Adeco de corazón y copeyano de alma

Veamos, pues, qué tan revolucionario ha sido hasta ahora y si se puede contar con usted para los próximos sacrificios que demandará la lucha por la justicia y la equidad.

1. Cuando se le pidió a Estados Unidos que devolviera sus barcos y sus militares con ayuda para Vargas, ¿usted se alegró o le dio cierta cosita?

2. ¿Le pareció un acto heroico el eructo gigantesco de Acosta Carles en pleno paro o sintió pena por los niños?

3. ¿Cuando se levanta y piensa en los barriles de petróleo que se van a Cuba, grita ¡Viva la solidaridad latinoamericana! y considera que se le debe aumentar la cuota o, dígalo sin pena, cree que es un acto de entreguismo antipatriótico?

4. ¿No podía ocultar una sonrisa de ladito cuando a las marchas de oposición les entraban a palos, cohetones y bombas?

5. ¿Sus hijos estudian en una escuela bolivariana, o en un liceo militarizado, o todavía los tiene en un conspirador colegio privado católico?

6. ¿Prefiere a sus muchachos en la Universidad Bolivariana o, allá en su fuero interno, se queda con la Católica, la Metropolitana o la UCV?

7. ¿Se sabe completo el himno zamorano o lo confunde con un vallenato duro?

8. ¿Le provoca salir corriendo de su oficina con un decreto de expropiación de tierras en la mano, aunque usted sea concejal o alcalde o, sinceramente, le parece que eso es otra loquera populista?

9. ¿Va a Mercal por encima de cualquier tentación con aire acondicionado, estacionamiento y quesitos importados?

10. ¿No pasa el whisky 18 años, le repugnan los restaurantes caros y odia a muerte esos carrotes lujosos?

11. ¿Cree de verdad en los encendidos discursos contra Estados Unidos o los oye por radio mientras ve por cable un juego de la NBA?

12. Cuando le hablan del ‘salto adelante’ ¿piensa en la revolución o en esas vacaciones en aquel spa en Barbados?

13. ¿Le preocupan de verdad los niños de la calle y la situación de los barrios o su cara apretujada y ojos rabiosos son pura pose televisiva?

14. ¿Va al odontólogo cubano de La Silsa o apunta al equipo especializado, previa cita, de la clínica privada?

15. ¿Cuando oye ¡uh! ¡ah!.. siente la emoción propia del compromiso por el que daría la vida o piensa en el puesto en el ministerio?

Si contestó sí a todo, usted está listo para seguir adelante con la Nueva Etapa. Si falló en algunas o todas, manténgase ahí, hecho el loco, donde hay. Siga la corriente. Pero sepa, usted es adeco de corazón y copeyano de alma. Un cuartorrepublicano completo.

Cuidado. En cualquier momento se le sale del closet.