María Vallejo, educadora desde Australia

Adelaide, Australia.

«Aquí se trabaja, y muy duro, si se quiere vivir bien.»

Profesión: Educadora Especial.
Edad: 32 años
Ciudad/ País de origen: Caracas, Venezuela.
Fecha de salida: Enero, 2000.
Ciudad/ País de destino: Adelaide, Australia.

Testimonial de migración María Vallejo, educadora desde Australia

¿Por qué te fuiste de Venezuela?

La verdad es que nunca pensé en venir a Australia. En septiembre de 1999 hubo una exposición de universidades australianas en el Hotel Hilton (Caracas) a la que fui solo por acompañar a alguien. En la entrada nos dieron unas planillas que nos pidieron llenar.

¿Qué fue lo más difícil de la decisión?

Realmente no fue difícil, en principio yo solo venía por tres meses, así que pensé que sería como unas vacaciones más. Cuando decidí quedarme más tiempo de lo planeado y estudiar algo más, sí fue difícil.

Es muy difícil estar en un país con cultura tan diferente a la mía y sobre todo sin mi familia que es lo que más extraño de todo.

¿Por qué seleccionaste Adelaide como ciudad de destino?

No fui yo quien seleccionó el país, fue la beca.

Describe los primeros tiempos

La llegada a Australia para mí fue muy traumática, después de pasar 32 horas en un avión me sentí muy mareada y débil por al menos dos semanas. Otra cosa fue el cambio de horario, ¡solía acostarme a las 6 de la tarde y levantarme a las dos de la mañana!

Claro que al final uno se acostumbra, pero al principio fue terrible. La casa a la que llegué estaba muy bien situada: 5 minutos de la playa, 3 minutos de la estación del tren y al frente de una parada de autobús, así que las primeras semanas las usé para ubicarme en la ciudad y conocer las cosas de mayor interés turístico.

También me ofrecí como voluntaria en un centro de retardo mental. Eso me dio la oportunidad de ver cómo se trata el retardo mental en este país y comenzar a trabajar en mi campo.

Como voluntaria puedo usar los carros del centro, eso me ayudó mucho a ubicarme mejor en la ciudad y sobre todo a empezar a manejar del «otro lado». (En Australia se conduce del lado izquierdo).

Yo no tuve problemas con el idioma ya que hablaba inglés desde antes de venir aquí, pero sí fue un poco difícil al principio ya que el acento australiano es completamente diferente al inglés americano al que estaba acostumbrada.

Los australianos son personas encantadoras, amistosas y sienten un gran interés por nuestras culturas, así que el principio de cada conversación era un bombardeo de preguntas sobre mi país y cultura.

Lo que más me afectó es la diferencia de culturas, hábitos y modales, en ningún momento digo que es peor o mejor que la nuestra, es sencillamente diferente, ya una, ahora, año y medio después, hay cosas a las que todavía no se acostumbra pero sí he aprendido a vivir con ellas.

Describe tu situación actual

Actualmente curso Gerencia y debo terminar en diciembre de este año. Escogí Gerencia ya que en mi país la Educación Especial no tiene recompensas aparte de las espirituales y si algún día regreso me gustaría poder trabajar en algo que me dé la posibilidad de sobrevivir en Caracas.

La universidad es muy buena, tengo compañeros de clases excelentes, no sólo australianos, también asiáticos, europeos y norteamericanos.

La incorporación en la universidad no fue difícil, creo que lo facilita bastante el hecho de que muchos de los que estudian aquí son estudiantes extranjeros y todos estamos en la misma posición y nos entendemos, así que no ha sido difícil la incorporación.

Los profesores están muy contentos conmigo y mi amiga (venezolana también), ya que como buenas latinas, nos gusta participar, hablar, discutir y eso les ha dado a las clases un poco mas de «movimiento».

Ahora comparto una casa viejita con dos amigas, una venezolana y otra griega, la casa no es bella pero está muy bien situada y tenemos todo lo que necesitamos, además de un gran jardín para nuestros perros. En mi condición de estudiante sólo me permiten trabajar 20 horas a la semana (condición de la visa de estudiante).

Yo, como muchos, necesito trabajar para mantener mis gastos aquí. Así que al mes de haber llegado empecé a buscar trabajo. Australia me ha dado la oportunidad de trabajar en mi campo y aprender mucho más.

Para ellos una persona con retardo mental es un miembro de la comunidad tan o más importante que el resto y el trato que se les da es excepcional.

Trabajo con tres diferentes agencias, ayudo gente con impedimentos tanto físicos como mentales y me considero muy afortunada ya que hay mucha gente en la misma posición que yo, que no ha podido conseguir trabajo en su campo y ha tenido que trabajar en cualquier otra cosa. La aceptación ha sido excelente.

Los australianos son gente muy abierta y siempre aceptan diferentes puntos de vista, tal vez por ser un país tan multicultural y eso los ha acostumbrado a vivir y compartir con muchos tipos de nacionalidades.

Adaptarme a mi trabajo no ha sido difícil, hago lo que me gusta hacer y tengo excelentes jefes, compañeros de trabajo y, principalmente, excelentes pacientes.

¿Te arrepientes de la decisión? ¿Qué harías distinto si pudieras repetir la experiencia?

No me arrepiento nunca de haber venido ni de la decisión que tomé, pienso que este es un país maravilloso que ofrece muchas oportunidades y sobretodo ofrece la seguridad que, lamentablemente, mi país no puede ofrecer.

He vivido una excelente experiencia, he crecido mucho como persona y aunque no ha sido fácil y he tenido momentos muy duros, aquí vivo tranquila, tengo buenos trabajos y estoy rodeada de gente buena. Lo único que haría distinto sería traer a mi familia conmigo.

Por dos razones, primero porque obviamente me hacen mucha falta, pero sobretodo porque me aterra el hecho de pensar que algo les pueda pasar en medio de la inseguridad en la que viven en Caracas. Yo ahora estoy tramitando mi visa de residente.

Yo sí quisiera regresar a mi país, es lo que más quiero, para ser sincera. Pero, ahora mi país no está pasando por un buen momento y no quisiera tener que regresar a vivir en inseguridad y, sobretodo, sin saber si podré conseguir un buen trabajo.

Yo estoy realizando mis trámites de residencia no con la intención de vivir aquí toda la vida, pero sí con la idea de poder tener la opción de vivir en un sitio que me ofrece muchas más cosas de las que me puede ofrecer mi país en la actualidad. Pero repito, lo que más quisiera es poder volver a mi país.

¿Piensas volver a Venezuela?

Australia es un excelente país para vivir y trabajar, la gente es buena y se aprende mucho estando aquí. Pero así como es un buen país, también es difícil empezar (como en cualquier otra parte). Mucha gente piensa que venir aquí es fácil, que conseguirá trabajo rápido y vivirá tranquilamente.

Las cosas no son tan fáciles, aquí se trabaja… y muy duro si se quiere vivir bien. Pero lo que más les recomiendo es que se coman todas las arepas posibles, porque aquí, ¡IMPOSIBLE! ¡Se consigue de todo menos nuestra Harina P.A.N.!

Testimonio publicado al 13 de julio de 2001

 

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