Viendo 4 entradas - de la 16 a la 19 (de un total de 19)
  • Autor
    Entradas
  • #264620
    Invitado MQI
    Miembro

    Margarita, enhorabuena por la feliz espera, que sea un(a) bebé sano y hermoso.

    Según entiendo, su esposo tiene nacionalidad española, con lo cual debería intentar averiguar el la embajada los trámites para conseguir una ayuda como "emigrante retornado", no es que sea mucho, pero sumadas a las 120 mil pesetas de la maestría pues permiten ser un buen complemento. Yo creo que con ese dinero y con el añadido que durante un tiempo no van a tener que pagar casa pueden ustedes empezar sin lujos pero sin penurias ya que por lo regular lo mas caro y lo que mas lleva del presupuesto familiar es la vivienda (alrededor de un 50%), la alimentación es bastante barata. Yo le puedo decir que mi mujer y yo llevamos ya 10 años en España y hacemos mercado cada 15 días y compramos absolutamente de todo para el hogar (es decir, no sólo comida, sino complementos de aseo, higiene, caprichos, etc). Solemos llenar el carrito de compra hasta arriba tanto que a veces se caen las cosas y nos gastamos mensualmente entre las 45 y las 50 mil pesetas (+/- 5%). Ojo pelao: NO tenemos niños, con lo cual no sabemos lo que estas criaturas puedan hacer en nuestros bolsillos.

    De todas formas, ten en cuenta que siempre al llegar se tienen una serie de gastos extraordinarios que luego no forman parte de la rutina, así que no te asustes al comienzo. Sobre todo ten en cuenta que quizás tengas que gastar dinero en ropa de invierno, etct, etc.

    Desconozco en cambio las oportunidades de hacer un trabajo a tiempo parcial en La Coruña; te comento también que los idiomas que dominan son una excelente llave para abrirse muchas puertas.

    No te preocupes por la adaptación. Ya lo he escrito mil veces, aquí el rechazo que hay es al comportamiento fuera de control, si eres una persona normal y corriente y sobre todo si aceptas el refrán "donde fueras haz lo que veas" no tendrás problemas, y mucho menos en Galicia.

    Mucha suerte y seguimos por aquí para lo que sea,

    José Ramón.

    #264621
    Invitado MQI
    Miembro

    Hola, Margarita
    He leido varios mensajes tuyos, y te noto algo preocupada. Por lo que he leido de tu, creo que no tendras ningun problema para nada. Viviendo en casa de los familiares, en el peor de los casos, solo con las 120.000 ptas podreis comer y vestiros. Y si encuentra algun trabajo a media jornada, entonces si que ya no tendreis ningun problema. Ademas, en caso de necesidad, siempre hay trabajos que puedes ejercer a pesar de estar embarazada y no tener permiso, como por ejemplo e costurera. Aqui en Barcelona esta solicitadisimo, y casi siempre es economia sumergida. osea, que no hay ni seguridad social y te pagan en negro, pero por contra, no necesitas ningun contrato ni permiso de trabajo. De todas formas, si puedes, evita ese tipo de trabajos, pues no suelen estar bien pagados, ademas de ser ilegal, aunque el que verdaderamente infringe la ley es el que te contrata.
    En definitiva, que lo tienes muy bien. Ojala todos lo tuvieran como tu, y no debes preocuparte por nada. Y aunque aqui no digamos tanto mi amor y no parezcamos tan sociables, lo somos como los que mas. Simplemente se normal, educada y respetuosa, y lo mismo seran contigo.
    En referencia a la pregunta principal, que era si Barcelona o Madrid, yo vivo en Barcelona, he estado en Madrid, y aunque son ciudades muy parecidas, creo que es mejor Barcelona, por el clima, la distribucion de la ciudad, y sobretodo el mar y la cercania de la Montaña. En cambio, esta casi la obligacion de aprender catalan, y el caracter mas cerrado de los catalanes, que incluso a veces se muestran toscos con españoles de otros sitios. Aunque tampoco es debe preocupar, porque en Cataluña, lo que menos hay son catalanes de ese tipo. Hay gente de todas partes, y catalanes muy majos. En eso tiene ventaja Madrid, que no hay que aprender otro idioma, y la gente es quiza mas abierta, aunque si quieres gente amable y abierta, vete a Sevilla, otra hermosa ciudad.
    Un saludo

    #264622
    Invitado MQI
    Miembro

    Gracias, Antonio, por sus palabras. Cuando las leí me detuve en el pensamiento que hasta ahora he tratado de mantener: la necesidad de no perder el buen ánimo y de creer que todo saldrá bien si nosotros hacemos nuestra parte. Miles de gracias por sus valiosas explicaciones.Antonio escribió:

    #264623
    Invitado MQI
    Miembro

    Me permito transcribir este excelente reportaje acerca de Barcelona, que probablemente responda a muchas preguntas sobre esta fantástica ciudad.

    Yo, aunque vivo en Madrid, soy un apasionado de esa ciudad.

    Saludos,

    José Ramón.

    Cada vez más gente la considera
    el destino ideal para disfrutar de
    la buena vida. De sus tres
    millones de turistas al año, el
    mayor número procede de
    Estados Unidos, el Reino Unido
    e Italia.

    Olvídense de la Sagrada Familia.
    Olvídense de las Ramblas.
    Olvídense del Museo Picasso.
    Olvídense de la catedral.
    Olvídense, incluso, del Camp
    Nou. Éstas no pueden ser las
    razones por las que Barcelona se
    ha vuelto un destino tan
    extraordinariamente popular para
    los turistas extranjeros; el motivo
    de que, por ejemplo (y hay
    muchos ejemplos), la edición
    británica de la revista Condé
    Nast Traveller acabe de designar
    Barcelona como su ciudad
    preferida en el mundo, muy por
    delante de París, Venecia y
    Roma.

    Porque, no nos engañemos, si de
    lo que hablamos es de gran arte o
    gran arquitectura, Barcelona entra
    en la primera división europea,
    pero nunca la va a ganar. La
    primera vez que uno ve París, se
    queda estupefacto. La primera vez
    que uno ve Barcelona, dice ‘qué
    bonito’, ‘qué agradable’ o -al ver
    un edificio de Gaudí- ‘qué
    maravilloso y qué extraño’. Pero
    no se queda estupefacto. No se
    queda boquiabierto ni piensa:
    ‘¡Dios mío, éste es el sitio más
    bello y asombroso que he visto en
    mi vida!’.

    Entonces, ¿cuál es el secreto?
    ¿Por qué no cesa la invasión de
    los turistas? Yo lo tengo bastante
    claro. He vivido en otras ocho
    ciudades y he visitado alrededor
    de 80, pero Barcelona, a la que
    me trasladé desde Washington en 1998, es el único
    lugar que conozco donde quisiera pasar el resto de mi
    vida. Pero mi opinión es tan exageradamente parcial
    -como un culé hablando del Barça- que, por el bien de
    la investigación científica, lo que he hecho es buscar
    barcelonadictos que no viven en Barcelona (una
    especie nada fuera de lo común, descubrí) y hacerles la
    pregunta a ellos.

    Sus respuestas incluyeron, por supuesto, factores como
    el buen tiempo; las tarifas aéreas, que cada vez son más
    baratas; el tamaño justo que permite recorrer gran parte
    de la ciudad andando; la calidad de la comida, el mar,
    y el hecho (al parecer, fundamental para italianos y
    londinenses) de que, desde aquella fabulosa operación
    publicitaria también conocida como los Juegos
    Olímpicos de 1992, Barcelona ha logrado mantener su
    reputación internacional de ciudad elegante y moderna.

    Pero fue cuando les planteé la pregunta ‘¿qué es lo que
    hace a Barcelona distinta de otros lugares que también
    tienen el mar, el sol y los calamares?’ cuando empezó a
    desenmarañarse el misterio del discreto encanto que
    ejerce la capital catalana sobre buena parte de la
    humanidad.

    Lauren, una surafricana que vive en Londres y ha
    viajado por todo el mundo, no habla español ni catalán,
    pero dice que Barcelona, que ha visitado media docena
    de veces en los 10 últimos años, ‘es la única ciudad que
    conozco en la que nunca me da ni pizca de vergüenza
    parar a la gente en la calle para preguntarles alguna
    dirección’.

    Un gran ambiente

    Curiosa observación, pero, según Lauren, altamente
    reveladora. ‘Lo que quiero decir es que a una no la
    hacen sentirse distinta, como en todas las demás
    ciudades europeas que conozco. Una no se siente
    extranjera. Te dejan en paz. A la gente no le importa si
    soy inglesa o de cualquier otro sitio. Al contrario que
    en otros lugares, nunca me ha preguntado nadie de
    dónde soy. Más que nada, lo que hay es un gran
    ambiente. Siento instintivamente que sus habitantes
    tienen buenos valores; que son generosos, amables y
    respetuosos. Reciben bien a todo el mundo. Y así me
    parece que puedo integrarme, que nadie me presta una
    atención especial, y eso hace que sea muy fácil y
    cómodo ir de turista’.

    Con la excepción de los que viven en Inglaterra, parece
    que los turistas que están más locos por Barcelona son
    los italianos. Por eso agregué a mi lista de
    entrevistados a mi amigo Daniel, el experto mundial en
    lo que opinan los italianos de la capital catalana.
    Daniel, argentino de sangre italiana, vive en Barcelona
    hace tiempo y tiene una afluencia constante de
    peregrinos que vienen a visitarle de Italia. Resulta,
    según Daniel, que para ellos el factor comodidad
    también es elemental. ‘Una razón importante por la que
    les gusta Barcelona a los italianos, aparte, claro está,
    de que la ciudad y el estilo de vida les recuerdan en
    muchos aspectos a los suyos’, explica Daniel, ‘es que no
    se sienten tan presionados como en sus propias
    ciudades’. Lo cual se debe, en parte, a la densidad de la
    población (España tiene casi dos veces y media más
    espacio por persona que Italia), pero también esta
    relacionado con esa actitud de ‘vive y deja vivir’ a la
    que aludía Lauren. ‘En Italia’, dice Daniel, ‘la gente está
    siempre juzgando a los demás, su aspecto, su forma de
    vestir, su forma de actuar. En Barcelona, sus habitantes
    son poco dados a las demostraciones, discretos -todo
    lo contrario de ostentosos-, y respetan esas mismas
    cualidades en los demás. Todo el mundo es aceptado
    por la sociedad, sin excluir los visitantes de fuera.
    Barcelona para los italianos cumple el objetivo
    esencial de unas vacaciones: aquí pueden, realmente,
    descansar’.

    Keith, un londinense, también insiste en el factor relax.
    ‘En Barcelona no hay ningún reto al que hacer frente,
    como en Nueva York, donde, incluso de turista, se tiene
    la sensación de que hay que estar constantemente
    deprisa, de que uno llega tarde a una cita. En
    Barcelona, el ritmo de la vida diaria está adaptado
    perfectamente para las personas. Es una ciudad
    construida en torno al reloj biológico, y no al contrario.
    Y uno tampoco se siente tan presionado como en París
    -una ciudad presumida y arrogante que te dice: ‘Mira,
    ¿a que soy fantástica? ¡Qué suerte tienes de que te deje
    estar aquí!’-. Barcelona da la impresión de estar más a
    gusto consigo misma y con el mundo. No presume.
    Tiene una actitud de ‘la tomas o la dejas’. De que le da
    igual cómo respondas a lo que te ofrece’.

    Relajante

    Puede que Barcelona sea relajante, pero no, según mis
    entrevistados, soporífica. Stephen, que también es de
    Londres, dice que Barcelona tiene más vida que París,
    ‘un lugar que parece encerrado en el pasado, como un
    museo’. ‘Barcelona es la prueba de lo que una ciudad
    puede y debe ser, sobre todo para los londinenses, cuya
    ciudad da la impresión constante de estar a punto de
    implosionar. En Barcelona hay una sensación de
    regeneración permanente. No hay más que ver la zona
    de la Villa Olímpica. No existe nada parecido en
    Londres, donde lo mejor que sabemos hacer es
    inventarnos un nuevo distrito financiero. En Barcelona,
    uno siente que es una ciudad que busca beneficiar a las
    personas’.

    Keith está de acuerdo. ‘En la mayoría de las demás
    ciudades europeas’, dice, ‘los centros históricos están
    en manos de la élite acomodada; es donde viven los
    superricos. O si no, se han transformado en parques
    temáticos totalmente asépticos. En Barcelona, el barrio
    gótico, por ejemplo, sigue teniendo un carácter de clase
    obrera, y eso, para mí, contribuye enormemente a su
    encanto. Hay una realidad descarnada que me parece
    muy atractiva. Es un barrio en el que la gente vive y
    hace sus compras. No cierra los fines de semana. Su
    vida y su espíritu no se han extinguido’.

    Ciudad orgullosa

    Y eso es lo que estimula a Keith, que ve Barcelona
    como una ciudad orgullosa de su historia, pero inquieta,
    ansiosa por avanzar. ‘El pasado, el presente y el futuro
    se combinan. Cuando se camina por la calle, se puede
    ver en la arquitectura, en el diseño antiguo y moderno,
    cientos de años de evolución que suelen mezclarse con
    gran minuciosidad y refinamiento. La Sagrada Familia
    es una imagen perfecta de ese sentido de la historia que
    transcurre ante nuestros propios ojos, de esa ciudad con
    un pasado y un apretado proyecto de futuro’. Advertí
    aquella energía a la que se refiere Keith la primera vez
    que vine como turista, en 1997. Pero lo que más me
    gusta, les digo a mis amigos extranjeros, es la
    sensación de que, de todos los lugares que conozco,
    Barcelona es el que ha encontrado el equilibrio ideal -o
    que más se aproxima al ideal- entre la necesidad de
    trabajar y ganar dinero y el reconocimiento de que la
    vida es corta y hay que disfrutarla. Keith, cuando le
    digo eso, se aferra a la palabra equilibrio. ‘Eso es.
    Exactamente. El ritmo de vida, la estética, la tolerancia,
    el sentido de los valores que se transmiten: han logrado
    el equilibrio adecuado. Creo que el gran triunfo de los
    barceloneses, y no sé siquiera si se dan cuenta de ello,
    es que han conseguido perfeccionar el arte de vivir.
    Cuando estoy en la ciudad, sí, claro, me encantan los
    espacios del Eixample, me fascina Gaudí, pero me
    siento feliz, más que nada, de poder compartir eso con
    ellos. De poder respirar el aire, aunque sea sólo por
    unos instantes, en un lugar donde a lo largo de la
    historia han llegado a una tan refinada definición de lo
    que deben ser las prioridades en la vida’.

Viendo 4 entradas - de la 16 a la 19 (de un total de 19)
  • Debes estar registrado para responder a este debate.