Texas & Venezuela

CUANDO SE COMPARA A TEXAS, un estado de la Unión Americana, con 25 millones de habitantes y un per cápita de $25.000, con Venezuela de idéntica población pero un per cápita de $4.000, surge de inmediato la pregunta ¿por qué esa abismal diferencia si producimos más de 900 millones de barriles de petróleo al año mientras que Texas produce un millón diario?

La respuesta parcial a esa incógnita se encuentra en que nuestros gobernantes creen en el estado productor y en que este tenga la propiedad exclusiva de los recursos naturales (petróleo, hierro, bauxita, oro y bosques). Recordemos que las naciones desarrolladas practican un sistema basado en que los medios de producción estén en manos privadas y que las riquezas del subsuelo puedan ser patrimonio de los particulares. Al actuar en consecuencia los resultados se explican por sí solos. Texas tiene un producto bruto de $855.000 millones mientras que el nuestro apenas sobrepasa los $100.000 millones y su economía formal da empleo a 16 millones de personas mientras que la nuestra emplea tan sólo a tres millones; en Texas el ingreso personal alcanza los $700.000 millones, nosotros no llegamos a la décima parte; Texas cuenta con 77.000 kilómetros de carreteras y autopistas, buena parte construidas bajo el sistema de concesiones, nosotros menos de la mitad y en pésimo estado.

Otra explicación se deriva de la falsa creencia que la equidad y la justicia social son función de un gasto público exagerado, cuando la verdad es, que aquellas están mejor servidas, donde existen estrictos controles de los ciudadanos sobre los gobiernos, haciéndolos más eficientes. El gasto público en Texas para el 2003 fue de $68.000 millones, un 7.5% del producto estatal, mientras que el nuestro para el 2004, equivalente a unos $26.000 millones, representaba 26% del producto interno bruto. El gobierno venezolano gasta proporcionalmente mucho más, pero Texas tiene menos de 5% de su población por debajo de la línea de pobreza mientras que nosotros llegamos a 47%; Texas cuenta con 52.000 camas hospitalarias nosotros escasamente con 12.000; Texas gasta $7.000 por escolar al año en sus escuelas públicas, nosotros menos de $1.000 por niño.

Con razón la economía privada y el control ciudadano sobre los gobernantes en Texas han sido capaces de crear más progreso y bienestar que el estatismo exacerbado en Venezuela.

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