Cómo mejorar la comunicación profesional en un idioma extranjero

El primer gran desafío cultural que enfrenta todo inmigrante se centra en conseguir un empleo en el cual necesite usar, a tiempo completo, un idioma extranjero. De hecho, la ansiedad que el trabajador experimenta en un ambiente multicultural se considera inversamente proporcional al manejo que exhiba de una lengua que no es la suya.

Mejorar la comunicación profesional en un idioma extranjero

Mientras mejor se conozca un idioma, más seguridad y confianza se demostrará en los intercambios con colegas nativos que se comunican en esa lengua. Por el contrario, los inmigrantes con escaso dominio del lenguaje oficial del país de acogida se exponen a provocar malos entendidos culturales en la oficina y a empañar su desempeño.

A esto se suma la circunstancia propia de varios países, como Canadá, o las naciones europeas, donde el trabajo y los negocios se realizan en ambientes multilingües. El reto, entonces, reside en expresarse en un entorno profesional en más de dos idiomas.

Los perfectos bilingües no están exentos de enfrentar los choques culturales de origen lingüístico, ya que este tipo de desacuerdos surge, incluso, entre individuos que tienen un idioma común, pero provienen de diferentes países.

La explicación se halla en los distintas modos de hablar una lengua y las diversas connotaciones de las frases y giros idiomáticos por parte del receptor según su contexto cultural.

Una variedad de técnicas se puede poner en práctica para desarrollar una comunicación profesional más eficaz.

Al respecto, se enumeran once consejos útiles a continuación:

Marcar el ritmo y el tono de la comunicación

Expresarse con pausa y claridad es una manera educada, pero directa de enviar un mensaje a los que nos oyen: “Así es como quiero que se comuniquen conmigo”.

No vale la pena intentar hablar rápido o emplear un lenguaje familiar para convencer de un conocimiento óptimo del idioma. Al contrario, con un ritmo lento y un tono formal, los colegas valorarán los esfuerzos para conversar con eficiencia en su lengua y responderán en la misma dirección.

Construir frases sencillas y directas, que garanticen la precisión

Un consejo siempre útil para quien comienza a desenvolverse laboralmente en otro idioma es construir frases simples,obviando incisos y términos rebuscados. En la comunicación oral y escrita deben prevalecer los verbos sencillos, frases activas, palabras fáciles de pronunciar y de uso común.

Al solicitar o dar instrucciones hay que preferir la concisión y exactitud. Por esa razón, las siguiente expresiones: “tan pronto se pueda”, “a su mejor criterio”, y “según corresponda”, se caracterizan por su indefinición y variadas especulaciones conforme al contexto lingüístico-cultural.

No obstante, es posible lograr la precisión en enunciados similares a estos: “El informe debe entregarse en tal fecha y a tal hora”; o “Específicamente, ¿cómo desea que se maneje esta situación?”.

Huir de las expresiones idiomáticas informales

Los modismos y usos idiomáticos locales representan la parte más difícil de dominar en una lengua extranjera.

Eliminarlos de la comunicación profesional es fundamental para eximirse de confusiones y errores. De igual forma hay que erradicar los dichos jocosos (chistes) o soeces, aunque los colegas los empleen.

Indicar las ideas que no se han entendido

Resulta normal que en los primeros tiempos haya instrucciones o ideas que no se entiendan a la perfección. Se recomienda, en estos casos, pedir una aclaración inmediata. En el ámbito profesional deben clarificarse todos los conceptos.

Quizá, al principio parezca vergonzoso, sin embargo vale la pena cerciorarse en aras de la eficiencia laboral.

Se sugiere pedir aclaratorias de lo que no se entienda y verificar si los otros han entendido.
Se sugiere pedir aclaratorias de lo que no se entienda y verificar si los otros han entendido.

Verificar si te han comprendido

Así como se considera pertinente pedir aclaratorias, es casi una obligación ofrecerlas. La comunicación efectiva en un idioma extranjero semeja un camino de doble vía: uno entiende y debe hacerse entender.

Una estrategia profesional para saber si el destinatario ha comprendido lo expuesto se basa en solicitarle que resuma lo que ha retenido de la conversación.

Asimismo, uno se da cuenta de que el otro ha comprendido, si presenta la idea original con distintas palabras. Unas frases útiles pueden ser: “Dicho de otra manera, lo que se espera…” o “La clave de esta instrucción es…”.

Ejercitar la paciencia

Parece una simpleza decirlo, no obstante, un principiante en una lengua extranjera necesita cultivar la paciencia. De ahí que no se debe tomar como una ofensa personal o insulto si el oyente no entiende y pide con frecuencia que le repita lo planteado.

Además, con genuina tolerancia hay que esforzarse por aceptar y acostumbrarse al acento de los nacionales, el cual difiere de los estándares aprendidos en las escuelas de idiomas del país de procedencia.

Ese es el caso del “québécois”, el francés hablado en Quebec, la provincia francoparlante de Canadá, que dista mucho del usado en Francia.

Una situación similar ocurre con el inglés generalizado en ciertas zonas de Estados Unidos, como los estados del Sur; o el inglés australiano o el que se habla en Nueva Zelanda, cuyos modismos y expresiones locales suelen ser de difícil comprensión hasta para angloparlantes de origen.

En sintonía con lo anterior, se cita el español de España, salpicado de términos y expresiones tan locales, que a menudo escapan a la comprensión de los latinoamericanos.

Por último, la paciencia también hay que tenerla con el resto de los otros inmigrantes, quienes agregan a la ya compleja situación laboral sus propios acentos y expresiones.

Preferir el usted

Tutear o no es una decisión complicada. Cuando la comunicación se efectúa en inglés desaparece cualquier vacilación; mientras en las lenguas romances (francés, portugués, italiano, español, etc.) se generan dudas en la elección de una u otra forma.

¿Debo tutear a mis colegas? ¿Conviene distanciarme y tratar de usted a mi cliente? Mi jefe me tutea, ¿debo yo darle idéntico tratamiento? En algunas sociedades se prefiere la comunicación informal y el tutear al interlocutor se aprueba como una manifestación de confianza. Estados Unidos, Canadá y Australia son modelos de informalidad en el trato laboral.

En cambio, en otros pueblos, este comportamiento se califica como una terrible descortesía, que incide negativamente la percepción sobre el trabajador. Por ejemplo, los europeos se distinguen por la utilización sistemática del usted, incluso en circunstancias que pudieran parecer extremas, como entre amigos y familiares.

De modo que, para apartar los riesgos se aconseja emplear el usted, a menos que el interlocutor expresamente demande lo contrario.

Armonizar el tono de la comunicación con el medio

Cuando se trabaja en un entorno multicultural y multilingüe se recomienda especial cuidado al escoger el canal de comunicación con la forma y el tono convenientes. Por ejemplo, no toda la información se debe transmitir en un correo electrónico, puesto que ciertos mensajes se expresan oralmente y en contacto directo con el destinatario.

Cada recurso (correo electrónico, teléfono, videoconferencia, chat, etc.) encierra su propia ejecución comunicacional y cuando se usa un idioma extranjero, a veces se dificulta entender la dinámica de determinada cultura. Por ende, prudencia, paciencia y sentido común constituyen los mejores aliados del inmigrante.

Evitar ponerse en desventaja

En el medio laboral el inmigrante debe abstenerse de mencionar sus limitaciones idiomáticas como un pretexto para evadir ciertas responsabilidades o desafíos. Es más, pedir a cada paso excusas en el «uso defectuoso de la lengua» pudiera ser mal interpretado por los colegas y supervisores.

La “Generación Y” ha impregnado de informalidad el ambiente laboral corporativo.
La “Generación Y” ha impregnado de informalidad el ambiente laboral corporativo.

De modo que la mejor salida con la que se cuenta se fundamenta en el fortalecimiento de la confianza necesaria para entender que cada día se incrementará el dominio del nuevo idioma, pues «la práctica hace al maestro».

Por lo tanto, se parte de la convicción de que el perfeccionamiento de una lengua extranjera se logra, precisamente, practicándola en un contexto real, como el sitio de trabajo. En suma, salir del aula de clases y hablar a diario en la oficina el idioma aprendido, hará la gran diferencia.

En Roma, hacer como los romanos

Una buena práctica conlleva respetar y tomar para sí las convenciones y formalidades lingüísticas de uso diario, es decir, adoptar las frases de saludo y despedida de los nacidos o establecidos en el lugar, sobre todo si ellas corresponden al lenguaje formal y no al familiar.

Se considera igualmente útil estudiar y utilizar los modelos de otros empleados en la configuración de los textos, como los encabezados y cierres de las cartas o correos electrónicos.

En algunas corporaciones la comunicación por escrito se caracteriza por su formalidad y se reglamenta de ordinario a través de manuales de estilo, los cuales conviene examinar con atención y acatar.

Los trabajadores más jóvenes, pertenecientes a la llamada “Generación Y» o «Millennials», impregnan de informalidad el ambiente laboral corporativo.

Esto se evidencia particularmente en las empresas de tecnología, las cuales abundan en Estados Unidos, Canadá, Australia y Nueva Zelanda. Pese a esa tendencia, en ese sector el trato formal se reserva únicamente para clientes o público externo.

Consumir cultura popular en el nuevo idioma

Se aconseja mantenerse informado sobre la actualidad noticiosa, cultural, deportiva y de entretenimiento de la comunidad donde se vive. Además, aprenderse los nombres de los líderes y personalidades locales, de los actores y deportistas.

A la par, conocer los programas de televisión populares, leer diariamente la prensa y, si es posible, suscribirse a publicaciones locales. Estas sugerencias, sin duda, ayudarán a entender las referencias culturales que hagan los colegas durante las charlas de trabajo y estimularán el aprendizaje de expresiones, modismos y términos que irán poco a poco haciendo sentir al inmigrante en casa.

Se recomienda leer la sección Antes de partir, muy provechosa para encaminar los primeros pasos, una vez tomada la decisión de emigrar.

Conoce las experiencias de otros inmigrantes en la sección Testimoniales y en los Foros de discusión.