedad grave estás seguro de que vas a recibir asistencia sanitaria gratuita y te van a hacer lo que haga falta para que te recuperes.

Sé que puede sonar muy egoísta, pero mientras en Venezuela no haya una decisión firme y marcada de cambio, que comienza por el tema de la educación, la opción de volver a Venezuela es muy remota.

Uno no tiene porque estar en desagrado en un país donde nada funciona bien, solo por patriotismo. Hay que ser realistas.

Testimonio publicado al 9 de febrero de 2003

 

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