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  • #284774

    💡 Hola, me voy en los proximos meses para Espana con mis dos hijos uno tiene 12 anos y el otro 6, y quisiera saber que papeles debo llevar para los colegios, como es el estudio en Espana para los ninos de escuela y toda la informacion que me puedan dar, la verdad siento algo de miedo porque no se como sea la vida para ellos alla.
    Muchas gracias, cualquier informacion es muy valiosa para mi.

    #284775
    caro
    Miembro

    hola como estas quisier asaber cuando te vas y que nacionalidad eres ,yo soy vzla viviendo en usa pero tambien nos vamos para espana quisiera saber en que condiciones te vas y donde piensas vivir,yo tambien tengo dos ninos uno de 6 y una de 5 tengo entendido que la educacion es gratuita y buena pero no se nada mas,pensamos ir a malaga pues parece ser mas economica que madrid.espero que tengas mas inf

    #284776
    Montaña
    Miembro

    Queridas AFP y RUSARQUI, yo me vine de Venezuela a España cuando mi hija tenía 5 años (ahora tiene 14) y llegué con las mismas preguntas que ustedes. La historia la cuento en: [url]http://mujeresenesta­dodereflexion.blogspot.co­m/2007/05/la-inmigracin-v­ista-con-ojos-de-madre_11­.html[/url]

    Les animo a que lo lean (y sus comentarios), porque quizá les ayude a resolver algunas dudas.

    Sin embargo, les puedo adelantar que:

    – En España la educación en gratuita (de 4 a 16 años obligatoria), y muy buena.

    – Los niños cuando llegan los ubican en el grado que les corresponde a su edad, indiferentemente del grado que hayan hecho en su país de origen.

    – Todos los papeles (de educación) que traigan serán bienvenidos, porque servirán a los directorres/profesores a orientarse con respecto al nivel del niño, pero ninguno es de requisito obligatorio.

    – Cuando lleguen, tienen que empadronarse (registrarse en la Junta municipal del distrito/ciudad donde vivan) y con este papel (junto al documento de identidad del niño) van a la comisión escolar que les corresponda, la cual les asignará colegio lo más cerca a su residencia.

    – La escolarización de los niños es obligatoria, por consiguiente, no importa en qué condiciones está el niño en España (ni su nacionalidad, ni su estatus migratorio), la escuela los acepta igualmente.

    – El proceso de adaptación del niño depende mucho de su situación familiar, nosotras como madres, tenemos que procurar hacérselo lo más facil posible (ayudarles a su integración social). La escuela ya se encarga de ayudarles a la integración en el aula, hay programas especiales para ello en caso de que sea necesario.

    Si tienen cualquier otra pregunta, no duden en plantearla por esta vía, si está en mi manos, les ayudaré gustosamente.

    Les animo de nuevo a leer el link que les adjunto. ¡Suerte!

    #284777
    R.alberto
    Miembro

    carleth ha comentado muy bien como es el proceso, solo agregar que la integración como debes entender será diferente a Vzla. por la sencilla razón de es un pais diferente, donde los niños tienen otra cultura, otros valores, un nivel de vida mas alto, unos horarios diferentes entre invierno y verano, actividades extraordinarias, la educación que los padres les dan a los niños, el carácter de los españoles, todos estos factores con los que tienen que convivir tus hijos, que son los estan llegando y son los que tienen que adaptarse, y no al revés, pero en todo caso, mucha suerte y adelante.

    #284778

    Hola, muchisimas gracias por la informacion, yo me pienso ir en noviembre para Valencia, soy venezolana y la verdad mi hija esta bastante asustada, especialmente porque ayer vimos una noticia de una nina Ecuatoriana a la que le dieron una paliza, nos preocupa el racismo, actualmente vivimos en Toronto y aca no se ven esas cosas la gente es muy tolerante y muy amable espero que en Espana encontremos tambien gente buena.

    #284779
    caro
    Miembro

    gracias por tu inf carleth quisiera saber como hago para leer el blog tengo que inscribirme o como voy directamente a el gracias

    #284780
    Fantomas
    Miembro
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    afp escribió:

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    Hola, yo tambien pienso emigrar a Navarra en mes y medio. Tengo dos hijos de 4 y 2 años. Todos somos Venezolanos y adquirimos la nacionalidad española, por mi mama, excepto mi esposa. Me encantaria establecer contacto con personas que esten en igual condicion para darnos animos aqui y alla y mantener el contacto. Gracias.

    #284781
    Montaña
    Miembro

    A Apolinar: tienes toda la razón. No he comentado sobre el "proceso de adaptación", pero es como él ha dicho, y son nuestros niños quienes tienen que adaptarse al nuevo contexto, con nuestra ayuda y orientación. Es difícil, pero no imposible, es un aprendizaje de vida, similar al de cualquier inmigrante a donde quiera que vaya.

    A AFP: racismo y xenofobia hay en todas partes, en menor o mayor medida, explícito o implícito. Sin embargo, yo creo que noticias como las que has visto son casos aislados, puntuales y no generalizables. Incluso podría calificar esas escenas como una expresión de delincuencia, como otras de las que te encuentras en todos los lugares del mundo (y de las que nosotros sabemos bastante). La clave está en evitar frecuentar "lugares peligrosos", en horas inadecuadas, que nuestros hijos anden solos lo menos posible, y esas cosas que los venezolanos conocemos a la perfección. Yo te diría que no debes preocuparte demasiado, en España son más amables de lo que esas imágenes te han mostrado.

    A rusarqui: lo puedes leer sin ningún problema, si pones en el navegador: [url]http://mujeresenesta­dodereflexion.blogspot.co­m/2007/05/la-inmigracin-v­ista-con-ojos-de-madre_11­.html[/url]

    Sin embargo, aquí te lo reproduzco, por si otros también lo quieren leer. ¡Suerte!

    La inmigración vista con ojos de madre

    El día que decidí emigrar a España mi hija tenía 5 años, por esta razón, no le pedí su opinión. Ella se vino con la emoción propia de los críos cuando se van de paseo, y más cuando se suben a un avión. Yo me vine con el temor propio de quien desconoce lo que va encontrar, y más cuando se está sola y se lleva un hijo a cuestas.

    De eso han pasado ya casi 7 años, en los que ambas hemos vivido de todo: compartir piso, conocer gente buena, cambiar de piso, conocer gente no tan buena, cambiar de piso, jugar con la nieve en invierno, cambiar de colegio, asarnos como pollos en verano, cambiar de piso, aprender una jerga nueva, enseñar nuestra propia jerga, cambiar de piso… en fin, todo aquello que hacemos quienes nos criamos en un lugar y luego nos vamos a vivir a otro, en más o menos medida.

    Apenas llegar, ella comenzó a pronunciar la “z” y la “c” como si hubiese aprendido a hablar “español” en España. De mí todavía no entienden por qué digo con “s” la palabra Zapatero o, lo que es peor, Chávez.

    Recientemente me compré un coche, usadito y muy sencillo, que mi hija quiere que “tunee” para que “mole”. Y el otro día me pidió que le hiciese un “bocata” de “tortilla de patatas” para llevárselo al “Insti”. Eso sí, el cocido no le gusta, dice que los garbanzos con chorizo le caen mal.

    Viendo esto, y otras cosas más, pienso que su proceso de adaptación no ha sido tan traumático y que estoy saliendo bien parada de la responsabilidad de haberla sacado de su entrañable entorno para meterla en otro totalmente ajeno a ella, y sin su consentimiento. Nadie sabe lo que es capaz de hacer por un hijo hasta que le tiene, y yo en particular, no hubiese sabido que era capaz de vivir alejada de mi gente y mis costumbres hasta que tuve que decidir entre eso y educar a mi hija en una realidad menos hostil que la que hoy vive Venezuela.

    En estos casi 7 años, han muerto allí mi abuela paterna y mi abuelo materno, amén de que mi padre está muy enfermo. Esta situación yo misma no la he sabido encajar, y cada vez que tengo que darle a mi hija una noticia como ésta recurro a las sabias palabras de mi madre, pero para que se las diga ella (por teléfono). No sé si siento remordimiento de conciencia, impotencia, resignación, o todo a la vez, pero a veces me pregunto hasta qué punto merece la pena tanto sacrificio, si al final la vida se trata de vivirla con las personas que amas, al menos para mí.

    A sus 12 años, mi hija se pregunta cosas que yo a su edad ni sabía que podían pasar. Eso forma parte de su proceso de madurez, tan peculiar como ha sido. Cosas como “¿por qué los españoles se quejan de lo que tienen? Deberían ver lo que pasa en otros países” o “¿por qué los falangistas están en contra de la inmigración?”, esas cosas, a veces, me dejan sin respuestas, aunque siempre consigo alguna más o menos acertada.

    Pero ojalá todas sus preguntas fueran como éstas, así de terrenales. Lo malo es cuando pregunta cosas como: “¿por qué estamos aquí?” o “¿cuándo voy a estar con mi familia?” o “¿cuándo vamos a volver?” o peor aún “¿cuánta gente de mi familia va a morir sin que yo les haya vuelto a ver?” Eso sí que tiene mal arreglo. La respuesta “cuando seas grande sabrás por qué mamá ha hecho esto” no me vale.

    Para saciar su inquietud, he recurrido a hablar seriamente con ella de “madre a hija”, he intentado que terceros conocedores de los dos mundos le expliquen lo que está pasando, he tratado de que lea la prensa y comprenda lo complejo de la situación, he probado a que escuche mis conversaciones telefónicas sobre el tema, pero aun así creo que no logro mi cometido. ¡Ay, alma de cántaro!, me dirían unos. ¡Ay, de ilusiones también se vive!, me dirían otros. Pero yo sigo aquí, luchando para que ella entienda que a mí sí me gustaría que ella estuviese allí, aunque fuese en verano, mientras las leyes y realidades venezolanas se empeñan en impedírmelo.

    Aun así, y mirando en perspectiva, me inquieta no saber con certeza si ese proceso de adaptación ha sido tan benévolo con ella como yo creo cuando la escucho pronunciar la “z” perfectamente o cuando la veo comer a gusto un bocata de tortilla de patatas, o si por el contrario, a la larga, pesen más añoranzas y querencias. También me inquieta tener la incertidumbre de si ella logrará entender, no sólo a corto sino a mediano y largo plazo, este enrevesado proceso migratorio, este haberla sacado de su mundo en lo mejor de su infancia, este no poder celebrar una Navidad en familia o un cumpleaños con los tíos, este frío y este calor que no tiene nada de tropical… este sin saber que siempre he tenido de lo que habría sido su crianza en Venezuela. ¡Qué responsabilidad tan grande! Yo espero que, aunque sea el tiempo, me de una respuesta.

    Por: Carleth Morales Senges

    #284782
    caro
    Miembro

    bueno mi querida carleth algo asi estoy pasando yo aqui en usa porque mis hijos nacieron aqui pero lamentablemente no se van a poder criar en su pais y no lo veo justo ,por el cual ellos tienen que pagar por sus padres que n encontaron su legalidad aqui para darles a ellos la vida que se merecen de vzla que te digo nunca la han conocido no saben como es ese sistema y no lo creo justo levarmelos para alla la opcion que veo como madre es que ellos por lo menos se puedan desarrollar y vivir en un pais menos peligroso que vzla ,un pais un poco mas desarrollado ya que el cual no van a vivir en el cual nacieron tengo que buscarle algo bueno para ellos ,teniendo en cuenta que nosotros estariamos en la misma situacion de inmigrantes igual pero un poco mas preparados ya en cuestion de inmigracion ya pasamos como quien dice la novatada aqui en usa,pero bueno cada pais es diferente ,lo lamento por mis hijos que tengan que vivir de esta manera que paguen ellos por nosotros pero bueno ya dominando el ingles esperemos que nos valla un poco mejor alla hasta que se pueda y dios quiera mi ultima opcion seria vzla ,teniendo en cuenta que lo que hago es siempre por querer darles una mejor vida,hasta que ellos si dios quiere tengan su mayoria de edad y puedan regresar al pais que los vio nacer y hacer sus vidas con sus oportunidades,

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