Fabio Pallottini, ingeniero desde Canarias, España

Las Palmas de Gran Canaria

«Fui recibido con los brazos abiertos, la gente es tan cálida como el venezolano»

Profesión: Ingeniero Geólogo.
Edad: 28 años
Ciudad/ País de origen: Caracas, Venezuela.
Fecha de salida: Agosto de 2001.
Ciudad/ País de destino: Las Palmas de Gran Canaria, España.

Testimonial de migración Fabio Pallottini desde Canarias, España

¿Por qué te fuiste de Venezuela?

Mi razón principal para dejar Venezuela fue muy concreta: la inseguridad personal. Fui víctima del hampa en repetidas ocasiones, en la última casi pierdo la vida. Cuando se trata de algo tan básico y primordial como “la vida” creo que nadie lo piensa dos veces.

Otras razones jugaron un papel importante, entre ellas la salida de mi familia fuera de Venezuela, son inmigrantes europeos que simplemente decidieron regresar a su tierra (aunque hoy en día siguen diciendo que Venezuela es su verdadera tierra).

A ellos los movieron otras razones, entre ellas las más conocidas: situación económica, inseguridad, ausencia de un futuro promisorio, sobre todo para mis hermanos menores, inestabilidad en el sistema político y todo el clima que se respiraba y se respira aún en nuestro país.

También, muchos de mis buenos amigos dejaban en ese momento el país. Todas las condiciones se mezclaron y no quedaba un vínculo mayor con mi país que mi trabajo. Así que decidí continuar mi educación en Europa, vine a estudiar un Master.

¿Qué fue lo más difícil de la decisión?

Realmente lo más difícil fue dejar atrás mi trabajo, estaba con una importante compañía multinacional de servicios a la industria petrolera. Ya les había planteado mi deseo de salir a radicarme en otro destino internacional, pero en ese momento no se dieron las condiciones ni la voluntad por parte de ellos para el traslado.

Por lo tanto, decidí buscar un post-grado interesante e invertir mis ahorros en continuar mi educación a un nivel superior. Fue duro dejar esa «relativa estabilidad» que me ofrecía la compañía, pero tenía claro que en un país donde el concepto estabilidad se hacía cada día algo más intangible pronto desaparecería esa sensación que experimentaba.

¿Por qué seleccionaste Las Palmas de Gran Canaria como ciudad de destino?

Seleccioné las Islas Canarias porque consideré que era el destino menos impactante para un venezolano que deseaba radicarse en otro país y que sentía que su proceso de adaptación podría ser difícil. Por otra parte aquí ofrecían el post-grado que me interesaba.

El clima y la gente jugaron un papel importante. Ya había venido de vacaciones y la verdad es que estos elementos me parecieron bastante similares a los que tenemos en Venezuela.

Contaba con la ventaja de poseer pasaporte comunitario, lo cual me abría todas las puertas en el aspecto de la residencia, seguridad social, etc.

Todo el trabajo previo de investigación y trámites los realicé por Internet, gracias a esta maravillosa herramienta pude conocer el post-grado, contactar con la universidad, aplicar y conocer sobre los costos de vida y la documentación. Fue un período importante de unos 6 meses de planificación.

Describe los primeros tiempos

Simplemente fui recibido con los brazos abiertos, la gente es tan cálida como el venezolano. Pronto pude hacer amigos dentro y fuera del ámbito universitario. Inclusive puedo decir que me siento seguro y protegido por algunas de estas personas que siempre han estado pendientes de mi.

Debo reconocer que la gente de las Islas está un «poco loca», son como nosotros en muchas cosas pero también muy diferentes en otras. Esa «locura» (bien entendida claro) es lo que hace de este sitio un lugar agradable, viven y ven la vida bajo un prisma muy particular.

Son una mezcla de lo moderno y lo tradicional, de lo urbano y lo rural debido a su particular entorno geográfico.

Describe tu situación actual

Ya estoy finalizando el Master, he tenido excelentes resultados en cuanto a calificaciones y he podido participar en algunos proyectos interesantes aquí en la isla. Inclusive tuve la oportunidad de dictar cursos para el Fondo Social Europeo, lo cual era muy bien retribuido.

Sin embargo, las posibilidades de trabajo son muy limitadas en Canarias por su excesivo crecimiento demográfico en un entorno geográfico tan reducido. Lo que me ha llevado a plantearme dar un salto a la península. En un principio me iré a casa de mis padres.

Mi búsqueda de trabajo en mi área profesional es la prioridad en estos momentos. Espero tener un poco de suerte y poder sortear con éxito algunas de las dificultades que implica el incorporarse a un mercado laboral nuevo.

He notado que en Europa, excluyendo las Islas Canarias, existe cierto prejuicio hacia los latinoamericanos. Me baso para decir esto en algunas respuestas a mis solicitudes de empleo por parte de empresas europeas.

En una ocasión me contestaron, de forma sutil, pero muy clara, que me planteara regresar a mi país porque las expectativas laborales en Europa para mi perfil eran escasas (cuando había aplicado para un puesto que encajaba con mi perfil).

Otras empresas simplemente ni contestan, ni siquiera para decir que han recibido la documentación (sobre todo las empresas españolas).

Lamentablemente, en Europa la xenofobia hacia los inmigrantes está creciendo en forma impresionante, puede que los latinoamericanos nos salvemos de entrar en ese saco o por lo menos somos vistos con un mayor grado de tolerancia.

Sin embrago, la tendencia del europeo a generalizar y clasificar al inmigrante juega un papel en contra de nuestras oportunidades en muchas ocasiones.

¿Te arrepientes de la decisión? ¿Qué harías distinto si pudieras repetir la experiencia?

No me arrepiento, porque considero que ésta es una experiencia que me ha hecho crecer enormemente, me ha enseñado a sentirme más venezolano y a valorar las cosas increíbles que somos y tenemos. Me ha dado conciencia de la capacidad, creatividad y nivel de los venezolanos en todos los campos.

Me hubiera gustado informarme más sobre la realidad laboral de Europa, salí con una falsa idea de llegar a un sitio lleno de grandes oportunidades y la verdad es que me ha decepcionado un poco ver que es todo lo contrario.

Los mercados laborales son muy restringidos, los empleados no gozan de una estabilidad adecuada (es difícil conseguir un contrato indefinido antes de los dos años de desempeño), los jóvenes cada vez más preparados y con acceso a la universidad se quedan sin empleo tras finalizar sus estudios, teniendo que desempeñarse en otras actividades para las cuales están sobre-calificados.

Sólo los profesionales de áreas muy específicas son requeridos con urgencia, por ejemplo: informática y telecomunicaciones. Estoy seguro de que tienen muchas más oportunidades de lograr una estabilidad las personas con habilidades y profesiones técnicas, como la fontanería (plomería), la electricidad, etc., que estén dispuestas a trabajar duro, con un poco de habilidad y mucha honestidad.

Europa no es lo que nos venden, sobre todo España. Aunque la riqueza está repartida equitativamente entre la población y los servicios básicos funcionan más o menos bien (a excepción de la asistencia médica que es muy lenta, burocrática y, en ocasiones, la calidad del personal deja mucho que desear), las oportunidades son escasas y el español es un personaje muy competitivo, que puede llegar a ser bastante déspota, por no decir grosero.

¿Piensas volver a Venezuela?

Si mi búsqueda de empleo es infructuosa en un plazo de pocos meses, estoy seguro de que regresaré a mi país para volver a trabajar en mi área original, el petróleo. Si consigo trabajo en Europa, pienso ir de vacaciones en cuanto tenga la oportunidad. Quiero visitar a mis amigos y al resto de mi familia que permanece en el país.

Testimonio publicado al 27 de agosto de 2002

 

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