Multilingüismo en niños inmigrantes: ventaja clave de la emigración

Los inmigrantes de primera y segunda generación, en Canadá, Estados Unidos y otras naciones, van conformando un grupo cultural que goza del privilegio del multilingüismo.

Los niños inmigrantes pueden aprender varias lenguas

  • Se trata de niños y jóvenes que hablan dos, tres y hasta más lenguas desde la más temprana infancia, reforzando la idea de que el poliglotismo es uno de los grandes beneficios de la emigración.

Edison emigró con sus padres a la ciudad de Montreal a los tres años de edad. Hasta ese momento había crecido en un ambiente monolingüe. Español era su idioma materno y el que empleaba para expresarse con la producción oral propia de su edad.

Cinco años después, gracias al ambiente multicultural y multilingüe en el que ha sido educado en Canadá, este pequeño estudiante del segundo grado de la escuela primaria maneja con fluidez tres idiomas: español, francés e inglés.

Sus competencias trilingües se aprecian en el siguiente video:

¿Cómo ha conseguido Edison aprender tres idiomas en tan corto tiempo?

La respuesta depende de cómo se aborde el desafío de educar a los hijos en un contexto bicultural. Su madre, Luisa, resume el proceso del siguiente modo: “No fue fácil desarrollar el trilingüismo en Edison.

Cuando el niño tenía un poco más de cuatro años, mi mamá vino de Venezuela a pasar unas vacaciones en Montreal. Un día me dijo que mi hijo solo se expresaba en inglés. Era verdad y nosotros no lo habíamos notado“.

“Hay que arreglar eso”, dijo la abuela hispanoparlante y su intervención fue decisiva para que el niño “rescatara” el español. “Mi mamá se dedicó tres meses a enseñarle a Edison Antoine la lengua de sus padres. Le hablaba todo el tiempo en español y lo corregía con una paciencia ejemplar”, cuenta Luisa.

El multilingüismo

El multilingüismo de Edison no es un fenómeno aislado en las naciones de inmigrantes, como Canadá, Estados Unidos, Australia o Nueva Zelanda. De hecho, la situación se repite en muchos jóvenes, que terminan constituyendo un grupo con privilegios culturales: los inmigrantes de segunda generación que logran manejar dos, tres y hasta más lenguas desde la infancia.

En Quebec, la única provincia oficialmente francoparlante de Canadá, a los niños inmigrantes que no tengan origen anglófono les corresponde la escuela pública en francés. De manera simultánea, en sus hogares hablan la lengua familiar que, incluso, pueden ser dos, en el caso de las parejas mixtas, con padres de diferentes raíces idiomáticas o culturales.

Por añadidura, innumerables niños en Quebec aprenden el inglés animados por sus padres, quienes comprenden los retos del mercado laboral en un país con dos idiomas oficiales. Resultado: niños trilingües o políglotos.

El pequeño Edison pule a diario su trilingüismo bajo esta fórmula: en la casa habla español, en la escuela aprende francés y practica inglés en tareas extracátedra que sus progenitores le procuran, como clases de violín y actividades deportivas, así como el acceso a productos de entretenimiento en TV, películas, música y libros.

Ejemplos similares al del niño Edison se repiten en el resto de Canadá.

Español es la tercera lengua extranjera más hablada en Canadá y la segunda en Estados Unidos.
Español es la tercera lengua extranjera más hablada en Canadá y la segunda en Estados Unidos.

Español la tercera lengua extranjera más hablada

En Canadá, las estadísticas oficiales, conforme al último censo del 2011, arrojan cifras muy alentadoras para el multilingüismo: en este país se usan más de doscientos idiomas, siendo el español la tercera lengua extranjera más hablada, apenas superada por el panyabí o punyabí (originario de India y Pakistán) y el cantonés (de China).

Lo anterior se debe a que el 20% de la población canadiense, unos siete millones, es inmigrante o descendiente de inmigrantes, de diferentes orígenes, que han declarado el dominio de una lengua materna extranjera, distinta del francés, del inglés y de las lenguas de los indígenas autóctonos.

Los inmigrantes en Canadá exhiben la particularidad de ser un contingente bilingüe o polígloto, puesto que el 96% habla en el hogar la lengua materna, en combinación con el inglés o el francés o con ambos idiomas.

Conoce cuáles son las diez lenguas extranjeras más habladas en Canadá aquí>>

El bilingüismo en Estados Unidos

Suele decirse que en Estados Unidos está presente casi la totalidad de los idiomas del mundo, en mayor o menor grado. Cierto o no, la realidad es que en esa nación se hablan activamente más de trescientas lenguas extranjeras.

Entre ellas, la que sobresale – por supremacía numérica- es el español: se calcula que cincuenta y tres millones de individuos son hispanoparlantes, de los cuales, más de cuarenta millones tienen el español como su lengua materna.

El español ejerce tal poderío que se considera la segunda lengua no oficial del país.

En español se realiza la operación entera de grandes empresas, como la de los medios de comunicación, y en esa misma lengua se ofrecen numerosos servicios al cliente, públicos y privados. Además, el español es la lengua extranjera que se estudia con más frecuencia en todos los niveles de enseñanza en Estados Unidos.

De hecho, el número de universitarios matriculados en cursos de español supera la cifra total de alumnos inscritos en programas de otras lenguas, según un estudio del Instituto Cervantes. Por lo tanto, saber español es valorado en el mundo académico como un activo económico.

Si el español continúa fortaleciéndose en el territorio estadounidense, el Instituto Cervantes estima que, en el 2050, Estados Unidos será el primer país hispanohablante del mundo, con ciento treinta y ocho millones de personas. En efecto, ya es el segundo país del mundo donde más español se habla, superado apenas por México (ciento veintiún millones de habitantes).

Conoce la lista de las diez naciones con más población de lengua hispana en el mundo aquí>>

Las aprendices de español Sophia y Michelle, nacidas en Texas, junto a su mamá y su abuela.
Las aprendices de español Sophia y Michelle, nacidas en Texas, junto a su mamá y su abuela.

Consciente de la realidad antes descrita, Marta, ingeniera venezolana establecida en la ciudad de Houston, Texas, no dudó en inscribir a sus dos hijas, nacidas en Estados Unidos, Michelle y Sophia, de 4 y 7 años, respectivamente, en un colegio privado que ofrecía la enseñanza del idioma español.

Que aprendan español es importante para que preserven sus raíces

«Que aprendan español es importante para que preserven sus raíces. A esto hay que sumar que, viviendo en el estado de Texas, donde hay una numerosa población hispana, ser bilingües les aportará grandes ventajas en su futuro desarrollo laboral. Estoy segura de que se les abrirán muchas puertas», explica Marta.

Por otra parte, para las niñas Michelle y Sophia el interés por el idioma español se ve reforzado por el deseo de socializar con sus compañeros de clases, quienes en su mayoría son niños y niñas de origen latino.

Entre las hermanitas, además, se ha desarrollado una cierta complicidad derivada de su aprendizaje: cuando quieren compartir secretos prefieren expresarse en español, que identifican como el idioma de la intimidad.

En efecto, el español está muy presente en el entorno familiar de Michelle y Sophia, como bien puede esperarse que suceda en un hogar mixto, venezolano-americano. El papá es un estadounidense muy interesado en aprender la lengua de su esposa porque ha comprobado que en los comercios, usualmente atendidos por trabajadores hispanos, recibe un «mejor servicio», si habla en español.

Belén, la abuela bilingüe, juega un rol fundamental en el aprendizaje de las niñas. «Es un privilegio tenerla cerca, puesto que en su condición de profesora especializada en la enseñanza del español, es la aliada perfecta para que Michelle y Sophia hablen el idioma de manera gramaticalmente correcta», explica Marta.

Los desafíos de la enseñanza del español en Estados Unidos

Del panorama antes descrito pudiera deducirse que educar niños bilingües en Estados Unidos debería ser una labor fácil. Sin embargo, otros datos muestran una situación distinta. Así, con base en un estudio estadístico del Pew Research Center (2013), se determinó que cerca del 70% de los hispanos en Estados Unidos afirmaron que se comunicaban en la casa solo en inglés o que lo hablaban con mayor frecuencia.

El día a día de algunas familias hispanas parece confirmar ese hallazgo, tal como se ilustra a continuación:

July y sus tres hijos, pequeños inmigrantes bilingües.
July y sus tres hijos, pequeños inmigrantes bilingües.

July, venezolana residente en Tampa, Florida, emigró a Estados Unidos cuando sus tres hijos, Isabella, Diego y Daniel, tenían cuatro, nueve y doce años de edad, respectivamente.

Provenían de una enseñanza escolar privada y bilingüe en Caracas, por lo que la adaptación a la escuela en inglés se realizó con gran naturalidad y sin traumas. Los varones, por su parte, poseían un buen nivel de producción oral y escrita de español, que les ha garantizado, hasta la fecha, una correcta formación en un contexto bilingüe.

En cambio, la preparación en idiomas para la pequeña Isabella ha sido bastante diferente de la de sus hermanos.

“A sus cuatro años, Isabella no escribía ni leía bien en español y se expresaba acorde con el nivel de una niña de su edad. Ahora, de diez años, entiende todo lo que se le dice en español, pero no escribe ni lee en esa lengua. Asimismo, habla español con un marcado acento americano”, explica July.

En las circunstancias de Isabella, el ambiente la desestimula en su formación bilingüe. “Ella se resiste a conversar en español debido a que en la zona donde vivimos predominan los nacionales de este país y la presencia de hispanos es mínima. La presión social de sus amiguitas es demasiado fuerte y a eso se añade la percepción negativa de los latinos que aquí existe”, comenta July.

Según July, un alto porcentaje de la población estadounidense –al menos a su alrededor- alberga prejuicios hacia la comunidad latina. Esto dificulta a las familias hispanas la enseñanza del español a los niños y jóvenes, pues estos se resisten al aprendizaje de la lengua de sus padres por el temor a ser rechazados.

“Es frecuente ver muchachitos colombianos, venezolanos, mexicanos y de otras raíces latinas conversando entre ellos en inglés”, indica July, quien reside en uno de los estados con alta presencia hispana.

Para combatir esa realidad y continuar educando a sus hijos en un contexto bilingüe, la mamá de Isabella, Diego y Daniel se esfuerza por ensalzar en el hogar la ascendencia latina, inculcándole a su prole la importancia de sentir orgullo por sus orígenes y valores familiares.

“Además, insisto en destacar las enormes ventajas de dominar dos idiomas”, señala July y luego reconoce que “la tarea es muy ardua”.

July asegura que en la casa trata de expresarse en español y emplea esa misma lengua para dirigirse a su hija Isabella, “si no hay un extraño presente”. De igual forma, exige a los hijos, como regla, hablar en español entre ellos.

Estrategias para educar niños bilingües

¿Qué técnicas se aconsejan para vencer la resistencia del entorno en la enseñanza del español? ¿Qué consejos pueden facilitar la tarea de las madres inmigrantes en Estados Unidos, Canadá y otros países?

Jennifer Brunk, educadora y lingüista.
Jennifer Brunk, educadora y lingüista.

Jennifer Brunk, estadounidense, nativa de Virginia, con más de veinticinco años de experiencia enseñando español y activa articulista en Spanish Playground, sitio web con información útil para instruir en español a niños y jóvenes, cree que desarrollar una comunidad de apoyo es esencial.

“Lo ideal sería incluir a la familia y a otros hablantes de la lengua radicados en la zona donde se vive. Si esa no es una opción, deben buscarse grupos de apoyo en Internet”, explica Brunk.

Esta educadora aconseja, también, pasar tiempo en el país del idioma meta, si es posible. “Aparte de la lengua, los niños absorberán la cultura de una manera que no se puede alcanzar en otros contextos”, afirma.

Leer a los hijos a diario y de modo extensivo en el idioma meta, es otro de sus consejos.

Para Brunk es importante que los padres mantengan presente el objetivo a largo plazo. Evitar el desánimo durante las etapas difíciles es esencial. “Su hijo sí aprenderá”, enfatiza.

Conoce los dos métodos más eficaces para enseñar idiomas a los niños y jóvenes en la guía sobre Consejos para educar niños políglotas.

Una experiencia exitosa

La autoridad de Jennifer Brunk en la materia procede de su amplia experiencia como docente de idiomas, que la ha llevado a enseñar inglés como segunda lengua, por muchos años, a estudiantes universitarios e inmigrantes en Estados Unidos, y de su propia vivencia como madre.

Jennifer enseñó español a sus tres hijos, a pesar de sus limitados recursos: su esposo no sabe español, no había Internet en ese entonces ni tampoco suficientes hispanoparlantes en la localidad donde la familia habitaba en Estados Unidos.

“Mi padre fue profesor de idiomas y siempre estuve rodeada de personas bilingües o multilingües. Nunca se me ocurrió que mis hijos hablarían un único idioma. Estaba segura de que hablar español les proporcionaría una enorme alegría y les permitiría ver el mundo desde otra perspectiva”, explica Brunk.

La familia pasaba los veranos en México y esa circunstancia fue creando en los niños Brunk la necesidad de aprender español. De ahí que la educadora recomiende, como estrategia de instrucción, tratar de visitar o tener un acercamiento constante con un país hispanoparlante.

“Cada uno de mis tres hijos pasó un año de la escuela secundaria en México. Esa experiencia fue clave en su desarrollo lingüístico”, sostiene Brunk.

Hoy en día, los hijos de Jennifer Brunk son adultos bilingües, y trilingüe, su hija menor, quien también habla francés y se dedica, como profesional, a la traducción o interpretación de idiomas.

A Jennifer Brunk le resulta difícil imaginar cómo serían las vidas de sus hijos si no hablaran dos (o tres) idiomas, “porque ese multilingüismo ha tenido un impacto en casi todo lo que han emprendido”. En definitiva, los ha convertido en individuos “más empáticos y les ha dado una visión más amplia del mundo”, asegura.

De acuerdo con su experiencia, la Sra. Brunk, refiriéndose al principal obstáculo que enfrentan los padres al educar a sus hijos en contextos multilingües, asegura que “visto de lejos, las dificultades residen en el esfuerzo requerido (por parte de los padres) para estructurar el aprendizaje lingüístico de forma continua, en el nivel correcto, con actividades apropiadas para la edad del niño.

Por otro lado, los jóvenes necesitan apoyo para desarrollar sus habilidades lingüísticas y la práctica del idioma que se aprende ha de ser divertida para evitar que se convierta en una lucha”.

Con la finalidad de conocer otras estrategias para la enseñanza del español en los niños inmigrantes, se aconseja visitar el sitio web de Jennifer Brunk, Spanish Playground, donde se encontrarán instructivas lecturas, consejos, poemas, cuentos, manualidades, videos, canciones y otras herramientas interactivas para enseñarles español a los niños “como en un juego”, de la manera que lo sugiere el título del sitio web.

Igualmente, se sugiere la lectura de la guía sobre Consejos para educar niños políglotas.

Publicado el 23 de noviembre de 2015