César Rojo, arquitecto, desde Puerto Rico

Hormigueros, Puerto Rico

fotoeeuu_peq«Trabajo en mi profesión y estoy inscrito en el American Institute of Architects».

Profesión: arquitecto
Edad: 52 años
Ciudad/ País de origen: Venezuela
Fecha de salida: 18 de diciembre de 2000
Ciudad/ País de destino: Hormigueros, Puerto Rico, Estados Unidos.

Testimonial de migración César Rojo, arquitecto, desde Puerto Rico

¿Por qué te fuiste de Venezuela?

En primer lugar, porque -por medio de Internet- contacté a una boricua, con quien comencé una relación virtual que duró tres años. Nos conocimos personalmente en la República Dominicana. Sin embargo, la decisión de emigrar la tomé en el 2000.

¿Qué fue lo más difícil de la decisión?

Como la mayoría diría: «Dejar el país y a los familiares es bien duro». También lo es adaptarte a las costumbres. No obstante, Puerto Rico no es tan extraño para nosotros; pues el temperamento de sus nacionales es bien parecido al de los venezolanos.

En síntesis, reconozco que los puertorriqueños son solidarios, amistosos y serviciales.

¿Por qué seleccionaste Hormigueros, Puerto Rico como destino?

Como señalé antes, conocí, me enamoré y me casé con una boricua. Tal vez, el hecho de no tener hijos hizo todo más fácil. La verdad es que fui afortunado, ya que, cuando decidí venirme, en Venezuela apenas comenzaba la destrucción del país.

Allá disfrutaba de un buen empleo, el cual todavía ejercería si hubiese resuelto quedarme, tal como me lo aseguran cuando visito la empresa empleadora y a mis compañeros de trabajo.

Describe los primeros tiempos

Se me ha hecho problemático aceptar la cocina local, debido a su monotonía o poca variedad. Ciertamente, la isla es pequeña, no como Venezuela, donde cada región se distingue por sus costumbres en todos los aspectos.

Por otra parte, en Puerto Rico, la influencia americana es demasiado grande y la proliferación de comida rápida, terrible. En cuanto a las relaciones con las personas, las califico de excelentes, dado que el puertorriqueño es muy amistoso y te trata, desde que te conoce, como uno más de aquí.

El idioma es el «Spanglish», una mezcla lingüística tremenda. Esta se explica porque hay muchos boricuas que vivían en Estados Unidos y al regresar a la isla imagínense el enredo. Considero tranquila la zona donde resido y la inseguridad es casi 0%.

De hecho, vivo lejos del área metropolitana, que es más agitada e insegura. Nunca como Caracas, pero un tanto.

Describe tu situación actual

Trabajo en mi profesión, en la oficina de un ingeniero. Solo que aquí te exigen licencia para firmar planos y su obtención requiere alrededor de cinco años o más, puesto que primero debes revalidar los estudios universitarios (a veces tienes que tomar clases en una universidad para algunas materias).

Después de esa fase, sigue la tramitación de la licencia de entrenamiento, que abarca alrededor de dos años, aunque en paralelo puedes presentar los exámenes para sacar la licencia principal, los cuales se redujeron a siete (en el pasado eran nueve).

En efecto, no es fácil ser arquitecto en Puerto Rico. Sin embargo, una vez que te conceden la licencia, puedes revalidarla en varios estados de esta nación. No es como en Venezuela, donde te gradúas, te inscribes en el colegio profesional y ya.

Actualmente, estoy inscrito en el AIA (American Institute of Architects), que tiene un reglamento para personas como yo, con estudios en otros países. Asimismo, mantengo mi inscripción en el Colegio de Ingenieros de Venezuela (CIV), para no perder mi licencia venezolana, por si acaso.

Recomiendo a quien emigre que no deje perder ese contacto, porque no se sabe si más adelante lo necesitará. Por ejemplo, en mi caso, el AIA me solicitó la inscripción en el Colegio de Arquitectos o Ingenieros de Venezuela y menos mal que la tenía.

¿Te arrepientes de la decisión? ¿Qué harías distinto si pudieras repetir la experiencia?

No me arrepiento y no me puedo quejar, pues me ha ido bien hasta ahora, gracias a Dios, y que siga así. Lo más arduo – como todos saben – es el papeleo de la inmigración. En Puerto Rico exigen los mismos requisitos que en el resto de Estados Unidos.

Mi gestión se facilitó por mi matrimonio con una borinqueña, con quien sigo casado. ¡Ya cumplimos once años juntos!

¿Piensas volver a Venezuela?

Cuando me retire de la vida laboral en Puerto Rico, quisiera buscar algo en mi país de origen, siempre, por supuesto, que la situación allá se estabilice y el señor que hoy gobierna y sus secuaces desaparezcan. Por los momentos, creo que los venezolanos vamos por buen camino en el logro de ese ideal.

Testimonio publicado el 8 de abril de 2013

 

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